El candidato presidencial republicano Donald Trump desestimó este sábado (20.07.2024) las preocupaciones de que su liderazgo sea una amenaza para la democracia de Estados Unidos y negó ser un «extremista».
«No soy en absoluto extremista», insistió Trump para descartar sus supuestos vínculos con el «Proyecto 2025», un manifiesto radical liderado por figuras cercanas a él que ha sido descrito por sus opositores como una lista de deseos autoritaria y derechista.
El «Proyecto 2025” representa una hoja de ruta conservadora de derecha para el próximo presidente republicano. El concepto político inoficial para una segunda administración Trump fue creado por la Heritage Foundation y apoyado por muchas otras organizaciones y grupos de expertos conservadores.
El magnate siguió con su campaña en Grand Rapids, Míchigan (noreste), un «estado fundamental» que ganó en 2016 pero que Biden le arrebató en 2020, y prometió a sus seguidores «un maremoto monumental» a favor de los republicanos en los comicios de noviembre.
Burlas y ofensas a Biden y diatriba antiinmigrantes
Trump se burló de los demócratas «que no saben quién es su candidato» y aseguró que el presidente Joe Biden, quien enfrenta duras críticas sobre su aptitud física y mental para seguir en campaña, es un «estúpido» y tiene un coeficiente intelectual de «50, 60 o 70».
En un discurso de casi dos horas, renovó su diatriba contra los inmigrantes, a quienes acusa de los peores crímenes, y prometió la «mayor operación de expulsión» en la historia de Estados Unidos.
Tras el mitin, la campaña Biden-Harris acusó a Trump de «vender las mismas mentiras (y) hacer la misma campaña de venganza y represalia».
En la otra orilla, Biden, de 81 años, y su equipo de campaña se han mantenido públicamente firmes en que permanecerá en la carrera, aunque algunos informes sugieren que han comenzado discusiones en su círculo íntimo sobre cómo exactamente podría hacerse a un lado debido a su salud física y mental.
Ha habido muchas especulaciones sobre quién podría reemplazarlo. Como vicepresidenta, Harris parece estar mejor posicionada para esa tarea.
La influyente senadora demócrata Elizabeth Warren dijo a la cadena MSNBC que le da «mucha esperanza» que si Biden «decide dar un paso atrás, tengamos a la vicepresidenta Kamala Harris, que está lista para dar un paso al frente, unir al partido, enfrentarse a Donald Trump y ganar en noviembre».
Ataques contra el mandatario podrían volverse en su contra
Una salida de Biden de la carrera podría, de todos modos, desestabilizar a los republicanos, que se verían obligados a revisar su estrategia electoral, ampliamente detallada durante los cuatro días de la convención realizada esta semana en Milwaukee.
Hasta ahora, el estado de salud de Biden es eje central en la campaña republicana y las piezas de propaganda electoral con un presidente que comete gafes, tartamudea o se tropieza, se multiplican.
Con 78 años, Trump se cuidó de atacar a Biden por su estado de salud el jueves durante su discurso en la convención, en la cual fue oficialmente nominado como candidato.
Los argumentos podrían volverse en su contra si la actual vicepresidenta Harris, de 59 años, se convierte en su rival.
Las elecciones presidenciales en Estados Unidos se realizarán el 5 de noviembre.