Trump insta a Putin a llegar a un acuerdo sobre Ucrania
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el lunes en su primer día en el cargo que el líder ruso, Vladimir Putin, debería poner fin a la guerra en Ucrania, señalando que “no lo ha hecho bien” debido a la pérdida de un millón de soldados en el conflicto armado.
En una conversación con los periodistas en la Oficina Oval, Trump expresó que hablaría con Putin, y agregó que aunque Rusia es una nación grande con muchos soldados, esa no es manera de dirigir un país.
Trump opinó sobre la posibilidad de un alto al fuego y mencionó que el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, «quiere llegar a un acuerdo». Aseguró que no sabe si Putin desea lo mismo, pero destacó que «debería hacerlo», y opinó que Rusia se está destruyendo al no alcanzar un entendimiento.
Zelensky, en su cuenta de X, felicitó a Trump por su investidura y subrayó que este era un día de cambio para Estados Unidos. En su mensaje, Zelensky destacó que Trump es decisivo y que la política de «paz a través de la fuerza» anunciada por el nuevo presidente podría reforzar el liderazgo de EE.UU. y conducir a una paz duradera y justa, algo que considera fundamental.
Zelensky también mencionó que este siglo está en formación y que todos deben trabajar juntos para garantizar que sea un siglo exitoso para las democracias, en lugar de para aquellos que buscan el fracaso de las naciones libres. Finalmente, expresó su deseo de una cooperación activa y beneficiosa para ambas naciones.
Trump ha prometido negociar un acuerdo de paz entre Rusia y Ucrania, aunque alcanzar esa paz parece más complicado que nunca. Ambos países buscan ganar terreno en el campo de batalla para reforzar su posición antes de las posibles conversaciones que pongan fin a esta guerra de tres años.
En el último año, Rusia ha logrado avances graduales en las defensas ucranianas, buscando controlar completamente las cuatro regiones del este y sur de Ucrania que Putin anexó ilegalmente, aunque nunca las ha tomado en su totalidad. Además, Rusia sigue lanzando misiles y drones para destruir la infraestructura energética ucraniana.
Por su parte, Ucrania ha intentado asegurar su incursión en la región rusa de Kursk, atacando instalaciones clave de energía y otros objetivos importantes para la maquinaria militar de Putin.
Ambos países adoptan posturas rígidas en las negociaciones, lo que deja poco margen para compromisos. Durante su campaña, Trump prometió resolver la guerra en 24 horas, pero recientemente cambió su plazo, expresando que podría tomar seis meses para lograr la paz. Su candidato a negociador, Keith Kellogg, sugirió que el acuerdo podría lograrse en 100 días.
Putin ha declarado que está dispuesto a negociar, pero insiste en que cualquier acuerdo debe tener en cuenta las «realidades sobre el terreno», lo que implica que las conquistas territoriales rusas sean reconocidas. Además, en junio, Putin exigió que Ucrania renunciara a su candidatura a la OTAN y que retirara sus tropas de las regiones ocupadas de Donetsk, Luhansk, Zaporizhzhia y Kherson, demandas que Ucrania y Occidente han rechazado.
El gasto militar ruso ha impulsado la economía del país, que creció casi un 4% el año pasado, aunque la inflación sigue siendo alta y el rublo se ha debilitado. La semana pasada, el presidente Joe Biden intensificó las sanciones contra el sector energético ruso, incluida la flota naviera utilizada para evadir sanciones previas.
Zelensky inicialmente exigió la retirada total de las fuerzas rusas como condición para cualquier acuerdo de paz, pero ha moderado su postura debido a los avances rusos. Ahora, ya no considera esa retirada como un requisito para las conversaciones, pero aún insiste en que las garantías de seguridad de EE. UU. y sus aliados sean un aspecto clave del acuerdo.
Zelensky también ha abogado por un acuerdo global y no un simple alto el fuego temporal, ya que considera que un cese temporal solo permitiría a Rusia reponer sus fuerzas. Además, ha solicitado el envío de tropas occidentales a Ucrania como fuerzas de paz.
Putin ha rechazado la idea de una tregua temporal, afirmando que las tropas rusas continúan presionando con una ofensiva y que cualquier pausa en los combates solo beneficiaría a Ucrania, permitiéndole reponer fuerzas.
Kurt Volker, quien fue representante especial para Ucrania en el primer mandato de Trump, afirmó que los rusos ven que Trump está presionando por una resolución y quieren aprovechar todo lo que puedan mientras puedan.
Rusia actualmente controla aproximadamente una quinta parte del territorio ucraniano, incluida la península de Crimea, que fue anexada en 2014. Durante 2024, Rusia mantuvo la iniciativa en el campo de batalla, presionando con ofensivas en diversas áreas de la línea del frente de más de 600 millas.
Ucrania enfrenta una grave escasez de mano de obra debido a las pérdidas en sus filas y las deserciones. Michael Kofman, investigador del Carnegie Endowment, indicó que estabilizar la línea del frente es crucial para ganar tiempo y forzar a Rusia a reconsiderar su posición.
A pesar de la falta de recursos para un gran avance, Rusia ha perfeccionado su táctica de avanzar lentamente en múltiples frentes. Moscú apuesta por desgastar físicamente a las fuerzas ucranianas y debilitar el Estado ucraniano, mientras que Ucrania ha intentado cambiar el curso de la guerra con incursiones, como la realizada en la región rusa de Kursk.
Kellogg, el enviado de la nueva administración, ha desestimado los temores europeos de que Trump reduzca el apoyo a Ucrania. En cambio, Kellogg afirmó que Trump está trabajando para «salvar a Ucrania y su soberanía», y Volker prevé que Trump presionará a Putin para que detenga las hostilidades.