Justin Baldoni, director y coprotagonista de la película It Ends With Us, ha demandado a Blake Lively y su esposo Ryan Reynolds, alegando que la famosa pareja de Hollywood intentó «destruirlo» a él y a su carrera tras apoderarse de su película y manipular su producción. Esta demanda es la más reciente escalada en una batalla legal que ha mantenido al mundo del cine y los medios de comunicación en vilo.
La demanda de Justin Baldoni contra Blake Lively y Ryan Reynolds
La demanda de Baldoni, presentada en el Distrito Sur de Nueva York, describe en detalle cómo la estrella de Gossip Girl y su esposo supuestamente usaron su poder e influencia para apoderarse de la película, una adaptación del popular libro It Ends With Us. «Este no es un caso sobre celebridades criticándose entre sí en la prensa. Este es un caso sobre dos de las estrellas más poderosas del mundo desplegando su enorme poder para robar una película completa de las manos de su director y estudio de producción», afirma la demanda.
Según los documentos legales, Lively, una de las celebridades más conocidas del mundo, utilizó su influencia para tomar control de la película, que fue dirigida por Baldoni y producida por su compañía Wayfarer Studios. La demanda sostiene que Lively no solo se apoderó del proyecto, sino que también orquestó una campaña de difamación contra Baldoni, acusando al director de conductas inapropiadas y tratando de destruir su carrera.
Los cargos y la petición de indemnización
Baldoni, junto con su compañía Wayfarer Studios, su socio productor Jamey Heath, su gerente de crisis Melissa Nathan y su publicista Jennifer Abel, demandan a Lively, Reynolds y su equipo por extorsión civil, difamación e invasión de la privacidad. La demanda de 179 páginas solicita una indemnización de US$ 400 millones y exige un juicio con jurado. Además, el texto acusa a Lively de secuestrar el estreno de la película y de destruir las reputaciones y los medios de vida de los demandantes.
Baldoni asegura que la campaña de Lively no solo dañó su imagen, sino que también afectó el sustento de las personas involucradas en la producción de la película. «Lively robó la película de Wayfarer, secuestró el estreno de Wayfarer, destruyó las reputaciones personales y profesionales de los demandantes», se lee en la demanda.
Nicole Rivelli/Sony Pictures
La acusación de difamación y la respuesta de Blake Lively
La disputa entre Lively y Baldoni comenzó en diciembre, cuando Lively presentó una queja de derechos civiles, acusando a Baldoni de acoso sexual durante la producción de It Ends With Us y de represalias por haber hablado sobre su experiencia. Lively alegó que Baldoni hizo comentarios y adoptó comportamientos inapropiados durante el rodaje, lo que llevó a un ataque público en su contra.
Sin embargo, Baldoni niega estas acusaciones, afirmando que Lively y su equipo han sido los responsables de una campaña de difamación en su contra. En su nueva demanda, Baldoni acusa a Lively de mentir sobre el supuesto acoso y de tratar de desviar la culpa de sus propios errores. «Lively se volvería a presentar como la mártir sufrida al retratar a Baldoni y Wayfarer como sus perseguidores», afirman los abogados de Baldoni.
El conflicto por la dirección creativa de It Ends With Us
El caso también aborda las diferencias creativas entre los involucrados en la producción de la película. It Ends With Us, que explora la violencia doméstica a través de la historia de la protagonista interpretada por Blake Lively y el personaje de Baldoni, ha sido un proyecto muy esperado. La película ha recaudado más de US$ 350 millones en taquilla a nivel mundial, pero la demanda sugiere que Lively intentó tomar el control creativo del proyecto de manera poco ética.
Según la demanda, Lively buscó hacer cambios no autorizados al guion y presionó para que su esposo, Ryan Reynolds, reescribiera una escena. Además, se alega que Lively convocó a Baldoni a su apartamento en Nueva York para discutir sobre el guion, donde se plantearon cambios importantes en el guion que Baldoni no aprobaba. A pesar de las tensiones, Baldoni expresó su aprecio por los esfuerzos de Lively, pero parece que hubo un desacuerdo fundamental sobre el rumbo creativo del proyecto.
EFE/EPA/Nils Meilvang
La participación de Ryan Reynolds y la creciente tensión
Ryan Reynolds, conocido por su éxito en películas como Deadpool, también está involucrado en esta batalla legal. Baldoni ha mencionado en su demanda que Reynolds jugó un papel en manipular la producción, al apoyar públicamente las ideas creativas de Lively. «Cuando la reunión estaba terminando, una persona famosa, con una amistad pública con Reynolds y Lively, entró en la habitación y comenzó a elogiar el guion de Lively», reza la demanda, insinuando que el actor estaba tratando de influir en Baldoni.
Además, Baldoni acusó a Reynolds de hacer comentarios despectivos sobre su físico, específicamente sobre el peso de Lively, lo que según él contribuyó a aumentar la tensión en el set.