El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó este viernes bloquear de forma indefinida toda la ayuda proporcionada a Sudáfrica, acusando al Gobierno sudafricano de “confiscar” tierras de la minoría blanca afrikáner y de adoptar posturas críticas contra Israel. La orden ejecutiva firmada por Trump establece que Estados Unidos no ofrecerá más asistencia a Sudáfrica mientras persista lo que considera prácticas “injustas e inmorales” que afectan tanto a la nación como a sus ciudadanos.
Orden ejecutiva de Trump contra Sudáfrica
Según la orden firmada por Trump, Sudáfrica se encuentra en el centro de una disputa con Estados Unidos debido a sus políticas hacia la minoría blanca afrikáner. El presidente estadounidense calificó de «escandaloso» que el Ejecutivo sudafricano haya promulgado una ley para confiscar propiedades agrícolas de los afrikáners sin ofrecer compensación alguna. A esta medida se le suman las críticas por las posturas de Sudáfrica en el ámbito internacional, particularmente hacia Israel, lo que llevó a Trump a tomar una decisión tan drástica.
“Mientras Sudáfrica continúe con estas prácticas injustas e inmorales que dañan a nuestra nación, Estados Unidos no proporcionará ayuda o asistencia a Sudáfrica”, declaró Trump. Además, el presidente estadounidense aseguró que promoverá el reasentamiento de refugiados afrikáners en territorio estadounidense, dado que muchos de ellos huyen de lo que consideran una “discriminación racial” fomentada por el Gobierno sudafricano.
Confiscación de tierras y sus repercusiones internacionales
La controversia en Sudáfrica gira en torno a una nueva ley promulgada por el presidente Cyril Ramaphosa, que facilita la expropiación de tierras por interés público, siempre que se pague una compensación justa. Esta legislación, que apunta a corregir la histórica distribución desigual de tierras, ha provocado una fuerte reacción tanto en Sudáfrica como en el exterior, especialmente en países como Estados Unidos.
Fotografía del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. EFE/EPA/SHAWN THEW / POOL
La medida, que forma parte de un esfuerzo para redistribuir las tierras agrícolas a la mayoría negra, ha sido vista como una forma de reparar las injusticias del apartheid, pero ha generado un fuerte rechazo en la minoría blanca afrikáner. Según informes de medios sudafricanos como City Press, los agricultores blancos todavía poseen casi tres cuartas partes de las tierras agrícolas en el país, a pesar de los intentos gubernamentales de cambiar esa distribución en los últimos 23 años.
La Administración Trump considera que estas políticas son perjudiciales no solo para los afrikáners, sino también para las relaciones internacionales, especialmente en su acercamiento hacia Israel. Según Trump, Sudáfrica ha tomado posiciones «agresivas» hacia Estados Unidos y sus aliados, incluyendo la acusación de genocidio a Israel ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
Las repercusiones de la sanción y la suspensión de ayuda humanitaria
La orden de Trump no se limita a la suspensión de ayuda económica, sino que también afecta a instituciones clave como la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), organismo encargado de promover el desarrollo y la ayuda humanitaria a nivel global. USAID se encuentra en proceso de desmantelamiento, una decisión que ha sido impulsada por el magnate sudafricano Elon Musk, quien es cercano al presidente republicano.
Aunque Trump ya había suspendido la ayuda humanitaria a nivel mundial por un período de 90 días, la sanción contra Sudáfrica es indefinida, lo que refleja el desacuerdo profundo entre ambos países. La medida tiene como objetivo presionar a Sudáfrica para que revierta sus políticas sobre la redistribución de tierras y abandone las posturas críticas hacia Israel.
Suspensión de la participación de Marco Rubio en el G20
La medida de Trump también coincide con la decisión del secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, de suspender su participación en la próxima reunión de ministros de Exteriores del G20 que se celebrará en Sudáfrica. Rubio, al igual que Trump, ha sido un crítico de las políticas de expropiación de tierras de Sudáfrica, lo que ha llevado a su equipo a tomar esta postura simbólica al no participar en el evento internacional.
La respuesta del Gobierno sudafricano
Ante las sanciones impuestas por Estados Unidos, el presidente sudafricano Cyril Ramaphosa ha manifestado su firme oposición a la actitud de Trump. En una reciente declaración, Ramaphosa afirmó que su país «no se dejará intimidar» por los ataques del mandatario estadounidense. Además, defendió la importancia de la cooperación y el multilateralismo como valores clave de su presidencia rotatoria del G20, resaltando que Sudáfrica seguirá adelante con sus políticas de redistribución de tierras y no permitirá presiones externas para modificar su enfoque.
Ramaphosa destacó que el objetivo de las reformas es corregir las desigualdades heredadas del apartheid y que cualquier intento de deslegitimar este proceso es injusto. También subrayó que Sudáfrica está comprometida con el desarrollo sostenible y la promoción de los derechos humanos, aspectos que considera fundamentales para la estabilidad social y económica del país.