El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó el martes un decreto que pone fin a las políticas de contratación basadas en la raza y el género, y recupera el criterio de méritos en la contratación pública. Esta medida, enmarcada en sus promesas de campaña, busca proteger los derechos civiles de todos los estadounidenses y ampliar las oportunidades individuales, al mismo tiempo que elimina las políticas de «diversidad, equidad e inclusión» (DEI) que prevalecieron bajo la administración anterior.
Fin de la discriminación positiva y la preferencia por la diversidad
El decreto de Trump pone fin a la preferencia por los criterios de «diversidad, equidad e inclusión» en la contratación federal, un enfoque promovido por el gobierno de Joe Biden. Según un comunicado de la Casa Blanca, este cambio de políticas responde a la necesidad de restaurar el principio de mérito en las contrataciones, en lugar de enfocarse en características demográficas como la raza o el género.
En su mensaje, Trump destacó que las políticas de DEI y DEIA no solo violan las leyes federales de derechos civiles, sino que también «socavan nuestra unidad nacional». Según el presidente, estas políticas niegan y desacreditan los valores tradicionales estadounidenses, como el trabajo duro y los logros individuales.
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El decreto se enmarca dentro de las promesas de Trump de reducir el gasto público y eliminar las políticas «woke» implementadas por el gobierno anterior. La administración Biden había insistido en que las agencias federales contrataran a empleados más diversos, en un esfuerzo por reducir las brechas salariales raciales y de género, lo que ahora es revertido por la nueva administración.
Contratación basada en méritos: un cambio radical en la administración pública
El nuevo decreto tiene como objetivo transformar el proceso de contratación en la administración pública, exigiendo que los funcionarios sean contratados y ascendidos según sus méritos y desempeño. En este sentido, Trump prohibió que se utilicen criterios relacionados con la diversidad, la equidad o la inclusión para tomar decisiones sobre contratación o ascensos en la función pública.
Además, la orden ejecutiva requiere que la Oficina de Gestión y Presupuestos de Estados Unidos agilice los procesos de contratación para mejorar la eficiencia y reducir los costos. Se espera que esta medida también incremente la rapidez con la que los contratos y subcontratos federales se otorguen, asegurando que los contratistas cumplan con las nuevas directrices establecidas por el presidente.
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Revertir la Orden Ejecutiva 11246 y sus implicaciones
Una de las disposiciones más significativas del decreto firmado por Trump es la revocación de la Orden Ejecutiva 11246, que respaldaba los criterios de contratación de discriminación positiva. Esta orden obligaba a las agencias federales y contratistas del gobierno a tomar en cuenta la diversidad en sus plantillas, promoviendo la contratación de individuos de diferentes razas, géneros y antecedentes.
Al derogar esta orden, Trump elimina lo que considera un enfoque que «corrompe» el sistema y lo convierte en un obstáculo para los trabajadores estadounidenses que, según él, merecen la oportunidad de alcanzar el sueño americano sin ser estigmatizados o excluidos por su raza o sexo.