El número de miembros de pandillas en Georgia ha aumentado drásticamente en los últimos seis años, según un informe reciente de la Asociación de Investigadores de Pandillas de Georgia (GGIA). Actualmente, se estima que más de 127,000 personas forman parte de pandillas o están asociadas a ellas en el estado, lo que representa un incremento del 80% en comparación con los datos de 2018, que contabilizaban alrededor de 71,000 miembros.
El informe también muestra que el número de pandillas violentas ha crecido de 1,600 a más de 1,900. La GGIA calificó este aumento como «significativo y alarmante» y advirtió que las cifras reales podrían ser aún mayores, ya que el estudio se basó en datos de 86 de los 159 condados de Georgia, dejando 73 sin incluir.
José Ramírez, presidente de la GGIA, expresó su preocupación ante estos resultados y destacó la necesidad de tomar medidas más agresivas para frenar la creciente influencia de las pandillas en el estado. Señaló que es crucial implementar estrategias integrales que protejan a las comunidades y ofrezcan alternativas a los jóvenes para alejarlos de la vida en pandillas.
Aunque la encuesta no mostró un aumento directo en la violencia de pandillas, sí reveló que aproximadamente el 65% de los delitos en Georgia están vinculados a actividades de pandillas. La preocupación por el reclutamiento de jóvenes fue otro punto crítico resaltado por Ramírez, quien comentó que las pandillas venden una «trampa psicológica» disfrazada de amor y poder para atraer a los jóvenes.
El fiscal general de Georgia, Chris Carr, mencionó que la lucha contra las pandillas debe intensificarse. Desde 2022, la Unidad de Enjuiciamiento de Pandillas del Estado ha condenado a 48 pandilleros, y Carr insiste en que se debe seguir fortaleciendo la capacitación de los agentes y los recursos para la aplicación de la ley, asegurando que las comunidades puedan vivir de manera más segura.