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El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, reveló este martes la creación de una nueva entidad destinada a recaudar aranceles y otros ingresos derivados de fuentes extranjeras. Este nuevo organismo, denominado Servicio de Ingresos Externos (External Revenue Service, en inglés), estará encargado de gestionar los pagos que, según Trump, deben realizar aquellos países que lucran a expensas del comercio estadounidense.
El Servicio de Ingresos Externos y su relación con el IRS
En su mensaje a través de la red social Truth Social, Trump comparó este nuevo servicio con el Servicio de Impuestos Internos (IRS, por sus siglas en inglés), el cual ya se encarga de la recaudación de impuestos de los ciudadanos y empresas estadounidenses. “Empezaremos a cobrar a los que se lucran a nuestra costa con el comercio, y empezarán a pagar, POR FIN, lo que les corresponde”, afirmó el presidente electo.
El Servicio de Ingresos Externos comenzará a operar el próximo lunes, día en que Trump tomará posesión de su segundo mandato como presidente de EE.UU. Este anuncio coincide con el inicio de una nueva etapa en la administración Trump, que promete ser marcada por decisiones importantes y de gran impacto en la política comercial del país.
EFE/EPA/Justin Lane
Trump critica los acuerdos comerciales y su impacto en la economía
En su mensaje, Trump aprovechó para criticar duramente los acuerdos comerciales internacionales previos, calificándolos de “blandos y patéticamente débiles”. Según el presidente electo, estos acuerdos no han favorecido a Estados Unidos, a pesar de que la economía estadounidense ha sido la que ha impulsado el crecimiento y la prosperidad en el mundo. Trump considera que este desajuste ha perjudicado a los intereses de su país y que es necesario actuar de manera más firme para corregirlo.
Este enfoque hacia los acuerdos comerciales refleja una de las principales promesas de campaña de Trump durante su primera administración, que incluyó la renegociación de tratados comerciales clave como el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que fue reemplazado por el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
La implementación de nuevos aranceles a México, Canadá y China
Entre las medidas anunciadas, Trump destacó un arancel del 25 % sobre todos los productos importados de México y Canadá. Esta medida se enmarca dentro de su política de «America First» y busca que estos países contribuyan más a la economía estadounidense.
Además, Trump mencionó la posibilidad de imponer un arancel del 10 % sobre los productos chinos, especialmente si el gobierno de China no toma medidas más contundentes para frenar el ingreso de fentanilo a Estados Unidos. Esta cuestión ha sido un tema central en las relaciones bilaterales entre ambos países, ya que el fentanilo ha contribuido al aumento de muertes por sobredosis en EE.UU.
EFE/Cristóbal Herrera
El impacto potencial del Servicio de Ingresos Externos
Este anuncio ha sido recibido con una mezcla de apoyo y críticas. Algunos analistas señalan que esta medida podría generar tensiones comerciales adicionales, mientras que otros consideran que es una forma de hacer que los socios comerciales de Estados Unidos paguen más por los beneficios que obtienen del acceso al mercado estadounidense.
La postura de Trump sobre los aranceles y el comercio internacional
Donald Trump ha dejado claro en varias ocasiones que su administración tiene un enfoque diferente hacia el comercio internacional. Para él, los aranceles no solo son una herramienta para proteger la economía estadounidense, sino también un medio para presionar a otros países a que cambien sus políticas comerciales en beneficio de Estados Unidos.
De hecho, durante su primera presidencia, Trump implementó aranceles sobre una serie de productos importados, incluyendo acero y aluminio, lo que generó una serie de disputas con socios comerciales clave, incluidos la Unión Europea y China. A pesar de las críticas que recibió en su momento, Trump continúa defendiendo su política de aranceles, argumentando que es la mejor forma de proteger a los trabajadores y las industrias estadounidenses.
