Tribunal Supremo de EE.UU. falla a favor de no restringir acceso a píldora abortiva. Presidente Biden asegura que hay que seguir peleando por derechos reproductivos.
La Corte Suprema rechazó restringir el acceso a la píldora abortiva mifepristona, lo que significa que este fármaco de amplio uso en Estados Unidos seguirá estando disponible.
El tribunal dictaminó por unanimidad que el grupo de médicos opuestos al aborto que retaron las decisiones de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de facilitar el acceso a la píldora carecen de legitimidad para demandar. En consecuencia, su pedido será desestimado.
El juez Brett Kavanaugh, en nombre del tribunal, dijo en la decisión que aunque los demandantes tienen “objeciones legales, morales, ideológicas y políticas sinceras al aborto electivo y a las relajadas regulaciones de la FDA sobre la mifepristona”, eso no significa que puedan presentar un caso federal.
Los demandantes no demostraron haber sufrido ningún daño, lo que significa que “los tribunales federales son el foro equivocado para abordar sus preocupaciones sobre las acciones de la FDA”, añadió.
“Los demandantes pueden presentar sus preocupaciones y objeciones al presidente y a la FDA en el marco regulatorio o al Congreso y al presidente en el marco legislativo”, escribió Kavanaugh. “Y también pueden expresar sus opiniones sobre el aborto y la mifepristona a sus conciudadanos, incluso en los procesos políticos y electorales”.
Al desestimar el caso, la Corte Suprema evitó entrar en el fondo jurídico de si la FDA actuó legalmente al levantar varias restricciones para obtener acceso a la píldora, incluida una que hizo que el fármaco pudiera obtenerse por correo, lo que significa que las mismas cuestiones podrían volver al tribunal en otro momento.
La decisión significa que se seguirá permitiendo el acceso a la píldora dentro de las 10 semanas de gestación, en lugar de las siete. Asimismo, seguirá en pie permitir que proveedores de atención sanitaria y no solo médicos puedan dispensar la píldora.
La sentencia llega dos años después de que la corte, de mayoría conservadora, por 6-3, revocara la histórica sentencia Roe vs. Wade que garantizaba el derecho federal al aborto, y que provocó una oleada de restricciones al procedimiento en estados conservadores.
En aquel momento, el máximo tribunal dio a entender que se retiraba del debate político sobre el aborto, pero los litigios sobre el acceso al mismo siguen causando crisis políticas y sanitarias, por lo que los jueces continúan desempeñando un papel fundamental.
El litigio sobre la mifepristona no es el único caso de aborto que examina la Corte Suprema. También debe decidir si la estricta prohibición del aborto en Idaho impide a los médicos de servicios de urgencias practicar abortos cuando un embarazo supone peligro para la vida.
La mifepristona se utiliza como parte de un régimen de dos fármacos aprobado por la FDA, y es ahora la forma más común de aborto en Estados Unidos. El aborto está prohibido en 14 estados. según el Guttmacher Institute, un grupo que apoya el derecho al aborto.
La FDA cuenta con el respaldo de la industria farmacéutica, que ha advertido que cualquier cuestionamiento del proceso de aprobación por parte de jueces federales inexpertos podría provocar caos y frenar la innovación en el área de los medicamentos.
La demanda fue presentada por médicos y otros profesionales de la salud, representados por el grupo jurídico cristiano conservador Alliance Defending Freedom.
El año pasado, el juez de distrito Matthew Kacsmaryk, con sede en Texas, dictó una sentencia que invalidaba por completo la aprobación de la píldora por parte de la FDA, lo que hizo cundir el pánico entre los activistas a favor del aborto, que temían su prohibición en todo el país.
La Corte Suprema dejó en suspenso durante abril esa sentencia, por lo que la píldora siguió estando disponible mientras continuaba el litigio.
El Tribunal de Apelaciones del 5º Circuito de Estados Unidos, con sede en Nueva Orleans, limitó el pasado agosto la decisión de Kacsmaryk, pero mantuvo su conclusión sobre que la medida de la FDA de levantar las restricciones a partir de 2016 era ilegal.
Ambas partes recurrieron a la Corte Suprema. En diciembre, el tribunal aceptó el recurso de la Administración Biden en defensa de las decisiones posteriores de la FDA, pero optó por no escuchar la impugnación de la aprobación original de la mifepristona en 2000.
La Corte Suprema se centró únicamente en las medidas posteriores de la FDA, incluida la decisión inicial de 2021 que permitió la venta del medicamento por correo.
LUCHA SIGUE
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, afirmó que la «lucha» por el derecho al aborto sigue tras conocerse la reciente sentencia de la Corte Suprema.
«Esta decisión no cambia el hecho de que la lucha por la libertad reproductiva continúa», afirmó Biden, quien recordó que la Corte anuló hace dos años una garantía nacional al acceso al aborto.
«Seamos claros: los ataques al aborto con medicamentos son parte de la agenda extrema y peligrosa de los electos republicanos para prohibir el aborto en todo el país. Desde la revocación de Roe vs. Wade, los republicanos han impuesto prohibiciones extremas del aborto en 21 estados, algunos de los cuales no incluyen excepciones por violación o incesto», dijo.
Biden recordó que hay mujeres que están siendo rechazadas en urgencias, que se ven forzadas a ir a los tribunales para que se les preste un servicio recomendado por su médico u obligadas a viajar cientos de kilómetros para conseguirlo.
«Lo que está en juego no podría ser más importante para las mujeres de todo Estados Unidos. La vicepresidenta (Kamala) Harris y yo estamos con la inmensa mayoría de los estadounidenses que respaldan el derecho de la mujer a tomar decisiones profundamente personales sobre su salud. Seguiremos luchando para garantizar que reciban la atención sanitaria», añadió.