Al principios del siglo XXI, Shakira no solo emergió como una fuerza global de la música, sino que cambió la manera en que los artistas latinos cruzaban al mercado mainstream y prosperaban allí. Con la llegada del nuevo milenio, el concepto de una artista pop latina que dominara las listas de éxitos mundiales en dos idiomas era más una aspiración que una realidad. Esto a pesar de algunos exitosos crossovers vistos a finales de los 90, cuando artistas como Jennifer Lopez cantaban principalmente en inglés, y solo unos pocos, como Selena y Ricky Martin, tenían un impacto significativo mientras actuaban mayormente en español. Sin embargo, Shakira superó ingeniosamente esta brecha. Al combinar sus raíces colombianas con una aguda sensibilidad pop, rompió las barreras lingüísticas, y allanó el camino para los avances que disfrutarían los artistas de habla no inglesa que la siguieron.
Hoy en día, la ganadora de 15 Latin Grammys es considerada ampliamente como la artista latina femenina más exitosa de todos los tiempos, con 95 millones de discos vendidos a lo largo de su carrera de tres décadas. Muchas de sus canciones se han convertido en más que éxitos: momentos culturales clave que la destacan como una superestrella multidimensional. Desde el No. 1 en el Hot 100 “Hips Don’t Lie” hasta el himno de la Copa Mundial de la FIFA “Waka Waka” y el tema disidente “Shakira: BZRP Music Sessions, Vol. 53” con Bizarrap — lanzados, respectivamente, a lo largo de las primeras tres décadas del siglo XXI — sus canciones se han convertido en un referente global, transformando himnos deportivos en fenómenos pop y consolidando su estatus de embajadora internacional de la música.
Inmediatamente después de conquistar América Latina con su tercer y cuarto álbumes de estudio — Pies Descalzos de 1995 y Dónde Están Los Ladrones? de 1998 — Shakira, una cantautora que baila la danza del vientre, toca la guitarra y la batería, transformó su imagen y sonido para iniciar el nuevo milenio. Cambió su cabello oscuro de rockera por un sexy look rubio, puso sus ojos en el mercado anglo y lanzó el innovador álbum Laundry Service en noviembre de 2001. El álbum, impulsado por éxitos atemporales como “Whenever, Wherever” y “Underneath Your Clothes” — que lograron los puestos No. 6 y No. 9 en el Hot 100, respectivamente — alcanzó el No. 3 en el Billboard 200. Y fue tanto un triunfo comercial como un hito cultural para el pop latino.
En el apogeo de la era pop adolescente de Total Request Live de MTV, Shakira se labró un nicho distintivo como artista pop con una onda alternativa, su cabello rubio adornado ocasionalmente con mechas negras y trenzas, y un look de hippie rockera. Una bailarina excepcional y multiinstrumentista con un auténtico toque de rock, también se destacó como compositora que rápidamente adoptó el inglés, un idioma que había aprendido recientemente. Su voz, instantáneamente reconocible, llevaba un tono profundo y poderoso cargado de gritos emocionales, que recordaban la profundidad de Mercedes Sosa y la energía cruda de Alanis Morissette. Sin embargo, era completamente suya, y su combinación de talentos y enfoque novedoso hicieron de Shakira una presencia única en el pop de principios de los 2000, desafiando las normas convencionales y pavimentando un nuevo camino hacia el estrellato.
A medida que la presencia de Shakira en el escenario mundial se expandía, continuaba conquistando nuevos terrenos. Fijación Oral, Vol. 1 se lanzó en junio de 2005, marcando su sexto álbum de estudio y el primero estando en la cima del mundo. A pesar de su gran éxito pop cantando en inglés en Laundry Service, decidió volver a cantar en español — una movida arriesgada que, sin embargo, tuvo éxito tanto artística como comercialmente. Producido por luminarias como Gustavo Cerati, Lester Méndez, Luis Fernando Ochoa y José “Gocho” Torres, sencillos como “No”, “Días de enero”, “Las de la intuición” y “La tortura” con Alejandro Sanz obtuvieron amplio reconocimiento. Particularmente notable fue su colaboración con el superastro español Sanz, uno de los primeros ejemplos de una colaboración importante en la música latina, en un momento en que tales asociaciones no eran comunes. Ampliamente elogiado como uno de los mejores dúos de los años 2000, el tema de pop-reggaetón ayudó a establecer un precedente para futuras colaboraciones en la industria. Se convirtió en el mayor éxito del álbum y fue el único que entró en el Hot 100.
