El Gobierno de Donald Trump ha reconocido que está implementando un enfoque más agresivo en la detención de familias migrantes con niños como parte de una campaña más amplia contra la inmigración indocumentada. La medida se produce en el marco de un esfuerzo para hacer cumplir las leyes de inmigración de manera más estricta, en medio de una creciente preocupación por el control de la frontera sur de Estados Unidos.
Reapertura de centros de detención para familias migrantes
Según Tricia McLaughlin, secretaria adjunta de Asuntos Públicos del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), el gobierno ha comenzado a detener a familias migrantes con niños como parte de una política que responde a órdenes finales de deportación emitidas por jueces federales. McLaughlin afirmó: «La conclusión es que estas personas tienen órdenes finales de deportación, y esta administración no va a ignorar el Estado de derecho».
Dos instalaciones del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) en Texas, específicamente los centros de detención de Karnes y Dilley, han sido reabiertas y readaptadas para albergar a familias migrantes detenidas, como parte de esta campaña. Según McLaughlin, la mejor opción para los inmigrantes ilegales es «autodeportarse», una acción que les permitiría, según el gobierno, tener la oportunidad de regresar a EE. UU. en el futuro y «vivir el sueño americano».
Un niño mira a través de la barrera que divide la frontera entre EE.UU. y México, en una fotografía de archivo. EFE/ Allison Dinner
El regreso de la detención familiar en Dilley, Texas
CoreCivic, uno de los mayores operadores de prisiones privadas en EE.UU., anunció el miércoles que había llegado a un acuerdo con ICE para reanudar las operaciones de un centro de detención en Dilley, Texas, destinado a 2,400 personas. Este centro está ubicado a unos 112 kilómetros al suroeste de San Antonio. La reapertura de estas instalaciones ha sido parte de los esfuerzos del gobierno para aumentar la capacidad de detención de familias migrantes mientras se mantiene firme en sus políticas de deportación.
Aunque la medida ha sido duramente criticada por grupos de inmigración y derechos humanos, que argumentan que las condiciones en estos centros son inhumanas, el gobierno de Trump defiende la decisión, indicando que es necesario para hacer cumplir las leyes migratorias y garantizar la seguridad en la frontera.
La operación para localizar y deportar a niños migrantes
Además de las detenciones de familias migrantes, el gobierno de Trump también ha puesto en marcha una operación destinada a localizar y deportar a miles de niños migrantes que ingresaron a EE. UU. sin la compañía de sus padres. Esta operación se está llevando a cabo con el objetivo de abordar lo que la administración considera una «crisis humanitaria» en la frontera sur.
De acuerdo con un memorando interno obtenido por Reuters, esta operación se realiza en paralelo a los esfuerzos para arrestar a inmigrantes indocumentados con antecedentes penales. Tom Homan, el «zar de la frontera» de Trump, y la secretaria del DHS, Kristi Noem, han señalado en diversas ocasiones que su prioridad es arrestar a aquellos inmigrantes con historial delictivo. Sin embargo, también han advertido que aquellos que se encuentren en el curso de esas operaciones, incluidos los niños migrantes, podrían ser detenidos.

Fotografía de archivo del 23 de diciembre de 2022 donde aparecen inmigrantes recibiendo ayuda cerca de un albergue en El Paso, Texas (EE.UU.). EFE/Octavio Guzmán
Estabilidad en las deportaciones, a pesar de la crítica
A pesar de los esfuerzos del gobierno de Trump por intensificar las deportaciones de inmigrantes, un análisis realizado por CNN ha mostrado que el ritmo de las deportaciones ha permanecido estable en comparación con el año anterior. Según los datos de vuelos de deportación obtenidos por CNN, el número de deportaciones no ha experimentado un aumento significativo durante el segundo mandato de Trump, a pesar de las políticas más estrictas de control migratorio.
Grupos defensores de los derechos de los inmigrantes han reaccionado con indignación ante la medida, calificándola de inhumana y cruel. Estos grupos han cuestionado la legalidad de las acciones del gobierno y han desafiado en los tribunales la decisión de Trump de cerrar efectivamente las solicitudes de asilo en la frontera entre Estados Unidos y México. La controversia ha puesto de manifiesto la división en el país sobre cómo manejar la inmigración indocumentada.
La visión de Trump sobre la aplicación de las leyes de inmigración
En una reciente entrevista con Fox News, Tom Homan defendió la postura del gobierno, asegurando que, aunque la aplicación de las leyes de inmigración pueda ser «triste, emotiva y controvertida», es necesaria para garantizar la seguridad en la frontera. Homan expresó que las medidas adoptadas por la administración Trump están orientadas a «salvar vidas» y a reforzar el control de la frontera, lo que a su juicio es fundamental para la seguridad nacional de Estados Unidos.