Una familia de Adair Park exige justicia después de que un oficial de Atlanta disparara y dejara gravemente herido a su perro, Bear, un pastor alemán de 2 años. El incidente ocurrió el 3 de octubre mientras la policía buscaba a una persona en su casa. Bear, quien recibió múltiples heridas de bala, se está recuperando, aunque todavía tiene fragmentos de bala en su cuerpo. Según la dueña del perro, Zakiya Gates, el médico que lo atendió se sorprendió de que el perro haya sobrevivido.
La policía de Atlanta emitió un comunicado afirmando que el perro se abalanzó de forma agresiva hacia un agente y que el dueño no pudo controlarlo, lo que llevó a dispararle. Sin embargo, la familia Gates asegura que los oficiales nunca se anunciaron antes de entrar a la casa, y critican que se les culpe por no tener a Bear con correa, siendo que el perro estaba en su propio hogar. Además, destacaron que la persona buscada por la policía no estaba presente en la casa.
Zakiya Gates sostiene que Bear no es un perro agresivo y que simplemente estaba ladrando, como lo haría cualquier perro en su territorio. La familia siente que los oficiales tomaron una decisión apresurada y errónea al usar un arma de fuego como primera opción, sugiriendo que podrían haber utilizado una pistola eléctrica en su lugar. Gates relató el dolor que sintió al llegar a casa y encontrar sangre por todas partes tras el incidente.
La comunidad se ha solidarizado con la familia, recaudando casi 15.000 dólares para cubrir los gastos médicos de Bear. Un vecino, Danny, que vive al otro lado de la calle, fue testigo de los disparos y comentó que la situación debería haberse manejado de otra manera. Asegura que, tras escuchar los ladridos de Bear, los disparos ocurrieron en cuestión de segundos, seguidos de un gemido desgarrador del perro y luego un silencio absoluto.