Daisy Ridley, la reconocida actriz de Star Wars, ha revelado públicamente que ha sido diagnosticada con la enfermedad de Graves, una condición autoinmune que afecta la glándula tiroides. La noticia fue compartida en una entrevista exclusiva con la revista Women’s Health, en la cual la actriz detalló cómo recibió el diagnóstico el pasado septiembre.
Durante el rodaje del thriller Magpie, Ridley comenzó a notar que algo no estaba bien con su salud, lo que la llevó eventualmente a descubrir su condición médica.
Ridley explicó que inicialmente atribuyó sus síntomas a la tensión derivada de su último papel. “Pensé, ‘Bueno, acabo de desempeñar un papel muy estresante; presumiblemente por eso me siento mal’”, relató la actriz en la entrevista. Sin embargo, su médico general (GP) la instó a visitar a un endocrinólogo tras experimentar síntomas como un ritmo cardíaco acelerado, pérdida de peso, fatiga y temblores. Estos síntomas son típicos de la enfermedad de Graves, que produce un exceso de hormona tiroidea en el cuerpo.
El endocrinólogo de Ridley le explicó que la enfermedad de Graves puede hacerte sentir “cansado pero hiperactivo”, lo cual tuvo sentido para la actriz: “Me resultó curioso, porque pensé, ‘Oh, solo pensaba que estaba molesta con el mundo,’ pero resulta que todo está funcionando tan rápido que no puedes relajarte”.
Desde su diagnóstico, la actriz ha comenzado un régimen de medicación diaria y ha incluido varias medidas de bienestar en su rutina, tales como saunas de infrarrojos, crioterapia, masajes, acupuntura y baños. Además, Ridley ha optado por seguir una dieta sin gluten para reducir la inflamación. “No soy súper estricta al respecto, pero reducir el gluten en general me hace sentir mejor”, comentó Ridley durante la entrevista.
Según la Clínica Mayo, la enfermedad de Graves es un “trastorno del sistema inmunológico que afecta la glándula tiroides. Hace que el cuerpo produzca demasiada hormona tiroidea”, lo cual lleva al hipertiroidismo. Aunque cualquier persona puede padecer la enfermedad de Graves, es más común en mujeres y en personas mayores de 30 años.
Daisy Ridley no es la única figura pública que ha hablado abiertamente sobre la enfermedad de Graves. En 2018, la presentadora de televisión Wendy Williams también reveló su diagnóstico de esta enfermedad, y tuvo que tomar una pausa de tres semanas de su programa de entrevistas debido a los malestares.
En el caso de Ridley, la actriz detalló cómo ha integrado varias terapias y tratamientos en su vida cotidiana para manejar la enfermedad. Las saunas de infrarrojos, por ejemplo, son conocidas por su capacidad para aliviar el estrés y ayudar en la desintoxicación. La crioterapia, que implica exponerse a temperaturas extremadamente bajas durante cortos períodos de tiempo, también tiene beneficios potenciales en la reducción de la inflamación y el alivio del dolor, según diversas investigaciones médicas. Los masajes y la acupuntura son prácticas que pueden contribuir a relajar los músculos y aliviar la tensional física y emocional.
La enfermedad de Graves, si bien manejable con tratamientos adecuados, presenta desafíos significativos. La hormona tiroidea en exceso puede afectar múltiples órganos del cuerpo, lo cual requiere un monitoreo constante y una adaptación en el estilo de vida del paciente.
La difícil experiencia de Star Wars
El pasado mayo, Ridley reveló que su paso por la franquicia más exitosa del cine, Star Wars, había sido un verdadero martirio. La actriz tuvo que lidiar con fans tóxicos, agotadoras ruedas de prensa, largas horas de rodaje y críticas constantes; algo que probablemente se volvió más difícil si se toma en cuenta que, probablemente, la enfermedad comenzaba a gestarse en su cuerpo.
“Nunca había viajado tanto ni había hecho ruedas de prensa, y mi cuerpo lidia con el estrés de una manera muy física, por lo que mi instinto manifestaba una reacción emocional al viajar alrededor del mundo, la gente saludándome en la calle. Y yo preguntando: ‘¿Qué está pasando?’ Era preocupante”, declaró la actriz en entrevista con The Times, donde también reveló que estaba sufriendo del síndrome del impostor. Esto debido a que llegó a considerar que no había sido la elección correcta para protagonizar esta saga.