Netflix hizo tendencia contar de forma dramatizada la historia de los grandes criminales latinoamericanos. La serie Narcos, estrenada en 2015, analizó las complicadas relaciones entre la política y los negocios sucios en el continente. Lo que convirtió a la premisa, en un análisis acerca de la cultura que sostiene una red de influencia corrompida, basada en el poder de las armas. Mucho más, creo un tipo de argumento que mezclaba el ritmo del drama, con un trasfondo violento y feroz.
Algo de ambas cosas hay en Griselda de Netflix, creada por Doug Miro, Eric Newman, Carlo Bernard e Ingrid Escajeda. La historia cuenta el ascenso de Griselda Blanco (interpretada por una irreconocible Sofía Vergara), como centro del tráfico de drogas en Medellín (Colombia). Pero además, reflexiona acerca de cómo el ecosistema social de la zona, permitió que lo que comenzó como una historia de venganza, se transformara en un imperio delictivo. El guion de Doug Miro, Ingrid Escajeda y Eric Newman analiza el mal moral, la corrupción y la violencia a través de una premisa que podría resultar conocida. Una mujer, que sin tener los conocimientos y mucho menos, los contactos o los medios, termina por encontrar su lugar en el violento mundo criminal. Eso, gracias a su astucia, sentido de la oportunidad y sagacidad.
Lo destacable
La trama guarda cierto parecido con el que rodeó al personaje de Teresa Mendoza (Kate del Castillo) en la serie La reina del sur. Pero, a diferencia de la adaptación de la obra de Arturo Pérez-Reverte. Griselda tiene mucho más interés en el intricado ascenso de la figura titular, como centro del crimen organizado. Un elemento que hace que el argumento ponga mucha más atención en las estrategias y los movimientos de las piezas del poder, que en cualquier elemento íntimo de Griselda Blanco. La mujer interpretada por Vergara, tiene un instinto feroz para utilizar la violencia a su favor. También, un conocimiento profundo acerca de cómo lograr todo tipo de alianzas que le permitan sostenerse con facilidad. Lo que la convierte en una líder nata de un imperio tenebroso construido a pulso.
Si algo llama la atención de Griselda, es que se aleja del estereotipo de la mujer víctima que termina por crecer a pesar de sus tragedias. En esta ocasión, se trata de una criminal consciente del mundo que se mueve y los recursos que puede utilizar a su favor. El matiz hace de la serie un escenario mucho más interesante que uno de caída en los infiernos o de una mujer herida que no tiene más remedio que luchar. Desde su primer capítulo, la Griselda de Vergara está construyendo la idea de hacerse imbatible. Porque, de hecho, lo importante en la historia es la grandeza que Griselda aspira a obtener.
Para lo que la serie dedica una buena cantidad de tiempo, en construir un escenario creíble. La Medellín de Griselda Blanco — ambientada en la década de 1970 — es una ciudad vistosa y llena de vida con un trasfondo oscuro y peligroso. A la vez, un espacio en que diversas mafias e hilos de poder, se conectan entre sí. Para la ocasión, la trama muestra a su personaje cuando ya tienes algunas deudas con la ley y está en plena huida a Miami. La historia hace un buen trabajo en evitar la mayoría de los clichés sobre delincuentes y se concentra en hacer creíble su entorno. Para cuando comienza la historia, ya Griselda ha demostrado su habilidad y fortaleza. Por lo que el primer capítulo, la muestra utilizando todas esas capacidades para afrontar una posible derrota.
Lo cuestionable
Es evidente que la serie, intenta mostrar a Griselda como el punto principal de la corrompida Medellín. Al mismo, todo lo que ocurrió en tres décadas de brutalidad criminal. No siempre lo logra. Los capítulos de transición entre sus huidas y cambios físicos son torpes y poco inspirados. Pero en conjunto, la producción es interesante y bien construida. También, con un mejor ritmo de la que tuvo Narcos y otras producciones semejantes. Ya sea por ambición, despreocupación o porque el guion es mucho más que una serie de todo tipo de detalles sobre el narcotráfico, Griselda sorprende. No tanto como podría, pero sí lo suficiente, para ser uno de los mejores contenidos de Netflix en la actualidad.
¿Sabías qué?
- En la actualidad, el hijo de Griselda Blanco y Darío Sepúlveda vive en Colombia con su pareja y sus tres hijos. En tanto, dirige su propio emprendimiento: Puré Blanco, un programa que llevó el nombre de su madre.
- Su hijo menor, Michael Corleone Blanco, también ha sido centro de atención en los últimos días no solo por su mamá, también porque está promocionando su libro ‘Mi Madre, La Madrina’, en donde relata cómo fue su vida junto a su progenitora, una de las criminales y narcotraficantes más temidas de Colombia en las décadas de 1970 y 1980.
Ficha Técnica
Título original: Griselda
Año: 2024
País: Colombia/ Estados Unidos
Dirección: Andrés Baiz
Guion: Ingrid Escajeda
Duración: 6 episodios
Reseña
La Visión Recomienda: Griselda
La astuta y ambiciosa empresaria colombiana Griselda Blanco crea uno de los cárteles más rentables de la historia.
PROS
- Escenografía
- Reparto
- Trama
CONS
- Acción
Review Breakdown
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Actuación
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Escenografía
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Trama