El gobierno de Donald Trump ha detenido un programa de 1.000 millones de dólares que ayudaba a preservar viviendas asequibles, lo que podría amenazar a varios proyectos que mantienen decenas de miles de unidades habitacionales para estadounidenses de bajos ingresos. Esta acción se enmarca dentro de una serie de recortes y congelaciones de fondos en el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano de Estados Unidos (HUD, por sus siglas en inglés), y está siendo impulsada por el presidente Trump y el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), dirigido por Elon Musk.
El impacto de la detención del programa de vivienda asequible
El Programa de Renovación Verde y Resiliente, aprobado por el Congreso en 2022, tenía como objetivo mejorar la eficiencia energética de las viviendas asequibles mediante subvenciones y préstamos. Sin embargo, su interrupción amenaza la preservación de miles de viviendas de bajo costo. Según un documento interno revisado por The Associated Press (AP), el programa está siendo «terminado» bajo la dirección del DOGE, y los detalles de cómo se desmantelará siguen siendo inciertos.
Los fondos otorgados por este programa ya estaban destinados a la actualización de al menos 25.000 unidades habitacionales en todo el país. Si bien el programa está principalmente orientado a mejoras en la eficiencia energética, como la sustitución de sistemas de calefacción, refrigeración, techos con goteras y trabajos de protección contra inundaciones, su impacto va mucho más allá, asegurando que las viviendas permanezcan asequibles por más tiempo.
JUSTIN LANE/EFE
¿Cómo afecta esta medida a los inquilinos de bajos ingresos?
La detención de este programa ha tenido un impacto directo en varios proyectos de renovación, como los apartamentos Smith Tower en Vancouver, Washington. Este complejo de 170 unidades, que alberga a personas de bajos ingresos y mayores de 60 años, necesita reformas urgentes, como la instalación de un sistema de rociadores en todo el edificio. La adjudicación de 10 millones de dólares a este proyecto fue clave para continuar con las mejoras, pero la incertidumbre generada por la suspensión del programa pone en serio riesgo su continuidad.
Greg Franks, presidente de la empresa que gestiona el edificio, destacó que este dinero es esencial para que las reformas se lleven a cabo y los apartamentos se mantengan habitables. Los inquilinos de este complejo, como Al Hase y Joan Starr, una pareja de jubilados, también se enfrentan a un futuro incierto si el financiamiento no se restablece. Vivir con ingresos limitados del Seguro Social hace que la posibilidad de encontrar una nueva vivienda asequible sea casi imposible para ellos.

Fotografía de archivo del presidente estadounidense, Donald Trump, abandonando el Despacho Oval. EFE/EPA/JIm Lo Scalzo
Viviendas asequibles en peligro: un reto para el futuro
El desmantelamiento de este programa de vivienda asequible llega en un momento crítico. En Estados Unidos, la crisis de vivienda para personas de bajos ingresos ha empeorado, y cientos de proyectos de vivienda asequible en todo el país corren el riesgo de ser abandonados o de enfrentar retrasos debido a la falta de financiamiento. De hecho, muchos de estos proyectos dependen de la inversión inicial proporcionada por el programa de renovación verde para asegurar que otras fuentes de financiamiento puedan unirse.
A pesar de la preocupación generalizada, algunas iniciativas de vivienda aún recibirán financiamiento, pero el futuro de la mayoría de los proyectos sigue siendo incierto. Sin el programa de renovación, los proyectos tendrán que buscar otros fondos, lo que podría retrasar aún más las mejoras necesarias y aumentar los costos.

Los precios de la vivienda seguirán creciendo de forma estable. EFE/Javier Belver
La situación actual de las viviendas asequibles en Estados Unidos
Los inquilinos de las viviendas afectadas no son los únicos en enfrentar dificultades. A lo largo de 42 estados, el Distrito de Columbia y Puerto Rico, cientos de proyectos de vivienda asequible dependen del financiamiento que estaba destinado para reformas energéticas y de infraestructura básica. Sin el apoyo del programa de 1.000 millones de dólares, estos proyectos podrían quedar detenidos, afectando a miles de personas que viven en condiciones precarias.
«Si este programa no se restablece, sin duda buscaremos otro financiamiento para llenar ese vacío», dijo Travis Phillips, del Centro de Desarrollo de Vivienda. Sin embargo, reconoció que esto podría tomar tiempo y aumentar los costos del proyecto. Para muchos de los inquilinos de estos complejos, como los de Smith Tower, esto representa la diferencia entre mantener un hogar seguro y perderlo.