El plan del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de utilizar la base naval estadounidense de Guantánamo, Cuba, para detener a 30,000 inmigrantes ha topado con serios obstáculos legales, logísticos y financieros desde su anuncio, que sorprendió incluso a muchos dentro de su propia administración. A medida que las agencias gubernamentales disputan la responsabilidad de las operaciones en el lugar, el gobierno empieza a reconocer que se trató de una decisión política que no está funcionando como se esperaba.
Los costos del plan de detención en Guantánamo
Uno de los principales problemas que enfrenta el gobierno, especialmente en un momento en que se busca recortar los gastos en varias áreas del gobierno, es el alto costo del plan. Trasladar a los inmigrantes detenidos a Guantánamo implica el uso de aviones militares, cuyo costo de operación es elevado. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, estaba presente en Guantánamo la semana pasada cuando un avión C-130, que transportaba a nueve inmigrantes, aterrizó en la base. De acuerdo con los cálculos del Departamento de Defensa, el costo por hora de vuelo de un C-130 es de 20,756 dólares, lo que significa que el traslado de estos inmigrantes costó entre 207,000 y 249,000 dólares por viaje, o entre 23,000 y 27,000 dólares por detenido.
Comparación de costos con otros métodos de transporte
Aunque el gobierno ha optado por utilizar aviones militares, la opción de los vuelos chárteres, que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) usa habitualmente para deportaciones, resulta ser más económica. Sin embargo, según un funcionario del Departamento de Defensa, la decisión de usar aviones militares se debe más a razones de “óptica” que a la eficiencia económica.
En comparación, los vuelos chárteres tienen un costo por hora que varía entre 6,929 y 26,795 dólares, dependiendo de si se trata de vuelos “especiales de alto riesgo”. Aunque esta opción también es costosa, el uso de aviones militares sigue siendo significativamente más caro.

Vista de la entrada de soldados de Estados Unidos a una de las bases del país, en una fotografía de archivo. EFE/Hunter Cone
Condiciones de la infraestructura en Guantánamo
Otro problema importante es la infraestructura de la base en Guantánamo. Las instalaciones diseñadas para albergar a los 30,000 inmigrantes no están ni cerca de estar listas. Las tiendas de campaña instaladas para este propósito carecen de servicios básicos como aire acondicionado y agua corriente, y no cumplen con los requisitos establecidos por ICE para la detención de inmigrantes, según funcionarios de defensa y del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
Además, los funcionarios han indicado que las opciones de detención en Guantánamo no son tan viables como se pensaba originalmente, y que otras alternativas, como la detención de inmigrantes en Fort Bliss, Texas, serían más económicas y eficientes.
La viabilidad del plan y el cambio de perspectiva en la administración
El plan de Trump para usar Guantánamo como centro de detención ha enfrentado dificultades logísticas y ha provocado cambios de perspectiva dentro de la administración. Aunque el presidente sigue insistiendo en que el plan siga adelante, algunos funcionarios han comenzado a reconocer que las condiciones en Guantánamo hacen que sea una opción poco práctica. A pesar de las promesas iniciales, el espacio disponible en la base no es suficiente para albergar a la cantidad de inmigrantes que el gobierno había planeado.
De hecho, en el pico de su uso bajo la administración de Trump, Guantánamo albergó a 178 inmigrantes, todos ellos de nacionalidad venezolana. Sin embargo, en febrero de 2025, el gobierno federal retiró a la mayoría de estos detenidos, enviando a la mayoría de vuelta a Venezuela a través de Honduras.
Fotografía de archivo de una zona del centro de detención en la Base militar estadounidense en Guantánamo (Cuba), que ahora albergará migrantes indocumentados por orden de Donald Trump. EFE/ Marta Garde
Los problemas legales y las críticas sobre el uso de Guantánamo
A lo largo de este proceso, ha habido preocupaciones legales sobre la validez del uso de Guantánamo para la detención de inmigrantes. Algunos congresistas han cuestionado la base legal que justifica el uso de vuelos militares para transportar a los detenidos a la base naval. En condiciones normales, el Departamento de Defensa suele emitir una opinión de legalidad antes de llevar a cabo cualquier actividad, pero en este caso, el Pentágono aún no ha proporcionado una interpretación clara.
Grupos de derechos civiles también han demandado al gobierno de Trump por el envío de inmigrantes a Guantánamo, argumentando que esta medida es inapropiada e inhumana. A pesar de la controversia, la administración insiste en que el envío de inmigrantes a Guantánamo es una respuesta necesaria para hacer cumplir las políticas de inmigración de Estados Unidos.
Obstáculos en la logística y las operaciones en Guantánamo
El proceso logístico para operar en Guantánamo ha sido otro desafío significativo. La falta de recursos y personal adecuado ha complicado aún más la operación. Aunque el Departamento de Defensa envió personal y equipos para apoyar la misión, el trabajo realizado en el lugar ha sido limitado debido a la falta de directrices claras. Los militares comenzaron a montar tiendas de campaña sin instrucciones específicas sobre los requisitos para cumplir con las normativas de ICE, lo que ha provocado retrasos y dificultades operativas.
El DHS, por su parte, ha tenido dificultades para asignar suficientes recursos a la operación, y las llegadas de inmigrantes a la base se han visto ralentizadas debido a la falta de personal y servicios. En algunas ocasiones, incluso se han reportado demoras en la provisión de servicios esenciales como intérpretes para los detenidos.