14 datos curiosos de “El Juego Del Calamar”: alergias, inspiración en hechos reales y más
La primera temporada de El juego del calamar es la serie original más vista de la historia de Netflix. Esta producción coreana de 9 episodios fue vista por 142 millones de usuarios a nivel internacional en los primeros 28 días, desbancando a Bridgerton que en este periodo de tiempo obtuvo 82 millones de visualizaciones.
Con la llegada de la segunda temporada de estos juegos mortales, la expectativa del público es mucha para saber cuál será el final de la historia. A continuación, compartimos una lista con datos de la serie que cambiarán la manera que sus fanáticos la han visto hasta ahora.
De acuerdo con Netflix, en un principio se tenía planteado que la serie se llamara Round Six y después pasó a Squid Game: Play To Die (El juego del calamar: juega para morir). Finalmente solo se quedó como El juego del calamar.
Con el fin de hacer más pequeño el presupuesto necesario para rodar los nueve episodios de la primera temporada, los productores decidieron que todo se filmaría en Daejeon, una ciudad que se encuentra a una hora de Seúl, la capital de Corea del Sur.
De acuerdo con el medio Bloomberg, Netflix gastó 18.3 millones de euros (19 millones de dólares) para realizar El juego del calamar. Sin embargo, la plataforma de streaming no ha confirmado este dato.
Quizá una de las razones por las que el presupuesto fue tan elevado se debe a que los productores decidieron no utilizar tanta tecnología CGI. En su lugar, prefirieron construir todos los sets donde se realizaban los juegos, logrando un efecto más realista en la pantalla.
De hecho, el actor Lee Jung Jae contó en una entrevista que cuando él y sus compañeros de elenco entraron al set para grabar la escena del juego “Luz roja, luz verde” por primera vez, se sorprendieron con el enorme árbol y la muñeca que vieron ahí.
“Lo que más me sorprendió fue que pensé que harían el árbol y el árbol enorme con CGI o VFX”, pero cuando llegué allí, estaba allí. De hecho, hicieron el árbol y la muñeca enorme. Para colmo, ¡funcionaba mecánicamente! Casi me hizo sentir que realmente tenía que ser rápido con mis acciones y me ayudó mucho con mi actuación”, relató.
Las escenas de El juego del calamar involucraron la integración de muchas personas. Tan solo en el primer juego que se llamó “Luz roja, luz verde”, se necesitaron 400 actores y extras para que se pudiera grabar a la perfección la toma.
En una entrevista, el director Hwang Dong-Hyuk dijo que algunos de los uniformes que utilizaban los participantes de este juego en realidad eran “ropa de gimnasio vieja” y recordó que varios de los actores y figurantes desarrollaron problemas respiratorios al ponérselos. A algunos incluso “se les puso la cara roja por alergia”.
Durante los primero episodios de la serie, se reveló cuales serian los desafíos en los que participaron los jugadores, ya que estaban pintados en las paredes de la habitación donde todos dormían, solo que era difícil fijarse bien en ellos cuando todas las camas estaban apiladas.
La enorme escultura que se utilizó para el juego “Luz roja, luz verde” es parte de la exhibición del museo de carruajes de caballo en Corea del Sur. Incluso, está disponible para que se le realicen entrevistas y está programada para contar desde su historia, hasta dar su opinión de la política del país.
Pese a que las escenas se filmaron con el mayor cuidado y siempre se siguieron las normas de seguridad, los actores de la primera temporada de El Juego del calamar han declarado en diversas entrevistas que el penúltimo juego les puso la piel de gallina. Esta prueba consistía en que los participantes debían caminar sobre un puente de vidrio y si, era vidrio real.
A pesar de que en la realidad caían de una altura no mayor a un metro, HoYeon Jung, quien interpretó a la jugadora 067, aseguró que “grabar la prueba del suelo de cristal fue terrorífico”. Por su parte, Hwang Dong-Hyuk afirmó que “el juego fue real y sintieron miedo verdadero”.
La surrealista estructura del lugar donde están encerrados los participantes, se crearon a partir de dos obras de arte: la pintura titulada como “Relatividad”, de M. C. Escher, y “La muralla roja”, construida por el arquitecto Ricardo Boffil, en Calpe (Alicante).
Las camas apiladas en las que dormían todos los jugadores daban una apariencia de almacén, lo cual fue planeado para reforzar el mensaje de que los participantes no eran tratados como personas, sino como objetos. De acuerdo con lo dicho por el creador de la serie, fue la directora de arte de la producción quien dio la idea y todos quedaron encantados.
“La directora artística propuso un almacén como escenario. En vez de tratar a los jugadores como personas, ella propuso que los presentáramos como objetos apilados en las estanterías de un almacén”.
El actor Park Hae Soo, quien le dio vida al personaje de Cho Sang-woo (jugador 218), confesó que se inspiró en el director Hwang y en sus experiencias obtenidas durante su paso por la Universidad Nacional de Seúl. Curiosamente, tanto el director como el personaje fueron a la misma prestigiosa universidad.
Jung Ho-yeon, quien interpretó a Kang Sae-byeok, (jugadora 067,) era una reconocida modelo coreana antes de involucrarse en la serie. La famosa trabajó para varias marcas de renombre internacional, entre las que destacan Chanel, Marc Jacobs, Fendi, Bottega Veneta y Louis Vuitton.
“Cuando viajaba sola en avión y me alojaba en hoteles, me pasaba la mayor parte del día viendo películas. Empecé a pensar en mí y en mi posición en el mundo. ¿Quién era? ¿Qué significa ser humana? La respuesta a esas preguntas fue lo que me llevó a ser actriz”, declaró a la revista Vogue.
Incluso, la artista tuvo una estrecha amistad con Lee Yoo-Mi, la jugadora 240 en la serie y reveló que está muy agradecida con ella por aconsejarla para interpretar de la mejor manera a su personaje.
“Yoo-mi tiene más experiencia actuando y es una gran actriz. Cuando le contaba mis inseguridades a la hora de actuar, siempre era muy comprensiva. Como confío en ella, hemos hablado de muchas cosas. Creo que encajamos muy bien. Estoy muy agradecida”, expresó.
Al principio los guardias iban a utilizar uniformes de Boy Scout, pero cambiaron de idea porque esos trajes dejan ver demasiado la anatomía del cuerpo y eso iba contra el propósito de volverlos “anónimos”. Posteriormente, se agregaron las figuras geométricas para diferenciar los puestos de cada uno de los trabajadores: Círculo: obreros, en lo más bajo de la jerarquía. Triángulo: soldados, los que llevan armas. Cuadrado: los gerentes, los que tienen más poder y supervisan a los obreros y soldados.
Asimismo, el guionista y director reveló que se inspiró en las hormigas obreras, “que tienen un propósito solo dentro de la colonia”.