El presidente de Bolivia, Luis Arce, ha abogado por la refundación del partido Movimiento Al Socialismo-Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (MAS-IPSP) en un acto multitudinario en El Alto en el que ha defendido sin citarlo la necesidad de restar peso político a su antecesor, Evo Morales.
«El pueblo es sabio, el pueblo sabe que este instrumento político no puede quedar en manos de una persona, sino de todo el pueblo boliviano organizado en sus organizaciones sociales», ha declarado Arce en alusión a Morales y sus seguidores, que pretenden el «control permanente» de este instrumento «parido por las organizaciones sociales», según recoge la agencia de noticias boliviana ABI.
Arce ha criticado en particular que los diputados afines a Morales funcionen en alianza con las opositoras Creemos y Comunidad Ciudadana (CC) en la Asamblea Legislativa para bloquear créditos destinados a proyectos de desarrollo productivo, económico y sociales. Así, está bloqueada la aprobación de más de 640 millones de dólares (euros).
«Tenemos que derrotar la guerra híbrida y el bloqueo económico. Llamamos por lo tanto en este congreso, hermanas y hermanos, a la unidad del movimiento popular, de las organizaciones sociales y de nuestro instrumento político», planteó durante el acto de este viernes.
Los asistentes han coreado el nombre del presidente: «¡Lucho, amigo, el pueblo está contigo!» durante un congreso que busca renovar a la dirección que en estos momentos lidera Evo Morales. En la cita han estado presentes representantes de organizaciones sindicales, minería, petróleo, contrucción o transporte.
«CULTO A LA PERSONALIDAD»
Por su parte, el vicepresidente David Choquehuanca, ha criticado sin citar a Morales a quienes sucumben al «culto a la personalidad» y ha comparado estas políticas con lo «practicado en la Alemania nazi».
«Necesitamos líderes apegados a la verdad, líderes honestos, líderes que produzcan respeto (…), que no impongan, que respeten las decisiones de las bases, que no roben, que no mientan, que no dividan, que amen a su pueblo y no a la silla», ha planteado.
Para Choquehuanca, «en algunos líderes políticos prevalece el culto a la personalidad, y el culto a la personalidad es una práctica colonial; es la renuncia al respeto mutuo; es una renuncia a la reflexión mutua». «Cuando existe culto a la personalidad, prevalece la imposición de lo que piensa el líder; todos tienen que pensar como le conviene al caudillo, donde todos piensan igual, nadie piensa», ha añadido.
El vicepresidente ha apuntado que «el líder, cuando prevalece este culto a la personalidad, no quiere que el pueblo piense». «Eso es lo que quiere el líder autoritario, que nuestros pueblos no piensen. Quieren descerebrar y quitar el pensamiento del pueblo. Quiere que todos repitan sus imposiciones. Persigue, encarcela la libertad de pensamiento y algunos fanáticos no comprende nada, acatan hombres y acatan órdenes sin pensar, renuncian voluntariamente al poder de pensar y le otorgan ese poder a su caudillo, a su líder. Es un fenómeno practicado en la Alemania nazi», ha sentenciado.