El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el viernes su intención de firmar una orden ejecutiva para reformar o incluso eliminar la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés), encargada de gestionar las respuestas ante desastres naturales. El mandatario expresó esta decisión durante una visita a las áreas afectadas de Carolina del Norte por el huracán Helene, ocurrido en septiembre de 2024, siendo este su primer viaje desde su regreso a la Casa Blanca.
Críticas a FEMA durante la visita a Carolina del Norte
Trump, quien ha sido una figura polémica en su enfoque hacia la gestión de emergencias, calificó a FEMA como un «desastre» y aseguró que la agencia había obstaculizado los esfuerzos de ayuda en Carolina del Norte tras el paso del huracán Helene. Durante su recorrido por un barrio de la región, donde los daños eran evidentes con casas destrozadas y árboles caídos, Trump manifestó su desacuerdo con la manera en que FEMA había manejado la situación.
«FEMA ha resultado ser un desastre», declaró el presidente, subrayando la ineficiencia de la agencia en la gestión de los recursos. «Creo que recomendamos que FEMA desaparezca», agregó, provocando una fuerte reacción de parte de funcionarios y ciudadanos de la región.
La crítica de Trump a FEMA no es algo nuevo. El presidente ha cuestionado en varias ocasiones la eficiencia de la agencia, especialmente cuando se trata de coordinar la ayuda federal en situaciones de desastre. La entidad, que normalmente se encarga de enviar personal y suministros de emergencia para apoyar a los estados afectados, ha sido criticada por su burocracia y la lentitud en la respuesta.
Propuesta de eliminar FEMA y canalizar fondos directamente a los estados
Como parte de su plan para agilizar la ayuda a los afectados por desastres naturales, Trump sugirió que el gobierno federal debería dejar de canalizar los fondos a través de FEMA y, en su lugar, transferir el dinero directamente a los estados para que gestionen sus propios recursos. Según Trump, esto permitiría una respuesta más rápida y menos burocrática a las emergencias.
“FEMA ha sido una gran decepción”, sostuvo Trump, añadiendo que la agencia “es muy burocrática y muy lenta”. La sugerencia de eliminar FEMA y modificar el sistema de asistencia a desastres ha generado debate en diversos sectores, especialmente entre aquellos que consideran a la agencia como un aliado crucial en la gestión de emergencias.
Reacciones en Carolina del Norte ante las críticas de Trump
El comentario de Trump sobre eliminar FEMA fue rápidamente cuestionado por políticos y funcionarios locales. La congresista demócrata Deborah Ross, representante de Carolina del Norte, expresó su preocupación en una publicación en la plataforma X (anteriormente conocida como Twitter), afirmando que eliminar FEMA sería “un desastre” para el estado. “Aprecio la preocupación del presidente Trump por el oeste de Carolina del Norte, pero eliminar FEMA sería un desastre para nuestro estado”, escribió Ross.
La reacción en Carolina del Norte refleja el temor de muchos en la región ante la posibilidad de perder el apoyo crucial que FEMA ofrece en momentos de crisis. La agencia ha estado presente en numerosas ocasiones durante desastres naturales, proporcionando recursos y asistencia que han sido fundamentales para la recuperación.
Foto: kabc
Críticas de Trump a la respuesta a los incendios en California
Además de sus críticas a FEMA, Trump aprovechó su visita a Carolina del Norte para lanzar ataques contra la respuesta de las autoridades californianas frente a los incendios forestales que azotaron la región de Los Ángeles. Estos incendios, que se desataron a principios de enero, han causado gran devastación en el sur de California, con al menos 28 muertos y cerca de 16,000 estructuras dañadas.
Trump criticó fuertemente al gobernador de California, Gavin Newsom, y a la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, por lo que él calificó de “incompetencia grave” en la gestión de los incendios. En particular, acusó a Newsom y a Bass de no haber proporcionado suficiente agua para combatir los incendios. La escasez de agua fue uno de los factores clave que dificultaron la respuesta temprana a los incendios, y Trump mencionó que los hidrantes en áreas de alto riesgo, como Pacific Palisades, se habían secado, exacerbando la crisis.
La alcaldesa Bass y los bomberos, por su parte, defendieron la respuesta, señalando que los hidrantes no estaban diseñados para enfrentar incendios de esta magnitud y destacando la naturaleza sin precedentes de los incendios de este año.