Masivas manifestaciones estallan en Israel contra Netanyahu y para traer rehenes de Gaza. Mientras, ejército informa recuperación de cuerpos de seis prisioneros.
El descubrimiento de otros seis cadáveres de rehenes israelíes, secuestrados por Hamás el pasado 7 de octubre, fue la gota que rebasó la copa para Histradurt, el mayor sindicato de Israel. El movimiento obrero convocó a una huelga general que llevó al cierre del aeropuerto de Tel Aviv, y afectó la infraestructura de hospitales y servicios públicos a nivel nacional. Su intención era ejercer máxima presión contra el primer ministro del país, Benjamin Netanyahu, para que facilite un acuerdo para la liberación del resto de rehenes.
Hostage Family Forum estimó que unas 300,000 personas protestaron en Tel Aviv y otras ciudades como Jerusalén o Haifa. No obstante, no se pudo verificar ese número. Asimismo, familiares de los rehenes, incluyendo al hermano del ciudadano alemán israelí Ohad Ben Ami, emitió declaraciones criticando al Gobierno del primer ministro, Benjamin Netanyahu.
Su familiar estuvo esperando un acuerdo hasta el momento en que conoció la noticia de que los seis rehenes habían sido asesinados y que ahora «está roto». Muchos consideran que la lentitud por parte del Gobierno ha sido una de las causas de la muerte de varios prisioneros a manos del grupo islamista.
“Si mi Gobierno no hace todo lo que esté en sus manos para traer a los rehenes de vuelta, aunque eso signifique pagar un precio muy elevado, no creo que este país pueda seguir existiendo”, dijo a EFE Tal Horowitz, de 45 años, lamentando sentirse desprotegida como israelí tras casi once meses de guerra en Gaza.
Se observaron carteles con los rostros de los secuestrados gritaron «¿Dónde están?» con altavoces dirigidos al edificio donde está prevista una reunión de gabinete.
El líder de la oposición israelí, Yair Lapid, y las familias de los rehenes llamaron al paro. «¡Estaban vivos! Netanyahu y su gabinete de la muerte decidieron no rescatar a los rehenes. Hago un llamamiento a las grandes empresas y a las autoridades locales para que cierren la economía», dijo Lapid.
El Ministerio de Salud de Israel informó que los resultados de la autopsia indican que los rehenes murieron por impactos de bala a corta distancia. Un mando del movimiento islamista palestino, que habló bajo condición de anonimato, afirmó que varios rehenes murieron «por disparos y bombardeos de los ocupantes israelíes» y que algunos de ellos formaban parte de la lista de la organización de personas que serían liberadas durante la primera fase, si se concreta un acuerdo para un alto el fuego.
El presidente estadounidense, Joe Biden, señaló que entre los cuerpos recuperados estaba el del israelí-estadounidense Hersh Goldberg-Polin y dijo estar «devastado», pero que mantiene el optimismo sobre la posibilidad de una tregua.
Goldberg-Polin, de 23 años, fue uno de los 251 rehenes tomados por milicianos de Hamás en su ataque del 7 de octubre en el sur de Israel, que desató la actual guerra en Gaza. Los otros cinco rehenes recuperados fueron identificados por el ejército israelí como Carmel Gat, Eden Yerushalmi, Alexander Lobanov, Almog Sarusi y el sargento Ori Danino.
En el funeral de Almog, el padre de este dijo a los asistentes que espera que ninguna otra familia tenga que pasar por lo mismo. «Basta, ya no más. Pagamos el precio más alto. Espero que seamos los últimos. A partir de ahora, sólo un pacto para traer de vuelta a los rehenes», declaró.
Las conversaciones para un alto el fuego y la liberación de los rehenes están en un punto muerto. Los mediadores —Qatar, Egipto y Estados Unidos— han buscado que las partes avancen hacia un acuerdo, pero las constantes divergencias entre las partes han imposibilitado consolidar una tregua.
Asimismo, las protestas continuarán a lo largo de la semana, ya que la organización de sindicatos más grande de Israel, Histadrut, anunció una huelga general a partir de este lunes 2 de septiembre, que incluirá al aeropuerto internacional de Tel Aviv.
La respuesta de Hamás al hallazgo de los cuerpos de los rehenes
La perspectiva de Hamás es otra. Altos funcionarios del grupo culparon directamente a Netanyahu por la muerte de los rehenes.
«Netanyahu es responsable del asesinato de prisioneros israelíes», comentó a Reuters un alto funcionario de Hamás, Sami Abu Zuhri. «Los israelíes deberían elegir entre Netanyahu y el acuerdo».
Otro alto funcionario de Hamás afirmó que los rehenes todavía estarían vivos si Israel hubiera aceptado la propuesta de cese del fuego —una que fue revelada por Estados Unidos y a la que Hamás había dicho haber dado el visto bueno, mientras que había acusado a Israel de querer modificarla para truncar las posibilidades de una tregua—.
El 7 de octubre Hamás perpetró un ataque, en el sur de Israel, que dejó al menos 1.200 personas muertas y 250 rehenes, según las cifras del Gobierno de Israel que, luego de 10 meses de guerra, calcula que 101 siguen en cautiverio y 35 estarían muertos.
En noviembre, más de 100 fueron liberados durante un alto el fuego de una semana a cambio de la liberación de palestinos encarcelados por Israel y ocho más han sido rescatados por las fuerzas israelíes.
Luego de ese 7 de octubre, Israel lanzó una feroz respuesta en la Franja Gaza para «exterminar a Hamás» por lo que han sido asesinados 40.738 palestinos y heridos 94.154, según el recuento más reciente del ministerio de Salud gazatí.