Una organización está ofreciendo clases gratuitas de «yoga con llamas» en Atlanta. Estas sesiones están dirigidas a padres que han perdido a sus hijos o tienen niños con enfermedades terminales, brindando una combinación única de apoyo emocional y físico. La idea surgió como una forma de ofrecer consuelo, utilizando el movimiento y la interacción con animales.
Kilawna Mohamed es una madre que perdió a su hija de 10 años, Kaelyn Hill, a causa de un agresivo cáncer cerebral. A solo un día de enterrar a su hija, Kilawna asistió a una clase de yoga con llamas en busca de una manera de seguir adelante. Para ella, el dolor es constante y profundo, describiéndolo como un vacío en el alma.
La clase fue dirigida por Lanise Shortell, una instructora de yoga y enfermera de cuidados paliativos, en el Atlanta Alpaca Treehouse. Shortell explica que la investigación muestra que combinar la terapia cognitiva con el movimiento corporal, como el yoga, ayuda a las personas a procesar su dolor de manera más eficaz. La presencia de las llamas en las sesiones es un factor adicional que atrae a los padres en duelo y genera una experiencia reconfortante y diferente.
Estas clases tienen como objetivo permitir que las personas gestionen su duelo de manera más saludable. Aunque el duelo es impredecible y lo que funciona para una persona puede no hacerlo para otra, Shortell cree que esta práctica tiene un impacto transformador en quienes la experimentan.