La crisis económica en Bolivia ha desatado una nueva ola de protestas, liderada por los seguidores del expresidente Evo Morales. Este viernes, un grupo de manifestantes comenzó una marcha hacia La Paz, en un nuevo pulso entre Morales y el actual presidente, Luis Arce. Sin embargo, el exmandatario, quien se encuentra refugiado en su feudo cocalero, no acompañará la marcha debido a una orden de detención en su contra.
La marcha de los seguidores de Morales y su objetivo
La marcha, que comenzó en la localidad altiplánica de Patacamaya, a unos 100 kilómetros de La Paz, fue impulsada por la creciente crisis económica en Bolivia. Aunque la lluvia y el frío retrasaron el inicio de la caminata, los organizadores aseguran que la marcha se hará cada vez más masiva conforme avance. Vicente Choque, dirigente del sindicato de campesinos e indígenas cercanos a Morales, destacó que la marcha tomará más fuerza cuando entre a La Paz, prevista para el lunes.
Esta movilización tiene como objetivo interpelar al gobierno de Arce sobre los problemas económicos que aquejan al país. Los principales reclamos se centran en el aumento de los precios de los alimentos y la escasez de combustibles. Para los seguidores de Morales, estas dificultades económicas son resultado directo de la gestión de Arce, quien asumió la presidencia en 2020, tras la renuncia de Morales en medio de una crisis política.
(EFE/ Luis Gandarillas)
El papel de Evo Morales y su situación legal
El exmandatario Morales, que gobernó Bolivia entre 2006 y 2019, se encuentra actualmente en su feudo tropical del Chapare, en el centro del país. Allí ha estado desde septiembre del año pasado, cuando se le dictó una orden de detención por una investigación judicial relacionada con presunto abuso de una menor de edad durante su mandato. Morales ha rechazado las acusaciones y sostiene que se trata de un complot político-judicial dirigido a evitar que regrese a la arena política.
Aunque no puede salir del país debido a la orden de detención, Morales sigue siendo una figura influyente en la política boliviana, especialmente entre los sindicatos cocaleros que preside. Durante este tiempo, ha sido protegido por estos sindicatos, que mantienen una guardia de seguridad para evitar que las autoridades lo detengan.
La tensión entre Evo Morales y Luis Arce
La relación entre Evo Morales y Luis Arce ha sido tensa desde que Arce asumió la presidencia. Aunque Arce fue parte del gobierno de Morales y fue su ministro de Economía, la ruptura política entre ambos se profundizó después de las elecciones de 2020. Morales ha acusado a Arce de traicionar su legado y de ceder a presiones externas. Por su parte, Arce ha rechazado las acusaciones de Morales y asegura que su gobierno busca la estabilidad y el desarrollo del país, sin caer en confrontaciones políticas innecesarias.
El expresidente Morales no es ajeno a las protestas y bloqueos en el país. En septiembre, lideró una marcha masiva contra el gobierno de Arce, y en octubre organizó 24 días de bloqueos carreteros que generaron pérdidas millonarias para la economía nacional. Estos bloqueos fueron vistos por el gobierno de Arce como un intento de “bloqueo económico” para presionar su renuncia, lo que llevó a un endurecimiento de las medidas de seguridad.
(AP Foto/Juan Karita, Archivo)
El impacto de los bloqueos y la represión policial
Los bloqueos carreteros de octubre dejaron un saldo de más de 100 detenidos y varias manifestaciones violentas. La policía y las fuerzas de seguridad bolivianas respondieron con firmeza, tratando de evitar que las protestas se desbordaran. El gobierno de Arce, por su parte, se ha comprometido a garantizar el derecho a la protesta pacífica, pero también ha señalado que no permitirá manifestaciones que perturben el orden público.
Durante los bloqueos de octubre, la crisis económica ya estaba en auge. La escasez de productos básicos y el aumento de los precios fueron factores clave que motivaron las movilizaciones, pero el gobierno de Arce asegura que la situación se debió a los bloqueos, y no a una mala gestión económica. El gobierno ha manifestado su disposición a dialogar con las partes involucradas, pero bajo el principio de respetar el orden constitucional.
La marcha hacia La Paz: ¿un nuevo desafío para el gobierno de Arce?
La marcha de los seguidores de Evo Morales llega en un momento crucial para el gobierno de Luis Arce. La creciente presión social, agravada por la crisis económica y la polarización política, pone a prueba la capacidad del presidente para mantener la estabilidad del país. Aunque las autoridades han advertido que garantizarán la protesta mientras sea pacífica, no se descarta la posibilidad de que surjan nuevos enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad.
Los seguidores de Morales han prometido continuar con la marcha hasta llegar a la sede del gobierno en La Paz, donde esperan exigir respuestas a sus demandas económicas. Sin embargo, la ausencia de Morales en la movilización no ha restado apoyo a la protesta, y muchos sectores populares siguen viendo en el expresidente una figura clave para el cambio político y económico del país.