Al hablar de Marvel, muy pocas veces se menciona a uno de sus más brillantes antihéroes: Blade. El personaje, que en su versión adaptada al cine fue interpretado por Wesley Snipes en tres películas, tuvo uno de los peores finales tanto dentro como fuera de cámaras. El nombre de ese gran fracaso se llamó Blade Trinity, una película que pasaría a la historia como uno de los peores films de la carrera de su protagonista.
El rodaje se convirtió en uno de los episodios más turbulentos en el cine de superhéroes, marcando un amargo final para Snipes en el papel que marcó para siempre su carrera artística y por el que muchos lo recuerdan hasta hoy. Desde el inicio, el largometraje enfrentó problemas significativos que desencadenaron en un rodaje tenso, una demanda, rumores y mucho más.
La muerte del guion de “Blade: Trinity” original
Se puede decir que la génesis de los problemas vino de donde nunca debe haber complicaciones: el guion. En un comienzo, la trama iba a girar en torno a Blade cuestionando su humanidad mientras la Tierra era invadida por vampiros: “Hay una escena donde Blade confronta a un sujeto por cosechar humanos. Esa escena debía ser la base de toda la película. Blade está luchando por el último vestigio de humanidad”.
El argumento, que se caracterizaba por su madurez y oscuridad, podría haber sido el cierre perfecto para una trilogía que apuntaba a convertirse en una de las mejores hechas sobre un personaje de Marvel. Sin embargo, esta historia no iba a acabar bien para el cazavampiros y mucho menos para el legado de Snipes.
Después de una reevaluación del estudio, la producción decidió no seguir el guion original escrito por Goyer, considerándolo demasiado sombrío y distópico. De tal manera, según los testimonios de Patton Oswalt, los productores optaron por una premisa más simple. Oswalt explicó a AV Club: “Pensaron que era demasiado deprimente, así que decidieron simplemente poner a Blade combatiendo a Drácula”.
En ese momento no lo sabían, pero esa decisión iba a ser solo el comienzo de muchos problemas.
Wesley Snipes y sus líos con el elenco, el director y la producción
Entre las varias historias detrás de la producción está una sobre un problema bastante grave. Según un artículo de The AV Club, David Goyer, el director, que ya venía con presiones de New Line sobre cambios en el guion de la película, vivió un tenso episodio con Wesley Snipes cuando este, en una discusión dentro del set, lo estranguló.
El comediante Patton Oswalt, en una entrevista con el mismo medio, aseguró que Wesley “intentó estrangular al director”, lo que provocó que Goyer se viera forzado a contratar un grupo de motociclistas como su seguridad personal: “David les dijo: ‘Les pagaré todas sus bebidas si se presentan en el set mañana y fingen ser mi seguridad’”, recordó Oswalt. Al día siguiente, los motociclistas aparecieron, lo que causó que “Wesley se asustara y se retirara a su tráiler”.
No obstante, Snipes refutó vehementemente esta versión de los hechos en una entrevista con The Guardian en 2020: “Déjame decirte una cosa. Si hubiera intentado estrangular a David Goyer, probablemente no estarías hablando conmigo ahora”. El intérprete argumentó que cualquier intento de agresión física habría resultado en su encarcelamiento. “Un negro musculoso estrangulando al director de una película es irse a la cárcel, te lo garantizo… nunca sucedió”.
Pero sus líos con el director no fueron los únicos, ya que el actor también tuvo problemas de comunicación con sus coestrellas y miembros de la producción. Según Oswalt, Snipes se aisló cada vez más, y sólo se comunicaba a través de notas adhesivas o Post-its que al final iban firmados diciendo “De Blade”.
“Wesley estaba jodidamente loco de una manera hilarante. No salía de su tráiler y fumaba marihuana todo el día”, señaló Patton. Sin embargo, nuevamente, Snipes aseguró que todas estas acusaciones eran falsas y que todo se trataba de un episodio de racismo contra su persona.
