La Visión Recomienda: ‘Los juegos del calamar 2’

Los juegos del calamar, la exitosa serie surcoreana creada por Hwang Dong-hyuk, regresó con su segunda temporada, tras un estruendoso éxito mundial que la convirtió en un fenómeno cultural. La primera temporada, que narraba la historia de un grupo de personas que participaban en un mortal juego de supervivencia por una jugosa recompensa económica, dejó una marca indeleble en los espectadores y aumentó las expectativas para la segunda entrega. A continuación, haremos un repaso detallado de esta nueva temporada, analizando su resumen, lo destacado, lo cuestionable y algunos datos curiosos que la rodean.

La segunda temporada de Los juegos del calamar retoma la trama donde la primera terminó, con el personaje de Seong Gi-hun (interpretado por Lee Jung-jae) decidido a vengarse de aquellos responsables de los juegos mortales. Después de haber ganado el dinero y vivir con la pesadilla de haber participado en el juego, Gi-hun se convierte en el principal enemigo de los organizadores del torneo. Sin embargo, la trama toma un giro cuando se le presenta una nueva oportunidad para enfrentarse nuevamente a los poderosos responsables de los juegos.

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Foto de Netflix

La temporada se expande más allá de los participantes en los juegos, lo que permite conocer a algunos de los organizadores y, por supuesto, los jugadores de diferentes países que se ven atraídos por la posibilidad de una vida mejor. En este contexto, la serie introduce nuevos juegos, personajes y dinámicas que amplían el alcance del universo de Los juegos del calamar. Cada episodio de esta temporada profundiza en la motivación de los personajes y las sombrías intrincadas conexiones entre ellos.

En términos de narrativa, Los juegos del calamar profundiza en el concepto de poder, corrupción y las tensiones sociales en una escala global, mientras nos mantiene atrapados con giros inesperados que hacen que los juegos de supervivencia sean aún más tensos y crueles que antes.

Lo destacado

Uno de los aspectos más destacados de esta segunda temporada es su expansión del universo de Los juegos del calamar. A medida que la trama se aleja de los elementos conocidos de la primera temporada, introduce nuevos personajes y situaciones que aportan frescura y emoción a la historia. La inclusión de jugadores de diferentes países y culturas permite explorar nuevas dinámicas sociales, creando un contraste entre las personas que participan por dinero y aquellas que lo hacen por desesperación.

Además, la serie mantiene la tensión constante y la violencia explícita que caracteriza a la franquicia. Las pruebas que deben superar los jugadores en cada juego son aterradoras y despiadadas, pero al mismo tiempo, reflejan una crítica a las desigualdades sociales y económicas, lo que da un mayor trasfondo y contexto a las escenas de acción.

Otro de los aspectos que se destacó fue la evolución de los personajes principales, como Seong Gi-hun y el misterioso personaje del «Voz» (quien lidera los juegos), que profundizan en su complejidad emocional y motivaciones. La serie da espacio para explorar sus sentimientos y decisiones, lo que humaniza a los personajes y genera una mayor empatía en el público.

Foto de Netflix

Lo cuestionable

Si bien la segunda temporada de Los juegos del calamar continúa en la misma línea de tensión y drama, hay varios elementos que podrían considerarse cuestionables. Primero, el ritmo de algunos episodios es desigual, lo que podría generar una sensación de lentitud en algunos momentos clave. La serie se toma más tiempo en desarrollar ciertos giros, lo que puede resultar innecesario para algunos espectadores que prefieren un enfoque más directo y menos introspectivo.

Además, algunos de los nuevos personajes no cuentan con el mismo nivel de profundidad que los de la primera temporada, lo que puede hacer que su presencia en la serie se sienta forzada. Algunos de ellos parecen ser introducidos únicamente para avanzar en la trama de manera rápida, sin realmente aportar algo significativo a la historia en términos de desarrollo.

Otra crítica que podría hacerse es sobre la repetición de ciertos elementos de la primera temporada. A pesar de las nuevas adiciones, hay momentos en los que la serie parece reciclar ideas y giros narrativos que ya se habían visto en la primera entrega, lo que podría restar originalidad al producto final.

Foto de Netflix

Datos curiosos

1. El retorno de los creadores: Hwang Dong-hyuk, el creador de la serie, fue el encargado de dirigir nuevamente esta temporada. Su enfoque sigue siendo fundamental en la creación de la atmósfera única de Los juegos del calamar, un equilibrio entre la crítica social y el suspenso.
2. Expansión internacional: La segunda temporada no solo se enfoca en personajes coreanos, sino que introduce a jugadores de diferentes países, lo que le da un carácter más global. Los participantes de lugares como Brasil, Estados Unidos y Rusia son parte de los nuevos juegos, lo que contribuye a la internacionalización de la trama.
3. Estética visual: Como en la primera temporada, la estética visual sigue siendo una parte fundamental de la serie. Los juegos continúan desarrollándose en escenarios visualmente impresionantes, pero a la vez aterradores, que refuerzan la sensación de claustrofobia y desesperación.
4. La controversia de las muertes: Aunque los juegos siguen siendo mortales, algunos de los seguidores más fieles de la serie se han mostrado preocupados por el tratamiento de las muertes en la segunda temporada, ya que algunas de ellas se sienten excesivas o innecesarias para el desarrollo de la trama.
5. Efecto cultural: La influencia de Los juegos del calamar en la cultura pop es innegable. Desde memes hasta disfraces en Halloween, la serie ha logrado captar la atención global de tal manera que incluso el juego de «luz verde, luz roja» se convirtió en uno de los desafíos virales más populares en plataformas sociales.