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El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y su equipo de transición han preparado un ambicioso plan para llevar a cabo una serie de macroredadas migratorias en Chicago, justo el día después de su toma de posesión. Según un informe publicado por The Wall Street Journal, el Gobierno de Trump enviará entre 100 y 200 agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) a la ciudad de Chicago para llevar a cabo esta operación de deportaciones masivas.
Chicago, epicentro de las macroredadas migratorias de Trump
La elección de Chicago como primer objetivo para las redadas migratorias se debe a varios factores. En primer lugar, la ciudad alberga una gran cantidad de migrantes, muchos de los cuales se encuentran en el país de manera ilegal. Además, realizar la redada en Chicago tiene un fuerte impacto mediático, ya que la ciudad es uno de los bastiones urbanos del Partido Demócrata.
El plan de Trump es claro: «Si el alcalde de Chicago no quiere ayudar, puede hacerse a un lado», expresó Tom Homan, el «zar» de la frontera de Trump. «Pero si nos impide actuar, si esconde o encubre deliberadamente a un inmigrante ilegal, lo procesaré», añadió Homan, anticipando que las deportaciones comenzarían desde el “día 1” de la presidencia de Trump.
Un grupo de personas deportadas desde Estados Unidos, en una fotografía de archivo. EFE/ Esteban Biba
Los primeros objetivos de las redadas de Trump
Trump ha centrado gran parte de su campaña presidencial en la promesa de deportaciones masivas de migrantes. A lo largo de su mandato, ha enfatizado la necesidad de reducir la presencia de inmigrantes indocumentados, especialmente aquellos con antecedentes penales. Según fuentes oficiales, la operación en Chicago se enfocará en más de 300 personas con antecedentes de delitos graves y violentos. Sin embargo, se espera que las autoridades de ICE amplíen su red de detenciones, afectando a otros migrantes que, aunque no sean los objetivos principales, se encuentren en el país ilegalmente.
A diferencia de las políticas de inmigración de la administración de Biden, que se centraban principalmente en detener a aquellos con un historial criminal grave, el enfoque de Trump será más amplio, considerando a los inmigrantes ilegales como objetivos potenciales de deportación. Los colaboradores de Trump han señalado que incluso aquellos que no tienen antecedentes delictivos, como cónyuges o compañeros de cuarto, serán arrestados si se encuentran en el país sin documentación.
Reacciones en Chicago y otras ciudades santuario
Chicago, conocida como ciudad santuario, ha sido un punto de resistencia para las políticas migratorias de Trump desde el inicio de su presidencia. La ciudad, que limita la cooperación de la policía local con los agentes de ICE, ha sido uno de los principales lugares donde los migrantes han buscado protección. A lo largo de los años, Chicago ha reforzado sus políticas para proteger a los inmigrantes indocumentados, especialmente después de la toma de posesión de Trump en 2017.
El gobernador de Illinois, JB Pritzker, y el alcalde de Chicago, Brandon Johnson, han asegurado que no renunciarán a sus compromisos de proteger a los migrantes. Johnson, en particular, calificó los planes de deportación de Trump como “pequeños y débiles”, y reiteró su compromiso con las políticas inclusivas que protegen a los inmigrantes en la ciudad.
Vista de oficiales del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de Estados Unidos, en una fotografía de archivo. EFE/Dominick Reuter
Preparación de los migrantes ante las redadas de Trump
Las comunidades migrantes en Chicago y en otras ciudades donde se espera que las redadas se lleven a cabo, como Nueva York, han comenzado a prepararse. Organizaciones defensoras de los derechos de los inmigrantes están trabajando activamente para informar a los migrantes sobre sus derechos durante las detenciones. Estas organizaciones han creado redes de alerta para notificar a la comunidad sobre las redadas en curso, y han enfatizado que los migrantes tienen el derecho de permanecer en silencio y no permitir que los agentes de ICE ingresen a sus hogares sin una orden judicial.
«Estamos tratando de estar lo más preparados posible», comentó Brandon Lee, portavoz de la Coalición de Illinois para los Derechos de Inmigrantes y Refugiados. «Nunca vamos a conocer todos los detalles de las operaciones de ICE, pero para los miembros de la comunidad, conocer sus derechos es empoderador.»
