Tras 24 años al mando de Siria, Bashar al-Assad es derrocado. Líder opositor asegura que se “marca un nuevo capítulo en la historia”. Joe Biden califica toma del poder por rebeldes como acto de justicia.
La caída del régimen de Bashar al Assad puso un dramático final a su lucha de casi 14 años por mantenerse en el poder, habiendo gobernado 24, mientras su país se fragmentaba en una brutal guerra civil convertida en un campo de batalla indirecta entre potencias regionales e internacionales.
Rusia anunció que Al Assad “dimitió” y salió del país. Una fuente oficial rusa dijo a CNN que Assad y su familia llegaron a Moscú y que se les concedió asilo. Asimismo, el medio estatal ruso TASS también informó, citando a una fuente del Kremlin. “Assad y su familia llegaron a Moscú. Rusia, por razones humanitarias, les concedió asilo”, señaló la fuente del Kremlin, según TASS.
Horas antes los rebeldes comunicaron que “después de 50 años de opresión, y 13 de crímenes y desplazamiento forzado, anunciamos el fin de este período oscuro y el inicio de una nueva era para Siria”.
La caída del dictador marcaba un fuerte contraste con sus primeros meses como el improbable presidente de Siria en 2000, cuando muchos esperaban que fuera un joven reformador después de tres décadas del férreo control de su padre. Con solo 34 años, el oftalmólogo educado en Occidente era un aficionado a la tecnología de trato amable.
Pero cuando se enfrentó a las protestas contra su régimen que estallaron en marzo de 2011, Assad recurrió a las tácticas brutales de su padre en un intento de aplastarlas. A medida que el alzamiento derivaba en una guerra civil, recurrió a su ejército para bombardear ciudades controladas por la oposición con apoyo de aliados como los regímenes de Irán y Rusia.
Grupos internacionales de derechos humanos y fiscales alegaron el uso generalizado de tortura y ejecuciones extrajudiciales en los centros de detención gestionados por la dictadura siria.
La guerra en Siria ha matado a casi medio millón de personas y desplazado a la mitad de la población que tenía el país antes de la guerra, 23 millones de personas. A medida que la revuelta se convertía en guerra civil, millones de sirios huyeron cruzando las fronteras a Jordania, Turquía, Irak y Líbano y hacia Europa.
Su partida pone fin al régimen de la familia Assad, que duró casi 54 años. Sin un sucesor claro, sume al país en una gran incertidumbre.
De esta manera, casi medio siglo de dominio de la familia Al Assad en Siria llegó a su fin. El régimen cayó tras una sorpresiva ofensiva relámpago de los rebeldes. Cuando los insurgentes lograron ingresar a la capital Damasco, la ONG Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó que el dictador había abandonado el país.
El primer ministro sirio, Mohammed Ghazi Jalali, puntualizó que el gobierno estaba listo para “extender su mano” a la oposición y entregar sus funciones a un gobierno de transición. “Estoy en mi casa y no he salido, y esto es debido a mi pertenencia a este país”, dijo en un video. Afirmó, asimismo, que iría a su oficina este lunes 9 de diciembre para continuar sus labores y llamó a los ciudadanos sirios a no dañar la propiedad pública. No obstante, no se refirió a los reportes sobre el paradero de Al Assad.
Fue la primera vez que las fuerzas de oposición alcanzaron Damasco desde 2018, cuando las tropas sirias recapturaron áreas en las afueras de la capital después de un asedio de varios años.
Los insurgentes, por su parte, también anunciaron que habían entrado en la prisión militar de Saydnaya, al norte de la capital, y que “liberaron” a sus prisioneros allí.
Previamente, las fuerzas de oposición tomaron la ciudad central de Homs, la tercera más grande de Siria, mientras las fuerzas gubernamentales la abandonaban. La ciudad está en una intersección importante entre Damasco, la capital, y las provincias costeras de Siria de Latakia y Tartus — la base de apoyo del líder sirio y hogar de una base naval estratégica rusa.
Los rebeldes ya habían tomado las ciudades de Alepo y Hama, así como grandes partes del sur, en una ofensiva relámpago que comenzó el 27 de noviembre. Los analistas dijeron que el control rebelde de Homs sería un cambio de juego.
Los movimientos de los rebeldes hacia Damasco llegaron después de que el ejército sirio se retirara de gran parte del sur del país, dejando más áreas, incluidas varias capitales provinciales, bajo el control de los combatientes de la oposición.
Los avances de la última semana fueron, con mucho, los más grandes en años recientes por parte de las facciones opositoras, lideradas por un grupo que tiene sus orígenes en Al Qaeda y al cual Estados Unidos y la ONU consideran una organización terrorista. En su intento por derrocar al régimen de Assad, los insurgentes, liderados por el grupo Hayat Tahrir al-Sham, o HTS, han encontrado poca resistencia del ejército sirio.
El enviado especial de la ONU para Siria, Geir Pedersen, llamó a conversaciones urgentes en Ginebra para asegurar una “transición política ordenada”. En declaraciones a la prensa en el Foro de Doha, en Qatar, dijo que la situación en Siria cambia minuto a minuto. El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, cuyo país es el principal respaldo internacional de Assad, dijo que sentía “lástima por el pueblo sirio”.
