En Michigan, en el norte de Estados Unidos, Donald Trump vuelve a la campaña electoral tras el presunto nuevo intento de asesinato en su contra.
Se trata de un importante estado en la carrera por la Casa Blanca, al que también arribará esta semana su rival en las urnas, la vicepresidenta Kamala Harris, aunque este martes 17 de septiembre la líder demócrata llegará a otro estado clave: Pensilvania. A menos de dos meses de los cruciales comicios del próximo 5 de noviembre, ambos buscan centrarse en los estados clave que pueden definir la contienda.
En la víspera de este mitin, Trump relató los hechos del pasado domingo 15 de septiembre en Florida, en un período cada vez más tenso previo a las elecciones.
“De repente escuchamos disparos en el aire, y supongo que probablemente cuatro o cinco, y sonaban como balas. Pero, ¿qué sé yo de eso? Pero el Servicio Secreto supo inmediatamente que eran balas y me agarraron”, narró el ex jefe de Estado en sus redes sociales.
El líder conservador también elogió la respuesta de los agentes del Servicio Secreto de EE. UU., agencia federal fuertemente cuestionada tras el atentado que sufrió Trump, el pasado julio en Pensilvania, cuando resultó herido en una oreja. Y, ahora, dos meses después de ese hecho, el aparente intento de asesinato en un campo de golf privado del exmandatario en Florida.
«Fue algo bastante complicado pero salió bien. El Servicio Secreto hizo un excelente trabajo, y tienen al hombre tras las rejas, y esperemos que esté allí por mucho tiempo», señaló el magnate de los bienes raíces convertido en político.
Aunque las autoridades señalaron que consideran que el sospechoso actuó solo, Trump ha intentado culpar a Harris y al actual presidente, Joe Biden, de ponerlo en riesgo, por la retórica, que asegura manejan contra el republicano, sobre que pondría en peligro a la democracia.
Sin embargo, el expresidente continúa su agenda de campaña sin ningún cambio, la cual lo llevará también a Nueva York y Washington D.C., destaca ‘The New York Times’.