El álbum debutó en el No. 4 del Billboard 200, siendo el primero completamente en español en entrar al top 5 de la lista. Fijación Oral, Vol. 1 también pasó 17 semanas en el No. 1 del Top Latin Albums, la mayor cantidad de la estrella colombiana en la cima del ranking. Ese año en noviembre lanzó Oral Fixation, Vol. 2, la contraparte en inglés del Vol. 1. Aquí, Shakira continuó explorando nuevos territorios musicales, adentrándose más en el pop y el rock convencional, marcando un cambio notable desde sus raíces de pop latino e influencias del Medio Oriente. Este álbum vio a Shakira colaborar con músicos icónicos como Carlos Santana en “Illegal” y Gustavo Cerati en “The Day and the Time”, aunque estas pistas, a pesar de la participación de megaestrellas, no lograron el impacto esperado.
Sin embargo, “Hips Don’t Lie” con Wyclef Jean se agregó al año siguiente al Vol. 2 de Shakira en una reedición con la intención de impulsar las ventas del álbum, después de que el sencillo principal “Don’t Bother” decepcionara comercialmente. Este paso ayudó a que el álbum experimentara un importante resurgimiento, impulsándolo desde el No. 98 hasta el top 10 ese mismo mes de mayo. La canción, que combina salsa y reggaetón con un sample de Jerry Rivera, también llegó a la cima del Hot 100, convirtiéndose en el único No. 1 de Shakira hasta la fecha en la lista de todos los géneros y permaneciendo allí durante dos semanas. A pesar del comienzo difícil del álbum, el LP finalmente fue redimido por el enorme éxito de “Hips”, que ha perdurado como una de las canciones pop más recordadas de toda esa era (y una de las 500 mejores canciones pop de todos los tiempos según el equipo de Billboard).
La superestrella colombiana continuó lanzando más álbumes y sacó She Wolf el 9 de octubre de 2009 — cuya canción homónima de electropop terminó convirtiéndose en su apodo hasta el día de hoy, y alcanzó el No. 11 en el Hot 100 y el No. 1 en Dance Club Songs. Después lanzó el más tradicional Sale el Sol en 2010, que devolvió a Shakira al top 10 del Billboard 200, alcanzando su pico en el No. 7. Antes de estos, en 2007, también se unió con la superestrella Beyoncé en “Beautiful Liar”, marcando una colaboración sin precedentes en su momento entre un ícono pop estadounidense y una sensación latina. La canción alcanzó el No. 3 en el Hot 100.
Mientras continuaba demostrando su habilidad para marcar tendencias y crear éxitos fueran sencillos o álbumes, también se consolidó como una potencia en el ámbito de las actuaciones en vivo. Su electrizante show en la Copa Mundial de la FIFA 201 en Sudáfrica, donde cantó el himno oficial trilingüe “Waka Waka (This Time for Africa)” con Freshlyground, se convirtió en un llamado global a la unidad, reflejando el espíritu del torneo y consolidando aún más a Shakira como un ícono global querido. (Fue también allí donde conoció a su expareja, el astro del fútbol Gerard Piqué, con quien pasaría más de una década y tendría dos hijos). Esta no fue la primera actuación de Shakira en la Copa del Mundo; debutó en 2006 con “Hips Don’t Lie” en la ceremonia de clausura en Alemania, regresó para Sudáfrica, y se presentó nuevamente en 2014 en Brasil, donde lanzó “La la la” con Carlinhos Brown.
