En Decatur, uno de los vecindarios históricos de Atlanta, los residentes están preocupados por el plan de Georgia Power de construir una línea de transmisión eléctrica de 115 kV en la zona. Según Andrew Rutledge, la instalación implicará la tala de una franja de árboles de 25 pies, y algunos vecinos dicen que no fueron informados previamente del proyecto, incluyendo la ciudad y el condado de DeKalb. Entre los afectados se encuentra Janie Thompson, residente de una casa histórica conocida como «Casa de la Muerte,» quien teme que el proyecto afecte su propiedad y patrimonio.
Jordan Brown, otro residente, solo descubrió el proyecto al ver carteles que anunciaban una reunión pública con Georgia Power. A pesar de no oponerse a la línea eléctrica, Brown insiste en que debe evitarse cualquier impacto en la vegetación o estructuras históricas. La comunidad ha cuestionado la transparencia de la compañía y busca alternativas que minimicen los efectos en su vecindario.