Quentin Tarantino es considerado uno de los directores más importantes del cine moderno. Su filmografía, aunque se limita a diez largometrajes, ha dejado una huella imborrable en la industria cinematográfica. Entre sus obras más destacadas se encuentran Pulp Fiction, Reservoir Dogs y Kill Bill, esta última famosa por los riesgos extremos que asumió su protagonista, Uma Thurman, quien estuvo a punto de perder la vida durante el rodaje. Tarantino se ha ganado su fama con apenas unos pocos errores en una carrera impresionante.
Su obsesión por el cine es bien conocida, especialmente tras haber trabajado en una tienda de alquiler de videos en su juventud, donde desarrolló una pasión que solo podría compararse con la de Martin Scorsese. Este fervor por el cine incluso llevó a Tarantino a mantener un rencor prolongado hacia su madre, quien intentó convencerlo de seguir una carrera más “seria”.
Quentin Tarantino ha mantenido esta mentalidad enfocada y obsesiva durante toda su vida y carrera. Como lo expresó para FarOut, “cuando estoy haciendo una película, no estoy haciendo nada más. Todo se trata de la película. No tengo esposa. No tengo hijos. Nada puede interponerse en mi camino… He elegido, hasta ahora, seguir este camino solo. Porque este es mi momento. Este es mi momento para hacer películas”. Esta dedicación implacable le ha permitido llevar su visión singular a la gran pantalla.
Su último film, Once Upon a Time in Hollywood, ha recibido elogios críticos como “una gran homenaje a los mejores ejemplos del cine”. Esta película contiene múltiples referencias a Hollywood tanto antiguo como contemporáneo, al cine italiano, a los westerns y a Bruce Lee, evidenciando aún más el profundo amor que Tarantino siente por el séptimo arte. En ese sentido, el director comentó: “En los años 50, las audiencias aceptaban un nivel de artificio que las audiencias de 1966 se reirían hoy en día”.
Además, su admiración por el cine clásico es evidente, sobre todo cuando se le pidió seleccionar las 11 mejores películas de todos los tiempos. Encabezando su lista estaba El Bueno, el Malo y el Feo de Sergio Leone. “Cuando se trata de los cineastas de los años 60 que significan más para los cineastas de los años 90 y 2000, creo que Leone está señalando el camino hacia el cine moderno. No pasas por encima de Leone, empiezas con Leone”, dijo Tarantino a FarOut.
Tarantino prosiguió su admiración al decir: “Iría incluso tan lejos como para decir que Sergio Leone es la mayor combinación de un estilista de cine completo, donde crea su propio mundo, y un narrador,” agregó Tarantino.
Dentro de su lista de películas favoritas se encuentran otros clásicos como Taxi Driver de Martin Scorsese, Jaws de Steven Spielberg y Pandora’s Box. Sin embargo, también incluyó entradas sorpresa como Five Fingers of Death de Chang-Hwa Jeong.
Su enfoque obsesivo y humillante hacia el cine es una gran parte de lo que lo distingue. Tarantino dijo: “Cuando hago una película, espero reinventar un poco el género”, y añade: “Lo hago a mi manera. Hago mis propias pequeñas versiones de Quentin… Me considero un estudiante de cine”.
Por último, es importante destacar que Tarantino siente que la clave para evitar que se rían de tus películas en el futuro es estar muy por delante de esa curva. FarOut cita a Tarantino diciendo al respecto: “El truco es tratar de estar muy por delante de esa curva, para que no estén riéndose de tus películas 20 años después”.
Las mejores películas de la historia según Quentin Tarantino
- El bueno, el feo y el malo (Sergio Leone , 1966)
- Río Bravo (Howard Hawks, 1959)
- Blow Out (Brian De Palma , 1981)
- Taxi Driver (Martin Scorsese, 1976)
- Su chica del viernes (Howard Hawks, 1940)
- Cinco dedos de la muerte (Jeong Chang-Hwa, 1972)
- La caja de Pandora (G. W. Pabst, 1929)
- Carrie (Brian De Palma, 1976)
- Infielmente tuyo (Preston Sturges, 1948)
- Cinco tumbas en El Cairo (Billy Wilder, 1943)
- Tiburón (Steven Spielberg , 1975)