Los medios de comunicación de Argentina, reunidos en asamblea general este viernes (20.09.2024), expresaron su preocupación por el clima de «hostilidad» y «denigración» hacia la prensa desde hace varios meses bajo la Presidencia de Javier Milei y temen que esto abra la puerta a la «violencia física».
«La propensión del presidente al agravio a periodistas y medios de comunicación perturba el debate democrático», alertó en su informe sobre la libertad de prensa la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA), que agrupa a 180 medios, en su reunión anual en la ciudad de Posadas (Misiones, norte).
«Las acusaciones y los denuestos presidenciales motorizan a un ejército de troles, con el amparo del anonimato y de un financiamiento opaco, que multiplican agresiones verbales y abren así rendijas a la violencia física. Ese clima hostil estimula la autocensura y perturba la actividad periodística», señala el texto.
La asociación ha contabilizado en los últimos dos meses más de 50 casos de periodistas y medios que han sufrido «imputaciones infundadas y descalificaciones estigmatizantes». Milei -quien asumió en diciembre de 2023- acostumbra a criticar a la prensa que no favorece a sus políticas y los cuestiona en sus discursos, entrevistas o a través de su cuenta de la red social X (antes Twitter).
ADEPA denunció, además, los «numerosos ataques a periodistas en coberturas de manifestaciones» en el último semestre y condenó «las agresiones sufridas por cronistas que recibieron heridas de balas de gomas de fuerzas policiales y golpes e insultos de manifestantes» durante una protesta frente al Congreso en febrero.
Los medios argentinos instaron «a que el Gobierno nacional, los poderes locales y la clase dirigente (asuman) la urgencia de atenuar el clima de confrontación, garantizar la plena vigencia de las libertades de expresión y de prensa».
ADEPA consideró «preocupante» un decreto publicado a principios de septiembre que modifica una ley que desde 2016 garantiza el acceso a la información pública. El decreto reduce notablemente el abanico de documentos considerados de interés público legítimo y multiplica las excepciones que puede invocar el Ejecutivo para no divulgar una información.
«Se trata de modificaciones que, por su ambigüedad y amplitud, chocan con el espíritu de una norma que consagra principios de ‘máxima divulgación'», dijo la asociación de periodistas en su informe. «La transparencia es la regla; el secreto, la excepción», añadió.