La Administración Trump ha decidido expandir la autoridad migratoria a agencias del Departamento de Justicia que antes no contaban con competencias en esta área, permitiéndoles colaborar en deportaciones masivas. Esta medida fue confirmada mediante un memorando interno, inicialmente reportado por The Wall Street Journal. Según información proporcionada por un funcionario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), el documento es legítimo, aunque aún no ha sido revisado de manera exhaustiva por medios como NBC News y Noticias Telemundo.
Ampliación de poderes en materia migratoria
El memorando, enviado por el secretario interino de Seguridad Nacional, Benjamine Huffman, otorga poder a diversas agencias, incluidas la Administración para el Control de Drogas (DEA), la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) y el Servicio de Alguaciles de los Estados Unidos (US Marshals), para que colaboren en las labores de deportación. Estas agencias, anteriormente ajenas a la aplicación de leyes migratorias, ahora podrán intervenir en operaciones relacionadas con la inmigración ilegal.
Stephen Miller, designado por Trump como jefe adjunto de Gabinete, confirmó en una entrevista con Fox News que estas agencias, como el FBI, la ATF y la DEA, apoyarán al Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) en la implementación de la ley migratoria. “Las redadas iniciales de inmigración ya han detenido y expulsado a algunos de los criminales más despiadados de este país. En los próximos días, habrá una escala masiva en las actividades de aplicación de la ley”, declaró Miller.
Fotografía de archivo de un agente de la DEA. EFE/Ronda Churchill
Nuevas facultades para agencias como el FBI y la DEA
El documento subraya que el FBI, que ya tiene facultades para detener inmigrantes bajo el Título 8 de la ley, normalmente se mantiene al margen de las operaciones migratorias, a menos que estén involucradas cuestiones de seguridad nacional. Sin embargo, la inclusión de agencias como la DEA y la ATF en este tipo de intervenciones marca un cambio significativo, ya que tradicionalmente no han participado en cuestiones migratorias, salvo en casos vinculados al tráfico de drogas o armas.
Funcionarios de estas agencias han manifestado su preocupación por la ampliación de sus responsabilidades, aduciendo que ya carecen de los recursos suficientes para cumplir con sus misiones principales, lo que podría generar un impacto en su operatividad. A pesar de las críticas, la Administración Trump sigue adelante con la expansión de estas facultades y la intensificación de las acciones contra la inmigración ilegal.
Integrantes de FBI custodian, el 2 de enero de 2025, en la zona donde se llevó a cabo un ataque, en Nueva Orleans (Estados Unidos). EFE/ Octavio Guzmán
Deportaciones aceleradas: una prioridad para Trump
El operativo nacional contra la inmigración ilegal, prometido por Trump, ya está en marcha. Esta ofensiva busca acelerar las deportaciones y hacer más eficiente el proceso de expulsión de inmigrantes indocumentados. El presidente estadounidense ha prometido un enfoque más agresivo para asegurar que los inmigrantes ilegales sean detenidos y deportados de manera más rápida y masiva. De acuerdo con declaraciones oficiales, esta estrategia tendrá un enfoque directo sobre aquellos inmigrantes con antecedentes criminales, una prioridad en la política migratoria de la Administración Trump.
Envío de soldados a la frontera
La seguridad en la frontera sur de Estados Unidos también ha sido una preocupación central de la Administración Trump. A tan solo dos días de haber declarado una emergencia nacional en la frontera con México, el Gobierno de Estados Unidos anunció el envío de unos 1,500 soldados adicionales para reforzar la presencia militar en la región. Este despliegue se llevará a cabo como parte de los esfuerzos por enfrentar el aumento de la inmigración ilegal y mejorar las capacidades de monitoreo y detección en la zona.
El Departamento de Defensa, a través de un comunicado, confirmó que las primeras tropas serán enviadas en cuestión de días. El secretario de Defensa interino, Robert Salesses, explicó que el departamento comenzará a aumentar sus fuerzas en la frontera suroeste con la adición de 1,500 efectivos, junto con helicópteros y analistas de inteligencia para apoyar las actividades de monitoreo y detección. Estas tropas se unirán a los 2,500 efectivos de la Guardia Nacional y la Reserva de Estados Unidos que ya se encuentran desplegados en la región.