Los padres y alumnos de la Escuela Primaria Kingsley en Dunwoody se encontraron con un ambiente sofocante durante una jornada esta semana. Estos eventos están diseñados para que los padres y sus hijos conozcan a los maestros para el próximo año escolar. Christina Dupuis, una madre de familia, comentó que los empleados dirigieron a todos al gimnasio, la única sala con aire acondicionado, debido a las altas temperaturas en otras áreas de la escuela. Según Dupuis, los pasillos estaban a 90 grados y las aulas entre 85 y 90 grados.
El problema del aire acondicionado no es nuevo. Dupuis explicó que el sistema de aire acondicionado dejó de funcionar el 15 de julio, pero según un correo electrónico del copresidente de la PTO, los problemas comenzaron en la primavera de este año. Con el primer día de clases acercándose el 5 de agosto, los funcionarios del distrito están luchando para abordar la situación.
Donald Porter, portavoz del distrito, mencionó que se están implementando «medidas temporales de enfriamiento» mientras esperan las piezas necesarias para la reparación del sistema HVAC. Dupuis corroboró esta información, indicando que las autoridades del distrito han informado al personal y las familias sobre la situación. Ella señaló que la unidad de aire acondicionado es la original del edificio, que tiene 50 años, y que están teniendo dificultades para encontrar las piezas necesarias, especialmente después de que uno de los compresores se averiara.
El superintendente Devon Horton reconoció el problema y explicó que, aunque el reemplazo del sistema HVAC ha estado en la agenda del distrito desde 2021, no se ha concretado debido a la falta de fondos. En 2019 se discutió la posibilidad de cerrar la escuela, por lo que no se asignaron recursos para el proyecto.
Dupuis criticó estas medidas temporales, calificándolas de inconvenientes e ineficaces. Explicó que los enfriadores deben ser vaciados varias veces al día para evitar desbordamientos y que no pueden dejarse encendidos toda la noche. Katy Lucey, otra madre de la escuela, destacó que Kingsley es una escuela de Título 1, lo que significa que un alto porcentaje de sus estudiantes proviene de familias con bajos ingresos y que a menudo requieren asistencia económica para costear las comidas. Lucey señaló que estas escuelas suelen tener dificultades para recibir ayuda del condado.
Dupuis agregó que los estudiantes de bajos ingresos son los que más sufren en esta situación, ya que la escuela debería ser un refugio para ellos. Los padres están exigiendo que se resuelva el problema antes del lunes por la mañana, ya que las condiciones actuales no son saludables ni para los estudiantes ni para los maestros.