La emblemática residencia de Billy Joel en el Madison Square Garden de Nueva York concluyó este jueves, marcando el final de una era que duró una década. El cantante, que acaba de cumplir 75 años, realizó un total de 104 conciertos con entradas completamente vendidas: 1,9 millones de boletos. Así, el “Piano Man” se consolida como una figura icónica del lugar, al igual que los Knicks y los Rangers.
La práctica distintiva de Joel de no vender entradas de primera fila formó parte esencial de sus presentaciones durante esta residencia. En una entrevista con Billboard en 2014, el artista explicó que esta medida buscaba asegurarse de que los boletos fueran adquiridos por auténticos fanáticos. “Nunca vendemos las primeras filas, reservamos esas entradas en casi todos los conciertos. Durante años, los revendedores conseguían las entradas y revendían las primeras filas por cantidades ridículas de dinero”, aseguró.
Esta estrategia surgió de su frustración al ver a individuos ricos, a quienes él se refería como “cadena de oro”, ocupando esos espacios preferenciales sin mostrar entusiasmo. “Me harté un poco de eso, ¿quiénes diablos son estas personas? ¿Dónde están los verdaderos fans? Resulta que los verdaderos fans siempre estaban en la parte de atrás de la sala, en los peores asientos”, añadió durante la misma entrevista.
Para remediar esta situación, el equipo de Joel selecciona a los fans de la parte trasera del estadio y los traslada a las primeras filas. “Ahora nosotros guardamos esas entradas y yo envío a mi equipo de gira a la parte trasera de la sala cuando entra el público y ellos sacan a la gente de los peores asientos y los llevan a las primeras filas”, explicó. Este método, aunque conlleva una pérdida financiera significativa, ha resultado gratificante para el artista. “Son el mejor público, los que más ruido hacen, los más entusiastas”, aseguró.
Billy Joel subió al escenario del Madison Square Garden por primera vez el 14 de diciembre de 1978, poco después del lanzamiento de su álbum “52nd Street”. Desde entonces, se ha convertido en una figura familiar en este icónico estadio. En 2014, inició su residencia mensual en el Garden, con una primera actuación el 27 de enero de ese año. Esta serie de presentaciones continuó hasta 2020, cuando la pandemia obligó a pausar los conciertos hasta noviembre de 2021.
Joel nació en Nueva York y creció en Levittown, en la sección Hicksville. Su debut discográfico, “Cold Spring Harbor” de 1971, lleva el nombre de un pueblo en Long Island, lo que refuerza aún más su conexión con la ciudad. La portada del álbum muestra un retrato de un joven Joel en Harbor Road, en el mismo pueblo.
Billy Joel ha sostenido su postura en contra de los revendedores durante años, implementando diversas medidas para combatir la reventa de entradas. “Hemos intentado descubrir cómo vencer a los revendedores durante años y años”, dijo, mencionando estrategias como retrasar la venta hasta el último minuto, el uso de pulseras y la limitación de la cantidad de entradas que una persona puede adquirir.
Sin embargo, las implicaciones financieras de esta política no le importan tanto a Joel como la experiencia de sus verdaderos seguidores. “Espero que no hayas pagado más que el valor nominal de esa entrada, porque no valemos más que eso y no vas a conseguir nada más que eso”, expresó.
La práctica de no vender las entradas de primera fila fue iniciada hace aproximadamente 25 años, cuando Joel se molestó al ver a personas que habían pagado exorbitantes cantidades de dinero ocupando esos asientos. “Las entradas de la primera fila son siempre de revendedores: siempre hay alguien que pagó demasiado dinero para ser un pez gordo y se sienta en la primera fila”, reafirmó en 2017 en “Jimmy Kimmel Live!”.
El legado de Billy Joel en el Madison Square Garden se ha consolidado a lo largo de estos 10 años, y aunque su residencia regular llegue a su fin este jueves, su impacto perdurará en la memoria de sus fans y en la historia de este prestigioso escenario.