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La disputa legal entre Blake Lively y Justin Baldoni ha dado un giro inesperado, incluyendo referencias a la famosa serie Game of Thrones. La demanda de Baldoni contra Lively y su esposo, Ryan Reynolds, ha captado la atención de los medios, con la acusación de que la pareja intentó “destruir” su reputación durante la producción de la película It Ends With Us. Baldoni busca una indemnización de US$ 400 millones, además de un juicio con jurado.
La demanda de Baldoni y las acusaciones de acoso
El conflicto comenzó en diciembre, cuando Blake Lively presentó una queja ante el Departamento de Derechos Civiles de California, alegando acoso sexual por parte de Justin Baldoni y una presunta campaña para perjudicar su imagen. En respuesta, Baldoni demandó a Lively y Reynolds, alegando que ambos habían manipulado los hechos y orquestado una difamación en su contra.
El periodista del New York Times que cubrió el caso publicó un informe detallado que incluía las acusaciones de Lively. Baldoni, en un giro dramático, demandó al periódico por US$ 250 millones, acusando al medio de colaborar con el equipo de Lively para manipular la información a su favor. A pesar de las críticas, The New York Times respaldó su reportaje, desestimando las acusaciones.
Fotograma cedido por Sony Pictures de la película ‘It Ends With Us (‘Romper el círculo’). EFE/ Sony Pictures
Game of Thrones y los mensajes de texto
Uno de los elementos más inusuales en esta batalla legal es la aparición de Game of Thrones. Según la demanda de Baldoni, Lively habría hecho referencia a la exitosa serie en mensajes de texto intercambiados entre ambos. En uno de los textos, Lively se comparaba con la icónica Daenerys Targaryen, conocida como Khaleesi, de Game of Thrones, mencionando que tenía «dragones» para proteger a aquellos por los que luchaba.
“Si alguna vez ves ‘Game of Thrones’, apreciarás que soy Khaleesi, y como ella, resulta que tengo algunos dragones», decía el texto, según la demanda de Baldoni. Los “dragones” habrían sido una alusión a la amiga cercana de la pareja, la cantante Taylor Swift, según interpretaciones de los medios.
Este intercambio de mensajes de texto ha desatado especulaciones en las redes sociales, con muchos usuarios comentando que, si Lively se comparó con la “Madre de Dragones”, podría haber sido un error, dado que el personaje de Daenerys es visto por algunos como una villana en la serie.
Emilia Clarke como Daenerys Targaryen en «Game of Thrones». Helen Sloan/HBO
La relación profesional entre Lively y Baldoni
Blake Lively y Justin Baldoni trabajaron juntos en la película It Ends With Us, basada en la exitosa novela de Colleen Hoover. Además de ser los protagonistas de la película, Baldoni también dirigió el proyecto, mientras que Lively participó como productora. La trama de la película, que aborda temas de violencia doméstica, fue una de las razones por las cuales ambos actores estuvieron en estrecha colaboración durante el rodaje.
En los mensajes de texto revelados en la demanda, Baldoni elogia a Lively por su talento y su contribución al guion, indicando que ella ayudó a hacer la película “más divertida e interesante”. En uno de los intercambios, Baldoni expresa su gratitud por trabajar juntos, y Lively le responde asegurando que su único objetivo es ayudar a Baldoni y al proyecto a tener éxito.
El impacto en la opinión pública
La batalla legal entre Lively y Baldoni no solo ha estado marcada por acusaciones legales, sino también por un intenso debate en la opinión pública. Mientras Lively presenta su versión de los hechos como una víctima de acoso y represalias, su equipo legal ha señalado que la demanda de Baldoni es un intento típico de un «abusador» que intenta voltear la narrativa en su beneficio.
Por otro lado, el hecho de que Game of Thrones se haya incluido en los mensajes de texto ha generado una gran cantidad de comentarios y especulaciones en redes sociales. Algunos señalan que la comparación de Lively con Khaleesi podría haber sido inapropiada, mientras que otros se enfocan en la controversia sobre el contenido de los textos y las posibles manipulaciones de las pruebas.
