Este año ha sido emocionante para Ariana Grande: su álbum, Eternal Sunshine, se lanzó en marzo, y también interpretará a Glinda en la adaptación cinematográfica de Wicked en noviembre. Esta noche, la superestrella llega a la alfombra roja de la Met Gala con un estilo glorioso. La cantante eligió para el evento un look personalizado de Loewe, diseñado por Jonathan Anderson.
En las famosas escaleras del Met, Grande lució un vestido bustier de Loewe en nácar, completo con una falda de varias capas en gasa de seda. Anderson y su taller buscaron “técnicas artesanales sensoriales”, aprovechando la belleza de la naturaleza para inspirar la artesanía y la selección de textiles.
Esta noche marcó la segunda vez que Grande asistió a la Met Gala. La última vez que Grande asistió fue en 2018, para el tema “Heavenly Bodies”. Ese año, la cantante lució un vestido personalizado de Vera Wang con imágenes serigrafiadas de “El juicio final” de Miguel Ángel.