Dictan prisión para dueño de pizzerías en Boston por maltratos a indocumentados. Propietario les decía a trabajadores que los deportaría o atentaría contra ellos.
El propietario de una cadena de pizzerías en Boston, Massachusetts, que obligó a personas indocumentadas a trabajar para él bajo violentos maltratos físicos y amenazas de deportación, ha sido condenado a más de ocho años de prisión.
Stavros Papantoniadis, de 49 años, propietario de Stash’s Pizza, una cadena de pizzerías que opera en los barrios de Dorchester y Roslindale, maltrató de gravedad a seis de sus empleados indocumentados, informó la Fiscalía Federal del Distrito de Massachusetts en un comunicado de prensa.
“Papantoniadis obligó o intentó obligar a cinco hombres y una mujer a trabajar para él mediante violentos abusos físicos, amenazas de abuso y amenazas repetidas de denunciar a las víctimas a las autoridades de inmigración para que fueran deportadas”, precisó el comunicado.
Papantoniadis empleó a sabiendas a trabajadores sin estatus legal para trabajar en sus pizzerías, escasamente dotadas de personal, en agotadores turnos de 14 horas diarias o más, hasta siete días a la semana, según los fiscales.
También los controlaba con cámaras de vigilancia y “los degradaba, insultaba y acosaba constantemente”, de acuerdo con el comunicado.
Para mantenerlos bajo su control, “les hacía creer que les haría daño físico o que haría que los deportaran”, afirmaron las autoridades.
A veces, los maltratos se volvían violentos. Cuando Papantoniadis se enteró de que una de las víctimas planeaba dimitir, la “estranguló violentamente”, provocando que la víctima huyera de la pizzería y corriera hacia el estacionamiento.
Cuando otra víctima intentó irse en coche, Papantoniadis la persiguió por la Ruta 1 en Norwood y le dijo que la había denunciado a la policía para presionarla a que volviera a trabajar en la pizzería, según la Fiscalía.
Cuando otras víctimas expresaron su intención de renunciar, “Papantoniadis le dijo a una de ellas que la mataría y llamaría a las autoridades de inmigración; y amenazó a otro trabajador diciéndole que sabía dónde vivía la víctima”.
Papantoniadis, que ya se había enfrentado a investigaciones previas a este caso por sus prácticas laborales, fue detenido en marzo de 2023.
En junio pasado, fue condenado en un juicio con jurado por tres cargos de trabajos forzados y tres cargos de intento de trabajos forzados.
Esta vez, Papantoniadis fue condenado a 102 meses de prisión, un año de libertad supervisada y a pagar una multa de 35,000 dólares, según las autoridades.
Su abogado, Carmine Lepore, le dijo a NBC News que estaban “decepcionados por la duración de la sentencia”. “Las directrices de sentencia aplicables a este caso son más apropiadas para los acusados de trata de seres humanos y explotación sexual”, afirmó Lepore, señalando que sus abogados están buscando un nuevo juicio y que apelarán.
“Deliberadamente, contrató a extranjeros que carecían de autorización para trabajar en Estados Unidos y luego usó su falta de estatus migratorio contra ellos, amenazándolos con la deportación y la violencia para mantenerlos bajo su control”, explicó el fiscal interino de Estados Unidos Joshua S. Levy en un comunicado. “Elogio la valentía de las víctimas por hablar y enfrentarse a su traficante”.
Levy dijo que la “dura sentencia” es una prueba de que “hay graves consecuencias para los empresarios que participan en este tipo de conducta”.
SERIE DE DENUNCIAS LABORALES
La condena de Papantoniadis es la más reciente de una serie de denuncias sobre prácticas laborales en sus negocios. Anteriormente, el hombre tenía pizzerías en Norwood, Norwell, Randolph y Weymouth y Wareham.
El Departamento de Trabajo presentó una demanda en marzo de 2017 contra Stash’s Pizza, Boston Pizza Co y Weymouth Pizza Co y los propietarios Stavros Steve Papantoniadis y Polyxeny Paulina Papantoniadis, alegando que no pagaron las horas extras adecuadas a 120 empleados, tergiversaron las tasas de pago y falsificaron los registros de tiempo trabajado.
Cabe destacar que, en 2019, los propietarios del negocio fueron condenados a pagar más de 300,000 dólares en salarios atrasados.