El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha reiterado su amenaza de imponer aranceles a la Unión Europea (UE) en un nuevo enfrentamiento comercial, tras un tenso intercambio de declaraciones sobre las relaciones comerciales entre ambas partes. Esta amenaza fue realizada este viernes desde el Despacho Oval, cuando Trump afirmó que impondrá medidas arancelarias a menos que el bloque comunitario cumpla con ciertas condiciones, como la compra «a gran escala» de petróleo y gas estadounidense.
Trump y su reclamo sobre la Unión Europea
Durante su intervención, Trump expresó claramente su malestar con la UE, destacando que el bloque europeo no está cumpliendo con las expectativas comerciales de Estados Unidos. Según el presidente, la Unión Europea no ha realizado compras significativas de productos estadounidenses, lo que ha contribuido al creciente déficit comercial entre ambas partes. «¿Voy a imponer aranceles a la Unión Europea? ¿Quieren una respuesta veraz o debo darles una respuesta política? Absolutamente. La Unión Europea nos ha tratado muy mal», aseguró Trump.
El presidente también criticó la falta de importaciones de productos como los automóviles estadounidenses y los productos agrícolas. En este sentido, subrayó que, a pesar de los esfuerzos de su gobierno por fortalecer las relaciones comerciales con la UE, las compras de productos estadounidenses por parte de Europa han sido mínimas. Según Trump, «no se llevan nuestros productos agrícolas, no se llevan prácticamente nada y tenemos un tremendo déficit con la Unión Europea».
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, al firmar una orden ejecutiva este 31 de enero de 2025, en la Casa Blanca. EFE/Yuri Gripas/Pool
El trasfondo de la disputa comercial entre EE.UU. y la Unión Europea
El enfrentamiento comercial entre Estados Unidos y la Unión Europea no es nuevo. Desde que Trump asumió la presidencia, la relación comercial entre ambos ha sido objeto de tensiones constantes, especialmente con la implementación de políticas proteccionistas que han generado roces en sectores clave como el automóvil y la agricultura. En varias ocasiones, Trump ha criticado el trato que recibe Estados Unidos en el ámbito comercial, acusando a la UE de no abrir suficientemente su mercado a los productos estadounidenses.
A pesar de estas críticas, la Unión Europea ha intentado en varias ocasiones suavizar las tensiones con medidas como la compra de productos adicionales de Estados Unidos, incluidos productos energéticos como el gas natural licuado. Sin embargo, hasta ahora, los resultados no han sido los esperados por la administración Trump, lo que ha llevado al presidente a intensificar sus amenazas.
La UE y su postura ante las amenazas arancelarias
La Unión Europea ha intentado equilibrar sus relaciones comerciales con Estados Unidos mediante una serie de negociaciones, en un esfuerzo por evitar una guerra comercial abierta. A finales de noviembre, Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo (BCE), sugirió que una de las posibles estrategias de la UE para evitar conflictos podría ser ofrecer a Estados Unidos la compra de más productos estadounidenses, como gas natural licuado y armamento. Este enfoque se consideró como una manera de reducir las tensiones comerciales sin recurrir a represalias, que podrían agravar aún más las relaciones.
No obstante, la creciente presión de Trump sobre la UE ha complicado esta estrategia. Las autoridades europeas se encuentran ahora en una situación incómoda, ya que deben manejar las demandas estadounidenses mientras intentan mantener la unidad interna de la UE y proteger sus propios intereses comerciales.
La respuesta de la Casa Blanca y las medidas comerciales con México, Canadá y China
La tensión comercial no se limita a la Unión Europea. La Casa Blanca también ha confirmado que los aranceles del 25% a las importaciones de México y Canadá, así como del 10% a China, entrarán en vigor este sábado. Estos aranceles son parte de la política proteccionista de Trump, que busca reducir el déficit comercial de Estados Unidos con varios países y forzar a sus socios comerciales a realizar compras más equitativas de productos estadounidenses.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, confirmó la implementación de estas medidas durante una rueda de prensa, lo que ha incrementado aún más la incertidumbre sobre las relaciones comerciales internacionales. Las nuevas tarifas podrían tener un impacto significativo en las economías de los países afectados, lo que podría resultar en represalias por parte de México, Canadá y China, además de potencialmente tensar aún más las relaciones con la UE.