“Esto forma parte de los retos a los que nos enfrentamos los afroamericanos en Estados Unidos: las microagresiones. La presunción de que un hombre blanco puede hacer una afirmación y que esa afirmación es cierta ¿Por qué la gente cree que su versión es cierta? Porque están predispuestos a creer que el negro es siempre el problema”.
La hostilidad se extendió también hacia otros miembros del elenco, como Ryan Reynolds. Según Chris Parry, un reportero de Spin, el actor no se refería a sus coprotagonistas por sus nombres y llamaba a Reynolds “cracker” (un “chistoso” o “payaso” de forma despectiva). Un ejecutivo anónimo citado por el medio afirmó que el protagonista decía cosas como: “dile a ese payaso que salga de mi campo de visión” y “dile a ese chistoso que se aprenda sus líneas”.
De ese incidente se creó el rumor de que a Wesley nunca le agradó Ryan y que nunca podrían volver a trabajar juntos dentro del mismo set. Sin embargo, tras el estreno de Deadpool & Wolverine, donde Snipes volvió como Blade tras 20 años, el confirmó que en realidad nunca hubo rencillas entre ellos. “Es una broma, llevamos dos décadas jugando a esto”, señaló.
De hecho, en una entrevista pasada con IGN, el mismo Reynolds recalcó que Snipes se tomó muy en serio su actuación de método mientras estaba en el set: “Nunca conocí a Wesley, sólo conocí a Blade”. Asimismo, dio a entender que todas esas historias que surgieron habían sido magnificadas y que nunca hubo situaciones tan graves.
Una denuncia millonaria y su carrera después de “Blade”
Bien dicen que lo que mal empieza, mal termina. Blade: Trinity no fue la excepción a ese dicho, pues una vez finalizado el rodaje, el film se vio envuelto en una controversia legal cuando Wesley Snipes decidió demandar al estudio New Line Cinema y al propio director David Goyer en 2005.
En aquel entonces, el actor señaló que el estudio “no le pagó su salario completo y lo excluyó deliberadamente de las decisiones de casting y del proceso cinematográfico”, a pesar de ser uno de los productores. Snipes también afirmó que su tiempo en pantalla fue reducido a favor de sus co-estrellas, Ryan Reynolds y Jessica Biel, cuyos roles aumentaron significativamente tras los cambios en el guion.
Finalmente, la demanda se resolvió, pero con un acuerdo a puertas cerradas. La película, que se lanzó en 2004, no logró alcanzar las expectativas ni como espectáculo ni como producción taquillera al llevarse USD 132 millones de dólares. Si bien, superó la recaudación de la primera película, se quedó por debajo de la segunda, que había alcanzado los USD 150 millones.
Y ese fue el fin de Blade, un personaje que, con la llegada de nuevas propuestas cinematográficas enfocadas en superhéroes, poco a poco terminaría guardado en un baúl. Asimismo, la carrera de Wesley tampoco tuvo mayor gloria. Wesley Snipes apareció en otras producciones como The Contractor, Gallowwalker y Game of Death. Inicialmente iba a ser uno de los cuatro protagonistas de la película de guerra Miracle at St. Anna (2008) de Spike Lee, pero tuvo que abandonar debido a problemas fiscales, siendo reemplazado por Derek Luke.
En 2014, Snipes regresó con Brooklyn’s Finest como Casanova ‘Caz’ Phillips, su primera película desde 2004. Más adelante, en 2010, no pudo participar en Los indestructibles, porque no tenía permiso para salir de EE.UU., pero apareció en la tercera entrega un par de años más tarde. Su papel en Mi nombre es Dolemite (2019) recibió críticas positivas y varias nominaciones.
No fue sino hasta 2024 que Snipes retomó su papel de Blade en Deadpool & Wolverine de Marvel Studios. Junto a Ryan Reynolds, manteniendo su participación en secreto hasta el estreno, se volvió a colocar el traje de cazavampiros. Esto generó reacciones positivas y le valió dos Récords Mundiales Guinness por la carrera más larga como personaje de Marvel en acción real y el mayor intervalo entre apariciones de personajes en películas de Marvel.