La trayectoria musical de Shakira continuó con el lanzamiento de su álbum homónimo en 2014 y El Dorado en 2017. El primero le dio su posición más alta en el Billboard 200, alcanzando el No. 2, y el segundo pasó cinco semanas en el No. 1 de Top Latin Albums, y dominó también la lista Latin Pop Albums durante unas impresionantes 63 semanas. Aunque estos logros mantuvieron su relevancia, no pudieron igualar el impacto explosivo de sus éxitos de principios del siglo XXI. Sin embargo, temas notables de estos álbumes, como su colaboración con Rihanna “Can’t Remember To Forget You” y “Chantaje” con el entonces astro emergente del pop colombiano Maluma, lograron importantes avances en el Hot 100.
Sin embargo, quizás no hubo mayor prueba de que la música latina consolidó su lugar en la cultura pop estadounidense que con el espectáculo del medio tiempo del Super Bowl LIV en el 2020, cuando Shakira y Jennifer Lopez tomaron juntas el escenario más grande del mundo el 2 de febrero. El repertorio de Shakira fue completamente latino, presentando una selección de sus éxitos en español y estilos de baile que resaltaron su herencia colombiana (y libanesa), incluyendo la champeta y el mapalé, un baile afrocolombiano. Esto hizo que su actuación fuera distinta en comparación con otros shows del medio tiempo del Super Bowl, aparte de Gloria Estefan, quien se presentó tres veces en los años 90. El set también contó con los astros globales Bad Bunny y J Balvin, aportando su propio estilo tropical-urbano. En contraste, J.Lo ofreció un espectáculo de alta energía que recordó a un show de Las Vegas.
Dos años después, Shakira volvió a acaparar grandes titulares, esta vez no por sus logros musicales o shows impresionantes, sino por una ruptura sentimental ampliamente publicitad (y problemas fiscales). A principios de 2022, surgieron rumores de que la cantante estaba terminando su relación de 11 años con Gerard Piqué. Ese junio, confirmaron su separación, encendiendo una avalancha de especulaciones en los tabloides sobre la infidelidad del futbolista con una mujer más joven, de 23 años, con quien supuestamente comenzó a salir poco después. Este tumulto personal atrajo un intenso escrutinio mediático, con paparazzi asediando la casa de Shakira y la escuela de sus hijos en Barcelona, transformando una angustia familiar privada en un completo circo mediático.
Así como la ruptura de la relación causó vergüenza pública a Shakira, también ayudó a inspirar su período más exitoso comercialmente en al menos una década. A principios de 2023, lanzó la explosiva canción electropop “Shakira: Bzrp Music Sessions, Vol. 53” con el exitoso productor argentino Bizarrap. Su explícita narración sin disculpas marcaron un significativo alejamiento de las habituales referencias veladas en canciones de ruptura. Proporcionó detalles íntimos de su separación, sin dejar lugar a ambigüedades al nombrar nombres y abordar directamente el drama personal. Con frases como “Las mujeres ya no lloran, las mujeres facturan”, la autoproclamada Loba redactó un nuevo manifiesto de empoderamiento femenino, desafiando los dobles estándares impuestos a las mujeres latinas en la sociedad. La canción llegó con el video en español más visto en YouTube en sus primeras 24 horas, con 63 millones de vistas, y marcó varios hitos en Billboard, incluyendo hacer de Shakira la primera vocalista femenina en debutar en el top 10 del Billboard Hot 100 con un tema en español. También ganó los Latin Grammys a la canción del año y la mejor canción pop en 2023.
Los éxitos siguieron llegando. Shakira logró otro top 10 en el Hot 100 con Karol G en su muy esperada colaboración “TQG”. Juntas, las dos colombianas más grandes del pop — con una generación de diferencia — lanzaron el éxito definitivo del pop sensacionalista; Karol G también abordó su tumultuosa ruptura del astro puertorriqueño del trap Anuel AA. Tanto “Vol. 53” como “TQG” alcanzaron el top 10 del Hot 100, y “TQG” encabezó el Billboard Global 200. La canción se convirtió en el primer éxito de Karol G en el top 10, y hasta la fecha sigue siendo su único hit a esa altura en la lista.
