Corte Suprema dictamina que es ilegal prohibir ‘bump stocks’. Accesorio convierte armas regulares en ametralladoras. Defensores del control de armas condenan decisión.
La Corte Suprema dictaminó que la prohibición federal a los llamados bump stocks, los accesorios para armas que permiten que los rifles semiautomáticos disparen más rápido, es ilegal. La decisión representa una derrota para el Gobierno de Joe Biden.
En un fallo de 6 contra 3, donde la mayoría conservadora de la corte definió el dictamen, el tribunal decidió que una ley de hace casi 100 años que contempla la prohibición de ametralladoras no puede ser interpretada de manera que incluya los bump stocks.
Al hablar por la mayoría, el juez Clarence Thomas dijo que un arma de fuego equipada con este accesorio no cumple con la definición de “ametralladora”, según la ley federal.
El fallo fue recibido con un fuerte desacuerdo por parte de la jueza liberal Sonia Sotomayor. “Cuando veo que un pájaro camina como un pato, nada como un pato y grazna como un pato, lo llamo pato”, escribió.
Aunque la prohibición federal de los bump stocks queda inhabilitada por el dictamen, estos accesorios seguirán sin estar disponibles en todos los estados del país. Dieciocho estados ya los han prohibido, según Everytown for Gun Safety, un grupo sin fines de lucro que aboga por el control de armas. El Congreso también podría actuar en este sentido.
Los defensores del control de armas condenaron el dictamen. “Hemos visto cómo los bump stocks causan una inmensa destrucción y violencia”, aseveró Esther Sánchez-Gómez, directora de litigios del Giffords Law Center. “La mayoría de los jueces se ha puesto del lado del lobby de armas en lugar de la seguridad del pueblo estadounidense. Es una decisión vergonzosa”.
La Administración Trump impuso la prohibición a los bump stocks después del tiroteo masivo de Las Vegas en 2017, en el que Stephen Paddock utilizó armas de fuego equipadas con estos accesorios para abrir fuego en un festival de música country, matando a 58 personas.
La jueza Sotomayor citó el tiroteo de Las Vegas en su voto de disenso. “Todo lo que tuvo que hacer fue apretar el gatillo y apuntar el arma. El bump stock hizo el resto”, escribió.
En una opinión concurrente, el juez conservador Samuel Alito, admitió que, en términos prácticos, un arma equipada con un bump stock es muy similar a una ametralladora e indicó que el Congreso podría actuar para prohibir este accesorio.
El “horrible tiroteo” de Las Vegas demostró que “un rifle semiautomático equipado con un bump stock puede tener el mismo efecto letal que una ametralladora”, lo que refuerza la necesidad de una acción legislativa, añadió.
La Corte Suprema rechazó en 2019 bloquear la normativa. El tribunal, que ya tenía una mayoría conservadora, se ha inclinado más a la derecha desde entonces, con la jueza conservadora Amy Coney Barrett, designada por Trump, quien reemplazó a la jueza liberal Ruth Bader Ginsburg, fallecida en 2020.
La mayoría conservadora (6-3) ha respaldado el derecho a las armas en casos anteriores.
La Ley Nacional de Armas de Fuego que analizó el tribunal para este caso se promulgó en 1934 para regular las ametralladoras, en respuesta a la violencia de los gánsteres en aquella época.
La demanda fue presentada por Michael Cargill, un vendedor de armas de Texas que poseía dos bump stocks antes de que entrara en vigor la prohibición y que posteriormente entregó al Gobierno. “Hace más de cinco años juré que defendería la Constitución de Estados Unidos, aunque fuera el único demandante en el caso. Y así lo hice”, afirmó en un comunicado en respuesta a la sentencia.
Los bump stocks permiten disparar cientos de cartuchos con lo que el Gobierno federal denomina “un solo movimiento”.
Algunos defensores de los derechos de las armas, incluida la Asociación Nacional del Rifle, apoyaron inicialmente la medida de Trump de regular los bump stocks tras el tiroteo de Las Vegas, pero desde entonces se han alineado en su oposición.
¿DEFINICIÓN CUESTIONABLE?
Gran parte de la lucha legal giró en torno a la definición de ametralladora como un arma que puede disparar automáticamente más de un tiro “mediante una sola función del gatillo”.
Los tribunales inferiores se mostraron divididos sobre la cuestión, y tanto el Tribunal de Apelaciones del 5º Circuito de Estados Unidos, con sede en Nueva Orleans, como el 6º Circuito, con sede en Cincinnati, dictaminaron que la prohibición era ilegal.
El Gobierno de Biden apeló en ambos casos, mientras que los defensores de los derechos de las armas impugnaron la sentencia del Tribunal de Apelaciones de Estados Unidos para el Circuito del Distrito de Columbia, que confirmó la prohibición.