La ministra chilena del Interior, Carolina Tohá, anunció este miércoles la formación de una fuerza conjunta, integrada por la Policía de Investigaciones (PDI) y la policía militarizada Carabineros de Chile, en respuesta a una serie de actos violentos inconexos que en los últimos tres días han segado la vida de al menos 18 personas en la región metropolitana y la comuna costera de Viña del Mar.
En declaraciones a la prensa, Toha, quien expresó la “gran preocupación” del Gobierno, explicó que esa nueva fuerza contará con el apoyo del Ministerio Público e incluirá un refuerzo de fronteras y una mayor fiscalización de armas a nivel territorial.
“Son delitos extremadamente graves, personas que perdieron la vida, homicidios, despliegue de armamento, en donde incluso víctimas han sido menores de edad (…) se requiere hacer un esfuerzo adicional”, afirmó la ministra tras una reunión de emergencia con las jefaturas policiales en el palacio de La Moneda, sede del Ejecutivo.
Respuesta del Estado
La acción actual del Estado “ha implicado el despliegue de recursos extraordinarios, capacidades a las instituciones y esfuerzos de coordinación” recalcó Toha antes de admitir, sin embargo, que los resultados positivos alcanzados en otras regiones del país no se han replicado en la zona capitalina.
“Sigue generando resistencia (la Región Metropolitana) a este efecto y sin duda lo que ha pasado en estos últimos días empeora ese diagnóstico que tenemos para nuestra región (…) Por ello es necesario pensar cómo las estrategias desplegadas hasta ahora deben dar nuevos pasos, profundizarse, complementarse y reforzarse con medidas adicionales”, subrayó.
Durante el fin de semana, múltiples balaceras hasta ahora inconexas, según antecedentes preliminares, ocurrieron en distintas comunas de la capital: en Quilicura los disparos acabaron con la vida de seis adolescentes; en tanto en Lampa asesinaron a cinco personas extranjeras.
Otros homicidios se registraron en las comunas capitalinas de Estación Central, Independencia, Renca, Huechuraba, además de la costera Viña del Mar.
En Chile, la percepción ciudadana es que la inseguridad se ha disparado, pero las autoridades aseguran que el número de delitos no ha aumentado con respecto a años anteriores (excepto en la RM), aunque sí reconocen que son más violentos.
Boric no “descarta” el estado de emergencia en Santiago por el aumento de la violencia
El presidente de Chile, Gabriel Boric, dijo este jueves que no “descarta” declarar el estado de emergencia en Santiago tras el aumento de homicidios registrados en los últimos días, pero alertó de que el despliegue de militares en zonas urbanas no siempre es una medida efectiva.
“La experiencia comparada (sobre el despliegue militar) no es positiva, sin embargo, no descarto ninguna herramienta constitucional”, indicó Boric en una rueda de prensa desde Asunción junto a su homólogo paraguayo, Santiago Peña.
Boric, que viajó la víspera a Paraguay para realizar una visita oficial, reconoció que “las herramientas que actualmente se han utilizado en la Región Metropolitana no han tenido los resultados esperados” y que hay que “avanzar hacia nuevas medidas” para enfrentar el aumento del crimen.
La declaración del estado de emergencia en Santiago es una medida que la oposición de derechas lleva pidiendo desde hace meses, pero la solicitud se ha reactivado en las últimas horas a raíz de dos tiroteos registrados en la periferia de la ciudad, que han conmocionado al país.
El primero, en el que murieron cuatro adolescentes, tuvo lugar el domingo en Quilicura, mientras que cinco personas fueron asesinadas el martes durante una fiesta en Lampa.
El Estado de emergencia
El estado de emergencia es una medida que Chile aplica desde hace meses en su frontera norte para contener la migración irregular y en la Araucanía, una zona del sur donde existe un enconado conflicto territorial entre grandes forestales y grupos radicales mapuche.
“No descarto ninguna (medida), pero acá lo que importa es que trabajemos unidos y en función de la evidencia, no en función de quien hace la propuesta más alta, más contestaria, la propuesta más radical”, agregó el mandatario progresista.
Chile vive desde hace unos años una crisis de inseguridad motivada por la llegada al país del crimen organizado trasnacional, que ha llevado a la tasa de homicidios desde los 4,5 homicidios por cada 100.000 habitantes en 2018 a los 6,3 homicidios en 2023.
La sensación de inseguridad no para de crecer, aunque las autoridades insisten en que la situación es distinta al resto de países de la región, que el año pasado registró una tasa de homicidios de 20 por cada 100.000 habitantes.
La ministra del Interior, Carolina Tohá, anunció el martes una serie de medidas para enfrentar la criminalidad en Santiago, como el aumento de la dotación policial y la creación de una fuerza conjunta entre los dos cuerpos que existen en Chile: la Policía de Investigaciones (PDI) y Carabineros.