La cantante y actriz británica Marianne Faithfull, conocida mundialmente por su canción «As Tears Go By», falleció a los 78 años en Londres, según informó un portavoz el jueves 30 de enero. La artista, que dejó una huella imborrable en la música y la cultura pop, falleció tranquilamente, rodeada de su familia.
Un legado marcado por el sexo, drogas y rock n’ roll
Marianne Faithfull nació el 29 de diciembre de 1946 en Londres, en el seno de una familia con una historia fascinante. Su padre fue espía y su madre descendía del barón von Sacher-Masoch. A lo largo de su vida, Faithfull sobrevivió a numerosas adversidades, incluidas las sobredosis, el alcoholismo, el cáncer y hasta el coronavirus, que la obligó a estar hospitalizada durante tres semanas.
Conocida por su relación con Mick Jagger y su participación en la escena musical de los años 60, Faithfull se convirtió en una figura emblemática del «sexo, drogas y rock n’ roll», un fenómeno que definió la juventud de esa época. A pesar de las turbulencias de su vida, Faithfull nunca dejó de ser una figura admirada en la música.
Inicios musicales y su relación con los Rolling Stones
Marianne Faithfull fue descubierta por Andrew Oldham, el productor de los Rolling Stones, en 1963, cuando ella cantaba baladas en un bar. Fue entonces cuando Oldham la describió como «un ángel voluptuoso» y la contrató para grabar su primera canción, «As Tears Go By», escrita por Keith Richards y Mick Jagger. El éxito inmediato de la canción la catapultó a la fama y la convirtió en una de las artistas más destacadas de la escena musical británica.
A lo largo de su carrera, Faithfull continuó cosechando éxitos con canciones como «Come and Stay With Me», «This Little Bird» y «Summer Nights». Sin embargo, fue su vida personal y las controversias en torno a sus relaciones lo que realmente la colocó en el centro de atención.
Romance con Mick Jagger y la influencia de la contracultura
En 1966, Faithfull inició una relación con Mick Jagger, lo que la llevó a mudarse con él y dejar atrás a su marido y a su hijo. Durante este período, Faithfull fue profundamente influenciada por Jagger, quien la introdujo en el mundo del ballet, la ópera y la literatura. Las experiencias y el entorno artístico de esa época se reflejaron en su música, incluida su canción «Sister Morphine», que fue censurada en su momento pero más tarde versionada por los Rolling Stones.
La relación de Faithfull con Jagger fue un reflejo de la época de efervescencia cultural y contracultural que definió los años 60, llena de drogas, música experimental y una actitud de rebeldía. Sin embargo, su vida también estuvo marcada por momentos de profundo sufrimiento, como la pérdida de la custodia de su hijo y una serie de experiencias traumáticas relacionadas con su adicción a la heroína.
Marianne Faithfull. EFE/Jean-Christophe Bott/Archivo
Una carrera marcada por la reinvención
A pesar de sus problemas personales y su adicción a las drogas, Marianne Faithfull fue una artista que logró reinventarse a lo largo de su carrera. Tras un periodo oscuro en su vida, Faithfull resurgió en la década de 1980 con su álbum «Broken English», que fue considerado como el álbum de su vida. En sus propias palabras, «Lo que tengo que hacer antes de morir es mostrar lo que tengo en el estómago y decir quién soy».
Este álbum marcó el inicio de una nueva etapa en la carrera de Faithfull, quien se alejó de la vida de excesos para centrarse en su música. A lo largo de los años, colaboró con artistas de renombre como PJ Harvey, Nick Cave, Elton John y Metallica, lo que consolidó su estatus de icono musical.
Los últimos años y el impacto de su música
En sus últimos años, Faithfull continuó creando música que resonaba con su audiencia. En 2016, después de los atentados en París, lanzó la canción «They Come at Night», un reflejo de la pérdida y la soledad. Su último álbum, «Negative Capability» (2018), recibió elogios de la crítica por su profundidad y la meditación sobre su vida y legado.
Marianne Faithfull siempre desafió las expectativas sobre las mujeres en la música. A pesar de las adversidades y la imagen pública de «princesa, puta, estrella de rock», como ella misma se describió, nunca dejó que las opiniones ajenas definieran su arte. «Realmente nunca me ha importado cómo me ven los demás. Solo sé que soy una artista viva», declaró en 1995, reafirmando su identidad como artista.