Disminuye número de migrantes en frontera sur. Hecho posibilita la reapertura a solicitantes de asilo. Cifra sería la más baja desde septiembre de 2020.
Las detenciones en la frontera entre Estados Unidos y México se han desplomado cerca de un 30% en julio, hasta alcanzar un nuevo mínimo en la presidencia de Joe Biden, según informaron autoridades estadounidenses. Esto aumenta las perspectivas de que pronto pueda levantarse la prohibición temporal al asilo.
Se calcula que la Patrulla Fronteriza ha llevado a cabo unas 57,000 detenciones de migrantes este mes, por debajo de las 83,536 detenciones de junio, la anterior marca más baja de la presidencia de Biden, según dos funcionarios de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) que hablaron con la agencia de noticias The Associated Press bajo condición de anonimato porque las cifras no se han hecho públicas.
Sería la cifra mensual más baja desde las 40,507 detenciones registradas en septiembre de 2020, cuando la pandemia frenó los movimientos transfronterizos en muchos países, incluido Estados Unidos.
Incluso antes de que la Administración demócrata de Biden invocara sus poderes para suspender el asilo el 5 de junio, las detenciones en la frontera se habían reducido aproximadamente a la mitad desde el récord de 250,000 en diciembre, debido al aumento de la vigilancia mexicana.
Desde el 5 de junio, las detenciones han vuelto a caer a la mitad, lo que ha ayudado a la Casa Blanca a defenderse de los ataques del expresidente Donald Trump y de otros republicanos que afirman que los demócratas, incluida la vicepresidenta, Kamala Harris, han permitido que la frontera se salga de control.
La suspensión del asilo terminaría si las detenciones diarias cayeran por debajo de 1,500 en un promedio de siete días, un escenario para el que los funcionarios de la CBP se están preparando, ya que las detenciones oscilan ahora entre 1,600 y 1,700 diarias. La suspensión se restablecerá si las detenciones alcanzan un promedio diario de 2,500 en siete días, un umbral de “circunstancias fronterizas de emergencia” que se cumplió inmediatamente cuando las restricciones entraron en vigor en junio. Los grupos de defensa de los inmigrantes están impugnando las medidas de asilo ante los tribunales.
En virtud de la suspensión, las autoridades estadounidenses deniegan la posibilidad de asilo a cualquier persona que cruce la frontera de forma indocumentada. Los niños no acompañados están exentos, y otros pueden solicitar formas de protección similares al asilo, que les permiten permanecer en Estados Unidos con un listón más alto y menos beneficios, como la Convención de las Naciones Unidas contra la Tortura.
Cuando se le pidió que comentaran las cifras de julio, el Departamento de Seguridad Nacional se remitió a una declaración anterior en la que afirmaba que las detenciones habían descendido un 55% desde que entraron en vigor las restricciones al asilo.
San Diego fue de nuevo el corredor más transitado por los cruces indocumentados en julio, seguido de Tucson (Arizona), dijo un funcionario.
Los mayores descensos se han producido en las nacionalidades más fáciles de deportar, entre ellas los mexicanos, pero las personas de otros países también aparecen menos a medida que se imponen otras restricciones a los viajes, según las autoridades. La migración china parece haberse visto frenada por los nuevos requisitos de visado de Ecuador y el aumento de las deportaciones estadounidenses a China.
Decisión que perjudica a migrantes
Uno de los obstáculos que sortean los migrantes al cruzar la frontera de México a Texas es la barrera flotante que fue instalada en el río Bravo (o Grande) con el propósito de disuadirlos. La corte federal de apelaciones de Estados Unidos ha determinado recientemente que puede quedarse en su lugar por ahora.
La decisión del pleno de la Corte de Apelaciones del 5to Circuito revocó una decisión anterior de un panel del mismo tribunal. Es el último desarrollo en el enfrentamiento entre Texas y el gobierno del presidente Joe Biden por la migración en la frontera de 1.930 kilómetros (1.200 millas) entre Texas y México.
En diciembre, un panel dividido de la corte de apelaciones había ratificado la decisión de un juez federal de distrito de Texas que dijo que las boyas debían ser removidas. El pleno de la corte dijo que el tribunal había abusado de su discrecionalidad al conceder el interdicto preliminar.
La demanda más amplia en la corte de distrito está programada para un juicio que comenzará el 6 de agosto, y en ella el gobierno de Biden acusa a Texas de violar la ley federal de Ríos y Puertos. Vanita Gupta, subsecretaria de Justicia, dijo que Texas “incumplía la ley federal” y podría perjudicar la política exterior de Estados Unidos.