Líderes europeos esbozan plan para ayudar a Ucrania ante Rusia luego del choque con Trump. Casa Blanca niega emboscada a país de Zelenskyy y lo culpa por enfrentamiento.
El primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, declaró que Occidente enfrenta un momento decisivo en la historia. Durante una importante cumbre en Londres instó a los líderes europeos a actuar con determinación en apoyo a Ucrania. La reunión se celebró en un contexto de creciente tensión entre Kyiv y Washington, con Europa intentando tomar mayor control en las negociaciones sobre la guerra entre Rusia y Ucrania.
«Ya no es momento de seguir hablando, es hora de actuar», enfatizó Starmer tras una intensa jornada diplomática en la que los líderes europeos trataron de avanzar hacia un alto el fuego.
La cumbre en Lancaster House adquirió mayor urgencia luego de que el presidente estadounidense Donald Trump protagonizara, hace unos días, un tenso intercambio con Volodymyr Zelensky en la Casa Blanca, lo que generó preocupación en Europa y fue bien recibido por Moscú. Tanto Zelensky como otros líderes europeos participaron en la reunión, en un contexto de gran incertidumbre sobre el conflicto.
Starmer señaló que trabajaba en conjunto con Francia y otros países para diseñar una estrategia que permita cesar los enfrentamientos, la cual sería presentada posteriormente a Estados Unidos. Este plan podría entrar en competencia con el proceso de negociación iniciado por la administración Trump con Rusia el mes pasado, reflejando la dificultad de lograr un consenso sin que las tensiones escalen nuevamente.
No obstante, Starmer reiteró que el apoyo de Estados Unidos sigue siendo fundamental. Pese a la reciente controversia con Trump, insistió en que Washington «no es un aliado poco confiable». Europa, por su parte, espera que la cumbre reafirmara su papel en las negociaciones de paz y mostrara un frente unido, contrarrestando la percepción de que el continente solo es un observador en este proceso.
Asimismo, el primer ministro británico subrayó que cualquier acuerdo de paz deberá involucrar a Rusia, aunque enfatizó que Moscú no puede imponer unilateralmente sus condiciones antes de iniciar un diálogo real. Tanto el Reino Unido como Francia han impulsado la formación de una «coalición de los dispuestos», un grupo de países dispuestos a ingresar a Ucrania para garantizar la estabilidad una vez alcanzado un acuerdo.
Líderes como Emmanuel Macron, Justin Trudeau y representantes de la Unión Europea y la OTAN estuvieron presentes. La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, advirtió sobre la importancia de evitar una fractura entre los países occidentales debido a la guerra en Ucrania. Tanto ella como Starmer han cultivado una relación cercana con Trump, lo que podría ser clave para persuadirlo de considerar las propuestas europeas.
Un escenario preocupante para Europa
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El encuentro en Londres se llevó a cabo en un ambiente tenso, tras las declaraciones de Trump y su vicepresidente, J.D. Vance, quienes acusaron a Zelensky de ser desagradecido por la ayuda militar de EE.UU. y lo responsabilizaron de poner en riesgo a millones de personas. Esto avivó el temor de que la guerra en Ucrania pudiera escalar a un conflicto global.
Starmer calificó la situación como alarmante y aseguró que su prioridad era reducir la brecha entre ambas partes. El día anterior, había logrado de que Trump suavizara su postura sobre Zelensky, retractándose de sus afirmaciones de que el líder ucraniano era un «dictador» y abriendo la posibilidad de que Ucrania recupere territorios ocupados. Sin embargo, tras el choque televisado en la Casa Blanca, Europa debe redefinir su estrategia.
Antes de la cumbre, Starmer emitió un comunicado reafirmando su respaldo absoluto a Ucrania y su compromiso de seguir proporcionando ayuda militar y humanitaria. «Nos encontramos en un punto de inflexión. Hoy reafirmaré mi apoyo inquebrantable a Ucrania y redoblaré esfuerzos para fortalecer su posición en el conflicto», declaró.
Propuesta de tregua
El presidente francés, Emmanuel Macron, anunció que junto con Starmer han propuesto una tregua de un mes que abarcaría el espacio aéreo, marítimo y las infraestructuras energéticas de Ucrania. En una entrevista con Le Figaro, Macron explicó que el despliegue de tropas internacionales para garantizar la paz ocurriría en una segunda fase del proceso.
El mandatario francés destacó la dificultad de verificar el cumplimiento de un cese al fuego en una línea de frente que equivale a la distancia entre París y Budapest. Aseguró que, por ahora, no se prevé el envío de tropas europeas a territorio ucraniano, pero enfatizó la necesidad de utilizar este periodo de tregua para alcanzar acuerdos sólidos.
Macron insistió en que Europa debe invertir masivamente en defensa, proponiendo una meta del 3% al 3.5% del PIB. Explicó que Rusia destina actualmente el 10% de su PIB a su aparato militar, por lo que Europa debe prepararse estratégicamente.
El Consejo Europeo Extraordinario del 6 de marzo será clave para debatir cómo financiar estas medidas. Macron sugirió utilizar fondos estructurales y mecanismos de financiación innovadores, incluyendo préstamos conjuntos, para recaudar aproximadamente 200.000 millones de euros en inversiones militares.
Asimismo, Macron abordó la posibilidad de una mayor integración de las capacidades nucleares francesas dentro de Europa, dada la incertidumbre sobre el futuro compromiso de Estados Unidos con la OTAN. Sugirió que ciertos países europeos podrían participar en ejercicios de disuasión y desarrollar una estrategia conjunta.
Sin embargo, Macron advirtió que tomará al menos una década reducir la dependencia europea de EE.UU. en materia de seguridad. Aun así, percibe un cambio de mentalidad en Europa, donde incluso los aliados más cercanos a la OTAN empiezan a cuestionar la estabilidad del respaldo estadounidense.
En conclusión, la cumbre en Londres evidenció la determinación europea de asumir un papel más activo en la resolución del conflicto, pero también las dificultades de alcanzar un consenso sin la participación efectiva de Estados Unidos.