Contaba con poca o nula ayuda de sus aliados. Rusia está ocupado con su guerra en Ucrania. El poderoso grupo terrorista libanés Hezbollah, que en un momento dado envió a miles de combatientes para respaldar a las fuerzas de Assad, ha sido debilitado por un conflicto con Israel, que ya ha durado un año. Mientras tanto, el régimen de Irán ha visto cómo sus representantes en la región se han debilitado por los continuos ataques aéreos israelíes.
El próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, publicó en redes sociales que Estados Unidos debería evitar involucrarse militarmente en Siria. Por separado, el asesor de seguridad nacional del presidente Joe Biden dijo que su gobierno no tenía intención de intervenir en la región.
Pedersen manifestó que más tarde se anunciaría una fecha para las conversaciones en Ginebra sobre la implementación de la Resolución 2254 de la ONU. En la resolución, adoptada en 2015, se hacía un llamado a un proceso político liderado por Siria, comenzando con el establecimiento de un órgano de gobierno de transición, seguido por la redacción de una nueva Constitución y finalmente, con elecciones supervisadas por la ONU.
Ministros de Relaciones Exteriores y diplomáticos de alto nivel de ocho países clave, incluidos Arabia Saudí, Rusia, Egipto, Turquía e Irán, junto con Pederson, se reunieron al margen de la Cumbre de Doha para discutir la situación en Siria.
En un comunicado, los participantes afirmaron su apoyo a una solución política a la crisis siria “que llevaría al fin de la actividad militar y protegería a los civiles”. También acordaron la importancia de reforzar las labores internacionales para aumentar la ayuda al pueblo sirio.
Celebra la victoria
El líder del principal grupo detrás de la oposición armada de Siria, Abu Mohammad al-Jolani, calificó el derrocamiento del presidente Bashar al-Assad como una “victoria para toda la nación islámica” en sus primeros comentarios públicos desde que los rebeldes capturaron Damasco.
“Esta victoria, mis hermanos, es una victoria para toda la nación islámica. Este nuevo triunfo, mis hermanos, marca un nuevo capítulo en la historia de la región”, señaló el líder de Hayat Tahrir Al-Sham (HTS), un grupo formado a partir de una antigua filial de Al Qaeda.
En un discurso pronunciado dentro de una mezquita en la capital, Jolani agregó que Siria había sido un “terreno de juego para las ambiciones iraníes, propagando el sectarismo, fomentando la corrupción”, pero ahora, “Siria está siendo purificada por la gracia de Dios Todopoderoso y a través de los esfuerzos de los heroicos muyahidines”. Irán y su proxy Hezbollah fueron los principales respaldos del gobierno de Assad.
“Esta es una nación que, si se le quitan sus derechos, continuará exigiéndolos hasta que sean restaurados”, comentó Jolani. “Mis hermanos, dejé esta tierra hace más de 20 años, y mi corazón anhelaba este momento”, manifestó Jolani a la multitud reunida en la mezquita de los Omeyas. “No hay un solo hogar en Siria que la guerra no haya tocado. Alabado sea Dios, hoy Siria se está recuperando».
Europa ayudará a reconstruir Siria
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, señaló que Europa ayudaría a reconstruir una Siria que sea segura para todas las minorías tras la caída del régimen de Bashar al-Assad.
“Europa está lista para apoyar la salvaguardia de la unidad nacional y la reconstrucción de un estado sirio que proteja a todas las minorías”, dijo en una publicación en X. “La cruel dictadura de Assad ha colapsado. Este cambio histórico en la región ofrece oportunidades, pero no está exento de riesgos”, agregó.
“Acto fundamental de justicia”
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, comentó que la caída del régimen de Assad es un acto de justicia que está permitiendo a los sirios una oportunidad histórica.
“Por fin, el régimen de Assad ha caído. Este régimen brutalizó, torturó y mató literalmente a cientos de miles de sirios inocentes. La caída del régimen es un acto fundamental de justicia. Es un momento de oportunidad histórica para el pueblo sirio, que ha sufrido durante mucho tiempo, para construir un futuro mejor para su orgulloso país”, comentó Biden en declaraciones desde la Casa Blanca.
“También es un momento de riesgo e incertidumbre mientras todos nos dirigimos a la pregunta de qué viene después. Estados Unidos trabajará con nuestros socios y las partes interesadas en Siria para ayudar a aprovechar una oportunidad para gestionar el riesgo”, dijo el presidente.
Biden enumeró las acciones que tomará EE.UU. tras la caída del régimen:
- Primero, dijo Biden, “apoyaremos a los vecinos de Siria, incluidos Jordania, Líbano, Irak e Israel, en caso de que surja alguna amenaza desde Siria durante este período de transición”.
- En segundo lugar, indicó, Estados Unidos ayudará a garantizar la estabilidad “en el este de Siria protegiendo a cualquier personal, nuestro personal contra cualquier amenaza, y nuestra misión contra ISIS se mantendrá, incluida la seguridad de las instalaciones de detención donde los combatientes de ISIS están siendo retenidos como prisioneros”. Biden puntualizó que EE.UU. está priorizando los esfuerzos para prevenir el resurgimiento de ISIS.
- En tercer lugar, Biden agregó, “nos comprometemos con todos los grupos sirios, incluso dentro del proceso liderado por las Naciones Unidas, para establecer una transición del régimen de Assad hacia” una Siria independiente y soberana con una nueva constitución y un nuevo gobierno.