Un juez en Athens ha denegado la solicitud de José Ibarra, acusado del asesinato de Laken Riley, estudiante de la Universidad de Augusta, para suprimir varias pruebas en su contra. Ibarra argumentó que la obtención de datos, como información de redes sociales, dispositivos electrónicos y muestras genéticas, fue realizada sin causa probable, pero el juez H. Patrick Haggard consideró que las órdenes eran “válidas y debidamente ejecutadas”.
La detención de Ibarra ocurrió durante una redada en su apartamento, luego de que un oficial ingresara al lugar para apagar una estufa. El juez Haggard justificó la intervención como una medida necesaria para garantizar la seguridad y evitar la destrucción de posibles pruebas.
La investigación fue llevada a cabo por varias agencias, que recolectaron una amplia gama de pruebas digitales y físicas en relación con el caso. La defensa sostiene que estas pruebas deberían ser inadmisibles por haber sido obtenidas de forma indebida, pero la corte rechazó este argumento.
Con esta decisión, el tribunal da luz verde para utilizar todas las pruebas recolectadas en el caso, reforzando así la acusación contra Ibarra. Se espera que el proceso judicial continúe en base a las evidencias presentadas por la fiscalía.