El fin de semana pasado, un incendio químico en el condado de Rockdale generó una neblina y olor a productos químicos que afectaron a varios condados del área metropolitana de Atlanta, incluyendo Gwinnett, DeKalb y la ciudad de Atlanta. Ante esta situación, las autoridades locales realizaron pruebas de la calidad del aire, aunque hasta el lunes por la tarde no se habían emitido advertencias ni se identificaron problemas inmediatos de seguridad en las zonas afectadas.
Algunos residentes, como Darcy, del condado de Gwinnett, expresaron su preocupación por los posibles efectos en su salud. Darcy describió su experiencia diciendo que en solo 30 segundos sintió una fuerte irritación en los ojos y la nariz, además de un dolor de cabeza instantáneo y dificultad para respirar.
La neblina y el olor químico se extendieron más allá del lugar del incendio, llegando a áreas cercanas. En Atlanta, Ashley Neill, residente de la comunidad de Kirkwood, compartió inquietudes similares, especialmente por la salud de su hijo, quien jugaba en el patio cuando el olor químico llegó a su vecindario.
Las autoridades han recomendado que, en caso de preocupación, los residentes permanezcan en interiores, mantengan las ventanas y puertas cerradas, y apaguen el aire acondicionado hasta que la situación se estabilice.