El expresidente Donald Trump tiene un duro mensaje para las minorías a solo 20 días de la elección: quienes no voten por él necesitan que les “revisen la cabeza”.
“Cualquier afroamericano o hispano que vote por Kamala tiene que hacerse revisar la cabeza”, dijo el candidato republicano el martes por la noche durante un mitin en Atlanta. “Los están timando”.
El mensaje de Trump es parte de una tendencia de ataques a grupos demográficos específicos que, según él, merecen la burla o tienen algún problema mental, si no lo ponen de nuevo en la Casa Blanca.
En las últimas semanas, sus comentarios se han centrado cada vez más en el origen étnico, la edad y la religión de los votantes.
La campaña de Trump no respondió a una solicitud de comentarios. La portavoz de la campaña de Harris, Sarafina Chitka, dijo en un comunicado: “Si Donald Trump cree que insultar a los votantes negros y latinos es la clave para ganarse su respeto y sus votos, es él quien debería hacerse revisar la cabeza”.
Trump ha utilizado esta frase con más frecuencia al hablar de los votantes judíos que apoyan a Harris o que apoyaron al presidente, Joe Biden. Durante la mayor parte de este ciclo electoral, cuando se le pregunta o habla sobre el voto judío, Trump ha utilizado alguna versión de “deberían hacerse revisar la cabeza”.
“Biden ha perdido totalmente el control de la situación de Israel”, aseguró Trump en abril a propósito de la guerra en Gaza. “Cualquier judío que vote por un demócrata o vote por Biden debería hacerse revisar la cabeza”.
También dijo que, si pierde el próximo mes, los judíos “tendrán mucho que ver con la derrota”. Se calcula que Trump obtuvo un 30% del voto judío en 2020, frente al 24% durante su candidatura a la Casa Blanca en 2016.
Trump ha dicho lo mismo de los votantes católicos, un grupo indeciso muy dividido que favoreció a Biden frente a Trump en 2020 (52%-47%), según la encuesta a pie de urna de NBC News. Este es un grupo de votantes que Trump ganó 50-46 en 2016, cuando contendió contra Hillary Clinton.
“No sé qué tiene contra nuestros amigos católicos”, precisó Trump sobre Harris en septiembre, en redes sociales. “Pero debe ser mucho, porque ciertamente no ha sido muy amable con ellos. A cualquier católico que vote a la ‘camarada’ Kamala Harris deberían revisarle la cabeza”.
Trump también aplicó recientemente esta frase a las personas mayores, que favorecieron al republicano por un margen menor (4 puntos) sobre Biden en 2020 y sobre Clinton (9 puntos) en 2016. Las encuestas de este año han mostrado otra reñida contienda por los votantes de 65 años o más.
“Nuestros ancianos han sido devastados por la inflación. No impondremos impuestos sobre la Seguridad Social para ellos”, afirmó Trump en un acto a finales de septiembre.
“Si algún anciano no vota a Trump, vamos a tener que enviarle a un psiquiatra para que le revise la cabeza”, añadió.
Líderes judíos y católicos han advertido sobre los peligros del lenguaje de Trump, que según ellos equivale a una prueba de lealtad religiosa.
“Es profundamente peligroso y perturbador, y es parte de esta normalización más amplia del antisemitismo”, le dijo en septiembre a NBC News Amy Spitalnick, directora ejecutiva del Consejo Judío no partidista para Asuntos Públicos. “Trump cree que tiene derecho al apoyo y al voto judío y, cuando no se lo dan, inmediatamente recurre a esta idea del judío desleal o malo”.