El expresidente Donald Trump visitó el sur de Georgia el lunes para observar los estragos causados por el huracán Helene. Durante su visita, expresó sus condolencias a las víctimas y mencionó que habló con Elon Musk sobre la posibilidad de utilizar Starlink, su sistema satelital, para restaurar las comunicaciones en las zonas afectadas. Trump aseguró que Musk siempre está dispuesto a ayudar y destacó la importancia de reconectar a las comunidades sin acceso a telecomunicaciones.
Además, Trump lanzó una campaña en GoFundMe para recaudar fondos destinados a las víctimas del huracán, alcanzando más de un millón de dólares en donaciones. También mencionó que había entregado suministros, incluidos combustibles, a través de la organización cristiana Samaritan’s Purse, que se encargaría de su distribución en las áreas más afectadas por la tormenta.
La visita generó controversia cuando Trump criticó la respuesta federal y afirmó, incorrectamente, que el gobernador de Georgia, Brian Kemp, había tenido dificultades para comunicarse con el presidente Joe Biden. La Casa Blanca desmintió rápidamente esta declaración, aclarando que Biden y Kemp habían hablado el día anterior para coordinar la ayuda necesaria.
En respuesta, el presidente Biden acusó a Trump de difundir información falsa sobre la respuesta federal. Biden afirmó que aunque las críticas hacia él no le preocupaban, le preocupaba que Trump desinformara a las personas que necesitaban ayuda, asegurando que su administración estaba comprometida con brindar el apoyo necesario a Georgia.
El gobernador Kemp expresó su agradecimiento por la asistencia federal y destacó que la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) había estado en Georgia antes de la llegada del huracán. Legisladores estatales y federales, como el representante Rick Allen y Dexter Sharper, subrayaron que los esfuerzos de recuperación serían bipartidistas y estaban centrados únicamente en ayudar a los afectados.