El Gobierno de Bolivia postergó sin fecha un referendo para reformar la reelección presidencial tras observaciones de la justicia a sus trámites, en momentos de confrontación entre el mandatario Luis Arce y el líder indígena Evo Morales de cara a las presidenciales de 2025.
La administración de Arce esperó hasta el domingo 1 de septiembre, como fecha límite, para que el Tribunal Constitucional (TC) aceptara las preguntas sobre la reelección presidencial en Bolivia y así decretar de inmediato que la consulta se realizara el 1 de diciembre próximo, día de las elecciones judiciales.
El TC declinó considerar las preguntas pues, arguyó, el Gobierno no cumplió un requisito indispensable: la aprobación previa del Tribunal Supremo Electoral (TSE) que debe organizar la consulta.
El Gobierno no fue notificado oficialmente sobre la resolución y, en cambio, el TC publicó su fallo en su página web.
«Debido a que los tiempos que prevé la ley para ese propósito ya no lo permiten, ese evento (referendo) de consulta democrática no podrá llevarse a cabo en el tiempo que propusimos», informó el ministro de Justicia, Iván Lima, este lunes en la red X.
Reelección inmediata o consecutiva
Arce propuso la reforma constitucional sobre la reelección en una disputa con Morales (2006-2019) por la nominación del oficialismo para los próximos comicios presidenciales de agosto de 2025.
Actualmente, la Constitución prevé la reelección inmediata o consecutiva por una sola vez.
Las preguntas van dirigidas a saber si la ciudadanía acepta que sea discontinua, es decir, con una pausa de al menos un periodo constitucional de cinco años.
Otras dos consultas apuntaban a la suspensión gradual de una millonaria subvención a los gasolina y el diésel que erosiona las arcas del Estado que tuvieron menores ingresos por la disminución de las exportaciones de gas natural.
Lima indicó que el Gobierno subsanará los trámites y volverá a impulsar la consulta, aunque por ahora no tiene fecha.
Evo Morales había criticado de manera frontal las preguntas y la consulta, al argumentar que Arce solo buscaba inhabilitarlo para las elecciones.
El exmandatario argumenta que la carta magna no prohíbe la reelección presidencial después de que transcurra un mandato, como sería su caso.