Shakira esencialmente pasó el resto del año recibiendo reconocimientos por su espectacular regreso y su legado en general. En mayo de 2023, Billboard la honró como su primera Mujer Latina del Año; en julio fue reconocida en los Premios Juventud con el premio Agente de Cambio; y en septiembre, recibió el Video Vanguard Award en los Premios MTV a los Videos Musicales, siendo la primera artista sudamericana en recibirlo, e interpretando un deslumbrante popurrí de éxitos de 10 minutos.
Sin embargo, en su portada de Billboard de 2023, Shakira reveló que durante los últimos siete años había estado ocupada con asuntos familiares y la vida en Barcelona, lejos de la acción de la industria musical. Su enfoque cambió después de su ruptura amorosa, cuando comenzó a volcar catárticamente su corazón en su música. Siguió cosechando éxitos: “Te felicito”, con Rauw Alejandro, escaló al No. 10 en Hot Latin Songs y al No. 67 en el Hot 100 en mayo y junio de 2022, respectivamente; en noviembre, “Monotonía” con Ozuna (cuyo video muestra cómo el corazón de Shakira es arrancado y pisoteado), subió al No. 3 en Hot Latin Songs.
Con una brecha de siete años desde El Dorado — debido a que Piqué la “desanimaba”, en sus palabras — Shakira lanzó triunfalmente Las Mujeres Ya No Lloran el 22 de marzo de 2024. El álbum, su duodécimo esfuerzo de estudio, mostró una mezcla de sonidos, desde contagiosos afrobeats hasta una emotiva bachata, ritmos Tex-Mex e incluso un regreso a sus raíces de rock. Rápidamente obtuvo elogios de la crítica, debutando también en el No. 1 tanto en la lista Top Latin Albums como en Top Latin Pop Albums. Este hito hizo de Shakira la primera mujer en encabezar estos charts a lo largo de cuatro décadas. Continuando su trayectoria como una fuerza monumental, Shakira está lista para regresar al escenario con la gira mundial Las Mujeres Ya No Lloran que comenzará el 2 de noviembre — su primera desde El Dorado World Tour de 2018.
La visión temprana de Shakira de mezclar español e inglés en su música allanó el camino para los artistas de hoy, que se benefician de las puertas que ella ayudó a abrir. Al reflexionar sobre la industria musical actual, superestrellas como Bad Bunny, J Balvin y Karol G navegan carreras de alto perfil completamente en español, un testimonio de cuánto ha evolucionado la industria desde los días en que las ofertas bilingües o en inglés eran consideradas necesarias para un verdadero éxito crossover.
El éxito reciente de megaestrellas como Bunny, Balvin, Karol, y también astros de música mexicana como Fuerza Regida y Grupo Frontera — ambos colaboradores en su último álbum — también ha ayudado a artistas legendarios como Shakira a mantener su relevancia e influencia en medio del auge de la música latina, hoy el género de mayor crecimiento en Estados Unidos. Con las nominaciones al Latin Grammy 2024 anunciadas el martes (17 de septiembre), Shakira continúa recibiendo reconocimientos: actualmente compite por tres premios, incluyendo álbum del año por Las Mujeres Ya No Lloran, canción del año por la rola tejana “(Entre paréntesis)” con Grupo Frontera, y mejor interpretación de música electrónica latina por “Bzrp Music Sessions, Vol. 53 (Tiësto Remix)”.
La saga de Shakira, marcada por éxitos innovadores y desafíos personales, epitomiza la trayectoria de un verdadero titán del pop en el siglo XXI. Trazando un camino que introdujo los ritmos latinos en la conciencia global general, sus innumerables éxitos y carisma escénico han definido su carrera, y han influido sustancialmente en el panorama musical actual. Además, su resiliencia y capacidad de adaptación exhiben un modelo de empoderamiento y autenticidad artística. Al sortear dificultades personales y emerger consistentemente en la cima, Shakira no solo ha navegado por las complejidades de la música pop global, sino que ha dejado una marca indeleble en ella. Mientras celebramos a Shakira como una de las mayores estrellas pop de esta era, ella sigue siendo un pilar de innovación y resistencia. Después de todo, sus éxitos no mienten.