Posponen juicio de manera indefinida a Donald Trump por caso documentos clasificados. Estaba previsto que expresidente fuese juzgado el 20 de mayo en Florida.
La jueza Aileen Cannon, a cargo del juicio contra el ex presidente Donald Trump por el presunto manejo indebido de documentos clasificados, informó que el proceso quedará aplazado “sine die”, es decir, sin un plazo fijo.
El proceso en contra del aspirante a un nuevo mandato en la Casa Blanca estaba previsto para iniciar el próximo 20 de mayo pero ante el alto número de mociones presentadas en este tribunal de Florida, dicha fecha ya no es una opción, explicó la magistrada designada por Trump en un escrito de cinco páginas. También sostuvo que faltan lineamientos sobre cómo abordar algunas de las pruebas del caso, que son de naturaleza confidencial.
La noticia hace muy poco probable que el empresario sea llevado ante la Justicia en el marco de esta investigación antes de las elecciones de noviembre. Una nueva fecha será “fijada por orden separada tras la resolución de los asuntos ante el Tribunal, en consonancia con el derecho de los demandados al debido proceso y el interés público de la administración justa y eficiente de la Justicia”, se limitó a declarar Cannon.
En el pasado, la defensa del empresario ya había intentado demorar sus casos penales hasta los comicios de finales de año, donde el líder republicano tiene chances de ganar y tras lo que podría ver retirados los cargos federales en su contra.
Trump fue acusado formalmente por un gran jurado federal en Miami el pasado 8 de junio de retención de documentos clasificados del Gobierno y obstrucción de la Justicia. Así, se convirtió en el primer expresidente del país en ser acusado de un delito por la Justicia federal.
El caso nació de una investigación de varios meses encabezada por el fiscal especial Jack Smith que buscó determinar si el empresario violó la ley al retener cientos de documentos confidenciales en su propiedad de Mar-a-Lago y si, a su vez, interfirió en los esfuerzos de las autoridades para recuperarlos.
Las imágenes de los cerca de 300 documentos -que incluían datos del Pentágono, la CIA y la Agencia de Seguridad Nacional- apilados con descuido en diversos cuartos de la propiedad de Palm Beach enseguida se hicieron públicos aunque sólo una tercera parte de ellos fueron confiscados por el FBI en agosto, durante un allanamiento.
Trump sostuvo desde un primer momento su derecho a tener en su poder dichos papeles, incluso habiendo dejado la Oficina Oval, y aseguró que se trataba de registros que él había desclasificado, aunque ello no se pudo probar.
A la par, en Nueva York se está desarrollando el juicio en el que se acusa al republicano de pagar USD 130.000 a la estrella porno Stormy Daniels a cambio de su silencio para evitar comentarios negativos durante la campaña electoral de 2016 que lo dio victorioso ante Hillary Clinton.
Daniels fue citada por la Fiscalía para declarar en el caso, recordó ante el juez Juan Merchán cómo fue que conoció a Trump y dijo haber quedado “traumada” por el encuentro sexual que tuvieron.
DOCENAS DE DELITOS
Trump enfrenta docenas de cargos por delitos graves, incluida la retención intencional de información de defensa nacional, declaraciones y representaciones falsas, conspiración para obstruir la justicia, retención de un documento o registro y ocultación corrupta de un documento. Él negó haber hecho nada malo.
Los coacusados de Trump, Walt Nauta y Carlos De Oliveira, también se declararon inocentes de los cargos relacionados en su contra.
El fiscal especial Jack Smith acusó a Nauta, quien sirvió como ayuda de cámara de Trump y continuó trabajando para él después de dejar la Casa Blanca, y a De Oliveira, un administrador de propiedades de Mar-a-Lago, de intentar borrar el video de seguridad en Mar-a-Lago después de que el Departamento de Justicia intentara obtenerlo.
De Oliveira también está acusado de hacer declaraciones falsas a los fiscales.