Tras el arresto de Sean “Diddy” Combs, productor acusado de tráfico sexual y crimen organizado, la justicia determinó que deberá esperar su juicio en una prisión federal de Brooklyn, Nueva York. Sin embargo, hay quienes alertaron sobre los riesgos que enfrentaría el productor en dicho centro penitenciario.
El famoso rapero y empresario de 54 años fue detenido en un lujoso hotel de Manhattan el último 16 de septiembre, y actualmente se encuentra recluido en el Centro de Detención Metropolitano (MDC) tras serle denegada la libertad bajo fianza en dos ocasiones.
El MDC, un espacio de reclusión con antecedentes de violencia y condiciones deplorables, previamente alojó a reclusos de alto perfil como el cantante R. Kelly y Ghislaine Maxwell, la cómplice de Jeffrey Epstein. “Comida con cucarachas, duchas con moho y hacinamiento extremo son quejas comunes en el lugar”, consignó un informe de Los Angeles Times.
Según el Daily Mail, los “suicidios y asesinatos” han sido frecuentes en esa instalación en los últimos meses, dato que ha generado preocupación por la posibilidad de que la cabeza del rapero ya tenga precio entre los reclusos.
Uno de los comentarios más contundentes llegó de parte del comediante Eddie Griffin, quien comparó la situación de Combs con la de Jeffrey Epstein, el financiero estadounidense que murió en circunstancias sospechosas mientras aguardaba juicio por cargos de tráfico sexual.
A través de su canal de YouTube, Griffin declaró: “Él es un hombre muerto, eso es seguro”.
“Apuesto que hay una recompensa de $100 millones por su cabeza en la penitenciaría ahora mismo”, citó el Daily Mail.
Griffin también arremetió contra el estilo de vida de Combs, aludiendo a las fiestas sexuales que este organizaba, eventos en los que presuntamente drogaba a mujeres para participar en orgías denigrantes. “Tu ego se salió de control porque controlabas todo en esas fiestas locas… ahora te has cortado los pies y las manos, y tu cabeza es lo siguiente”, añadió el comediante.
Los abogados del rapero habían destacado las condiciones inseguras del MDC en su solicitud de fianza, citando varios decesos recientes dentro de la instalación. Según People, solo en los últimos tres años, al menos cuatro reclusos han muerto por suicidio. Además, la prisión fue noticia en junio de 2024 cuando un acusado, Uriel Whyte, fue asesinado a puñaladas mientras esperaba juicio.
El equipo legal de Combs ha intentado, sin éxito, que se le conceda arresto domiciliario con una fianza de $50 millones. Proponían que el rapero permaneciera en su mansión en Star Island, Miami, bajo estricta vigilancia, sin acceso a dispositivos electrónicos ni mujeres fuera de su círculo familiar. No obstante, la jueza del caso, Andrew L. Carter, consideró que la oferta no era suficiente para garantizar la seguridad pública ni evitar una posible fuga del acusado.
Una vez internado en el MDC, insiders reportaron a PEOPLE que Combs había sido puesto bajo vigilancia suicida como una medida de prevención. “Está siendo tratado como cualquier otro detenido que espera juicio”, consignó la revista.
Del mismo modo, fuentes del periódico Los Angeles Times, confirmaron que esta es una acción de rutina en casos de alto perfil y se ejecuta para proteger al acusado, quien debe responder ante la justicia en las próximas semanas.
El gobierno federal acusa a Combs de haber orquestado un elaborado sistema de tráfico sexual en el que manipulaba y coaccionaba a mujeres, muchas veces usando drogas como ketamina, cocaína y oxicodona, para que participaran en “fiestas salvajes”. Los encuentros sexuales, que presuntamente duraban varios días, a menudo eran grabados sin el consentimiento de las víctimas, y se llevaron a cabo de manera rutinaria desde al menos 2009 hasta 2024, según el acta de acusación.
Combs, que se ha declarado no culpable, enfrenta una pena mínima de 15 años de prisión si es condenado por tráfico sexual, y podría pasar el resto de su vida en la cárcel si también es hallado culpable de los cargos de crimen organizado.