El presidente Donald Trump firmó este lunes su primera serie de decretos tras asumir la presidencia de Estados Unidos, en una ceremonia celebrada en el Capitolio. Con estos primeros pasos en su mandato, Trump marcó el inicio de un gobierno que promete cambios significativos en la política interna y externa del país.
Decretos firmados: un cambio hacia la restauración de EE.UU.
Jason Miller, asesor principal de la transición Trump-Vance, había adelantado el domingo que los primeros decretos se firmarían en el Capitolio, con otros a seguir durante la intervención del presidente en el Capital One Arena ese mismo día. Estos decretos se presentan como una serie de medidas que Trump considera fundamentales para la “restauración completa de Estados Unidos” y el regreso al “sentido común”, tal como destacó en su discurso inaugural.
Los decretos abarcan áreas clave de la política estadounidense, incluidas las reformas migratorias, la seguridad nacional y la economía. En un acto cargado de simbolismo, el presidente firmó estos documentos frente a sus seguidores y en medio de un ambiente de expectación por lo que promete ser su segundo mandato.
El nuevo presidente de EE.UU. EFE/Chip Somodevilla/Pool
Trump y su enfoque hacia la OTAN y la defensa nacional
Uno de los aspectos que más ha llamado la atención es el enfoque del presidente hacia la OTAN y la defensa nacional. Mark Rutte, secretario general de la OTAN, mencionó que la organización planea “acelerar” el gasto y la producción en defensa durante este nuevo mandato de Trump. Aunque en el pasado Trump mostró escepticismo sobre el compromiso de Estados Unidos con la alianza, Rutte expresó un optimismo renovado, afirmando que con Trump en el poder, la OTAN podrá seguir desempeñando un papel crucial en la seguridad global.
Migración y políticas fronterizas: medidas drásticas
Uno de los temas más candentes de este nuevo mandato es la política migratoria. En su discurso inaugural, el presidente reiteró su promesa de endurecer las políticas migratorias, lo que incluye una serie de medidas drásticas para frenar la migración ilegal. Entre las propuestas más destacadas se encuentran el envío de militares a la frontera sur y la restauración de la controvertida política de «Permanecer en México». Además, Trump adelantó que su administración comenzará el proceso de deportación de “millones de extranjeros criminales” en lo que él describe como una urgente necesidad de devolver el control total sobre la seguridad en las fronteras.
La decisión de Trump de cancelar la aplicación CBP One, que permitía a los migrantes ingresar legalmente a Estados Unidos, ha generado un debate considerable. Para muchos, esta medida cierra una puerta importante a aquellos que buscaban una forma ordenada de solicitar asilo. La incertidumbre que ha generado esta acción podría provocar un aumento en los intentos de cruce ilegal de la frontera.
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Reacción internacional ante la toma de posesión
La toma de posesión de Trump también ha tenido repercusiones internacionales. El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, celebró el cambio de gobierno en EE.UU. como un día de “cambio” y “esperanza”. Zelensky destacó que la política de Trump podría ser clave para la resolución de los conflictos internacionales, especialmente el desafío que representa la invasión rusa en su país.
Por otro lado, en Israel, el primer ministro Benjamin Netanyahu elogió las políticas de Trump durante su primer mandato, que incluyeron el reconocimiento de Jerusalén como la capital de Israel y el retiro de EE.UU. del acuerdo nuclear con Irán. Netanyahu mostró su confianza en que, con Trump de vuelta en el poder, los “mejores días” de la relación bilateral aún estaban por llegar.
Políticas energéticas: un giro hacia los combustibles fósiles
Otro de los aspectos destacados de la agenda de Trump es su postura frente a la política energética. Durante su discurso inaugural, Trump manifestó su intención de revertir los avances de Estados Unidos en cuanto a energía limpia y clima, y subrayó su compromiso con los combustibles fósiles. Anunció también que comenzará los trámites para retirar a EE.UU. del acuerdo climático de París, una promesa que había hecho durante su campaña electoral. Con estas acciones, Trump busca consolidar una política energética más orientada al apoyo de la industria del petróleo y gas, y alejarse de las regulaciones que él considera restrictivas para el desarrollo económico.