El lunes, los abogados de algunos de los acusados en el caso de interferencia electoral en el condado de Fulton lograron una victoria legal significativa. Un juez puso fin a una prolongada disputa judicial relacionada con los registros de la fiscal de distrito Fani Willis y Nathan Wade, el exfiscal principal, durante el proceso de acusación que involucra al expresidente Donald Trump y 18 aliados republicanos. La disputa giraba en torno al acceso a documentos sobre las prácticas internas de la fiscalía.
Ashleigh Merchant, abogada de Michael Roman, exmiembro de la campaña de Trump, acusó a la oficina de Willis de obstaculizar sus esfuerzos para obtener registros sobre políticas de contratación, acuerdos de confidencialidad y comunicaciones internas. Merchant argumentó que los documentos recibidos estaban incompletos y fragmentados, impidiendo un análisis claro de las operaciones de la fiscalía. Por otro lado, Willis defendió la transparencia de su oficina, asegurando que siempre han cumplido con las solicitudes de información de manera gratuita.
La jueza Rachel R. Krause ordenó que la oficina de la fiscalía cumpla con las solicitudes pendientes de información. A pesar de las acusaciones de Willis de que Merchant estaba tratando de obstruir la justicia y afectar el proceso legal, la decisión de la jueza representa un paso importante para la defensa republicana en el caso de acusación electoral.